Capitulo 1: Cuando los hijos llegan a nuestras vidas.
La destrucción a su alrededor era abrumador, Optimus miraba a su alrededor a los grandes edificios de la que alguna vez fue la ciudad donde vivía, estaban destrozados, estaban caídos, algunos recargados en otros, escombros por todas partes, fuego en todas partes también. El humo levantado por los escombros.
Optimus caminó con su cañón en la mano, mirando los cuerpos que habían quedado tras una gran batalla que habían tenido con los Decepticons, habían perdido. Optimus se sentía muy culpable al ver todos esos cuerpos de esos mechs y femmes que habían confiado en el para llevarles a la victoria y solo los había llevado a su muerte. Se sentía enojado por lo que habían pasado, los sonidos de cañonazos, disparos y explosiones aún se escuchaban a lo lejos. Estaba en medio de un campo de guerra, estaba en un infierno en la vida.
El energon manchaba todo el piso y sus pies cuando pasaba.
Estaba enojado, avergonzado consigo mismo y decepcionado de sus capacidades para la guerra. No era un buen líder, había llevado a la muerte a muchos inocentes, no los había podido proteger, o darles una victoria. Siguió caminando mirando a su pasó lo que habían dejado. Eso, hasta que escucho un llanto, era pequeño y apenas lo escuchaba. Se acercó a el sonido y se hizo más claro para sus receptores de sonido. Busco entre los escombros, quito metal, varillas, cuerpos de algunos mechs y entonces lo vio.
Era un Sparkling, estaba en medio de 4 brazos, miro a los dos adultos, seguro los padres, que estaban muertos, atravesados por grandes varillas de construcción, energon saliendo de ellos. Los movió y tomo al pequeño Sparkling que lloraba con fuerza. Era tan pequeño, era tan ligero, tan frágil que sintió su pecho oprimirse, apenas era del tamaño de su mano.
Era de un color amarillo brillante, con toques negros, sus ópticos estaban llenos de lubricante y su boquita se abría para llorar.
"Hoo, pequeño, shuuuu" Guardó su cañon en su espalda y con su otra mano le limpió suavemente las lágrimas que manchaban su carita. "Shuuuu, no llores más pequeño, yo te protegeré" Le hablo con una voz suave.
Miró a los ojitos azules que le miraron y el llanto disminuyó, dentro de todas sus demás emociones, dentro de la desesperación, el dolor, la tristeza, decepción, frustración y enojo... Floreció algo muy distinto, sintió su Spark latir, sintió su pecho oprimirse al ver a esos lindos ópticos azules. "Yo te protegeré siempre" le prometió y sonrió, enternecido, y sintió el cariño crecer, sintió una necesidad de protegerlo, llevándolo cerca de su pecho y protegido con sus manos, sintió el amor y la paternidad por este pequeño.
"Yo te daré una familia, te criare, te educare y protegeré, yo seré tu padre ahora" Le susurró y amo la pequeña he inocente sonrisa que el pequeño le regaló.
Desde ese momento, sabía que su pequeño seria su más grande fortaleza y su más grande debilidad, era su pequeño rayo de luz, su pequeña esperanza, era la razón por la que seguiría luchando, por la que lucharía para darle un hogar para vivir. Era su hijo ahora, y lo amaba más que a nadie y más que a nada.
(...)
Cuando Optimus llegó a la base de los Autobots, le miraron con curiosidad, aún que Optimus no estaba de humor para hablar con nadie, se obligó a calmarse para ir a la enfermería dónde estaba su viejo amigó que atendía a los últimos supervivientes recuperados del campo. El mayor le miró y se acercó.
"Optimus, dónde estuviste? Por qué apagaste tu comunicador?"
"Lo siento Ratchet, estaba, buscando supervivientes"
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El amor por un hijo...
RastgeleQue tanto puede amar un padre? Que tanto está dispuesto a hacer por un hijo? Hay cosas que te definen en la vida, hay momentos o actos que te hacen ser quien eres, pero tener un hijo, criarlo, tenerlo en tus brazos, besarlo, abrazarlo, verlo crecer...