El día que Eri se perdió

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Omnisciente

Era una tarde de domingo y los chicos de la U.A decidieron hacer un picnic cerca de un bosque, como deducirán la pequeña Eri y Kota fueron invitados.

Al principio todo hiba de maravilla, avían risas y algunos gritos de parte del perro rabioso de Bakugou.

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Aizawa

Estaba perdido en mis pensamientos cuando me acordé de Eri, era muy extraño que todavía no viniera para pedir jugar conmigo.

Al instante pase mi mirada por toda la sona, pero no había rastro de la peli plata.

Ya me estaba impacientandó, mi mirada se topo con un pequeño niño azabache.

—¿oye Kota sabes donde está Eri?— dije a lo que el negó.

Mi pregunta fue escuchada por los demas haciendo que ellos también se preocuparan.

—¿Como que no saben donde está Eri?— pregunto Uraraka con miedo.

—genial la mocosa que perdió— dijo molestó Bakugou.

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Omnisciente

No tardaron en hacer grupos para buscar a la niña, más cuando ya la tarde se estaba llendo para dejarle paso a la noche.

Ya era hora de irse, al estar tan cerca de un bosque un animal salvaje podría hacerle algo a Eri, la idea asustaba a muchos, aunque algunos lo querían ocultar.

—¡¡Eri Chan!!— ninguna respuesta y entre más tiempo pasaba la tención crecía en los presentes.

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-horas atrás-

Eri

Estaba comiendo algunas manzanas que Mic me corto cuando mi un pequeño conejito entrando a el bosque.

Deje a un lado el plato de manzanas para ir a ver mejor al animal.

Tenía mucha curiosidad, y no pensé dos  veces al entrar al bosque.

Algunos minutos pasaron y no podía encontrar al conejo así que pensé en volver, en eso me percate de algo.

—¿Cual es el camino de devuelta?— me pregunte a mi misma.

Tal vez si caminaba siguiendo sus huellas podría salir, así que empece a seguir mis huellas de regreso.

Al principio estaba funcionando pero al llegar la noche las huellas ya no eran tan visibles.

En eso mi estómago gruño, ya asía un buen tiempo que no probaba bocado y el miedo se estaba apoderando de mi.

—¿Ahora que?— dije tomando mi estómago.

En eso escuche un ruido viniendo asía mi, el miedo subía cada vez más así que di una vuelta y corrí.

Amedidá que avanzaba se podía oir unas pisadas cada ves más cerca.

En eso sentí como una mano me tomaba del hombro, no pude evitar que un pequeño grito saliera de mi garganta.

—oye tranquila pequeña— una vos dejo a mis espaldas.

Al voltear pude ver a una chica castaña de al rededor de 20 años.

—ya es muy tarde para que una niña este sola por aquí, ¿Te perdiste?— pregunto agachándose a mi altura.

Yo sólo asentí con algo de duda, otra ves mi estómago gruño captando la atención de la chica.

—Tienes hambre ¿Cierto?— dijo tomando una mochila en donde saco un emparedado.

Me lo ofreció con una sonrisa, tímidamente lo tome y me lo lleve a la boca, no sabía mal, sin indicios que tuviera algo más que pan, gamón y queso.

—vamos seguro que hay personas buscándote— dijo ofreciéndome su mano.

La tome y empezamos a caminar.

—¿Sabes donde es la salida?— pregunte ya que se veía que la chica no tenia problema para orientarse.

—¡Claro! Vivo aquí con mi padre desde que era niña, conozco este bosque de pies a cabeza— dijo mirándome con una sonrisa.

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Shinsou

El grupo en donde estaba se ubicaba a algunos metros de la salida cuando pudimos observar a Eri a lo legos.

Pero no estaba sola, algo que me daba mala espina.

—¡¡Eri!!— dije corriendo a donde ella.

Al estar lo suficiente cerca la tome de sus hombros.

—¡Que estabas pensando al entrar a ese bosque y porque estas con esta chica!— dije algo molesto, en verdad me preocupó.

—lo siento Nii San, me perdí y ella me ayudó— dijo bajando su mirada.

Suspire y miré a la chica.

—gracias señorita— dije a lo que ella negó.

—no tiene que agradecer, lo abría echo otro, nadie en su sano juicio dejaría a un niño solo en el bosque— dijo para luego dar la vuelta y marcharse sin antes despedirse con la mano.

—vamos, dejaste muy preocupados a todos pequeña— dije cargando a Eri a la salida.

Cuando llegamos al punto de encuentro nuestros padres no tardaron en darle un buen sermon a la oji rubí.

—lo siento no lo volveré a hacer lo prometo— dijo con algunas lágrimas.

—oye esta bien no llores, vamos a casa mejor— dijo el rubio de ojos verdes para tranquilizar a la niña.

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Me e dado cuenta que e dejado olvidado a este libro 😢

Pro aquí tienen otro capítulo, esperó que les allá gustado mucho bay 😚

Pstt: por mi casa está cayendo el aguacero de mi vida ;-;

Paternidad (aizawa x present mic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora