- Encima le pedimos por favor y todo y nada
- Tal vez no lo puede cuidar - los calmé-
- Pero dije que lo cuidaba yo - Bautista bufó-
- Tal vez no te cree capaz. - él alzó las cejas- Yo si creo que sos capaz, pero tal vez él no.
- Se me ocurrió algo - anunció Martín- Lu... vos no le podes pedir? - hizo un puchero-
- Yo les juro que le pediría. Pero llevo cinco días trabajando acá, ni ahí me hace caso - reí-
- Bueno... tiene sentido
- Y si le dicen a Euge? - propuse
- Ella es buena también, pero si le pedimos algo y Peter ya dijo que no, no se arriesga.
- Si no le piden permiso a Peter que pasa? - dentro mío, me encanta ser rebelde-
- Nos reta, y se enoja, y nos castiga, y lo echa, y seguro te eche a vos también, y...
- bueno, bueno, entendí. - lo interrumpí- pero puede venir sólo, no? - me miraron extraño- a ver, ustedes traen al perrito hasta acá, pero no lo entran a la casa. Cuando él esté afuera con ustedes, ustedes se hacen los sorprendidos y le piden de nuevo, y como el perro ya está acá, lo pueden tener. - sonrieron-
- wow, sos una capa. - dijo Bauti-
- No tanto festejo. No se si va a aceptar - se interpuso Tincho- No quiero ser mala onda, pero sabés que Peter no cambia de decisión tan fácilmente.
- Y su hermano? Pablo? no los ayuda?
- está re en la suya él, ni bola nos da. - comentó Bautista-
La charla terminó con que mañana cuando regresen de la escuela, traerán al cachorro que habían visto y le pedirán de nuevo a Pedro si lo podían tener. Tema concluido.
Aquella noche, cuando hablé con Julia por segunda vez, me dijo que sería buena idea poner cámaras, pero que ella me daría las instrucciones y el material. Debía capturar su cuarto y la oficina para mandárselo y que ella me indique. Mi próximo paso era reunirme con ella en persona y lo haré hoy. Verdaderamente, si que estoy nerviosa, no se que va a ocurrir, no sé qué pasará conmigo si se entera. Este hombre me da miedo. Aunque no, no es miedo, simplemente que es demasiado machista y tiene mucho poder por lo que hace ver. Pero miedo no tengo, le prometí no tenerle miedo a nada; aunque nervios sí, y podría estar tiritando por eso.
Durante los días que pasaron, no hubo mucho cambio. El misterio no pasó nunca. Un día él se quedaba encerrado en la oficina, otro no salía de su cuarto, otro desaparecía todo el día. Hombre raro. Y Eugenia también es muy sospechosa. Se hace demasiado buena, muy amable, pero algo esconde y tengo que saber que és. Lo más complicado en este tiempo es quedar sola en la casa. No se que podría haber pasado que nunca salieron los dos al mismo tiempo luego de aquella vez, empiezo a imaginar nuevamente que estoy siendo investigada. Revisé mi ropa, mis cosas, pero no hay ninguna especie de cámara, micrófono o similar para que sepan lo que hablo con Julia, algo que me tranquiliza. Un hecho positivo fue poder entrar a la oficina. Anteayer por la noche, se olvidaron la puerta abierta y pude entrar, tal vez fue para ponerme a prueba y yo caí, pero estoy contenta por los resultados. Encontré códigos que resolví, no se si bien o mal, pero eran fáciles para mi nivel de aprendizaje. Además averigüe sobre las cajas metálicas. Resulta ser que tienen un código para poder abrirlas, este está siendo mi trabajo, resolver la contraseña. Había más papeles, con más símbolos raros, con más palabras clave, tomé fotos de ellas para mandarlas a Julia
Hoy fue más limpiar y limpiar, pero por fin vendría la parte divertida.
Euge, me acabaron de llamar del hospital y me... me dijeron que mi mamá está internada - obviamente fue una excusa- ¿sabes donde está Pedro? Así le pregunto si puedo ir para allá o...
Anda Lu, tranquila, yo le aviso. - no me quería decir en que andaba él? Avisame como está si? Seguro que está todo bien. - tan amable, demasiado- ¿Qué pasó?
No, no se - titubeé- tuvo un accidente me dijeron
Uy bueno - hizo una mueca con la boca- Cualquier cosa estoy con vos - me abrazó.- Ya te dije, avisame si necesitan alguna cosa o... si las puedo ayudar.
Pedro no está? - me animé a cuestionar al fin-
Em, no, no, el salió. Yo le informo si querés. - asentí-
Bueno, gracias. Voy... voy a la clínica. - me di vuelta pero regresé- A los chicos no les digas por favor - fue ella quien asintió ahora y me fui-
Suspiré aliviada de que no haya dudado. Caminando, me dirigí al Búnker. En realidad, era una especie de laboratorio de informática, pero era nuestro refugio a todos nuestros pecados, así que lo llamaríamos de esa manera. Allí se encontraban las únicas dos personas que verdaderamente me importan. Candela y Gastón eran como mis hermanos. Entre tantas personas en el mundo, creo que encontré a mi personas adecuadas. Son los únicos que saben mi historia completa, además de Julia. Yo también se las suyas y no puedo descifrar si son igual o más duras que la mía. En realidad, todos los que acabamos allí no pasamos una vida fácil, pero con los demás casi no interactúo. Lo malo de este "trabajo", si se lo puede llamar así, nunca se sabe cuando podes estar game over, estás dando tu vida todo el tiempo.
Al llegar, Julia me entregó el material, eran realmente diminutos, estaba un 99 porciento segura de que no las notarían. Me señaló, en las fotos que le había enviado, donde ubicar las cámaras. La misión era ¿en qué momento?. Quise entrar a saludar a mis amigos al terminar la charla, pero mi jefa no lo permitió. ¿Por qué todo me parecía extraño?
Volví a la mansión y seguí con mis aburridas tareas. Pero gracias a Eugenia, obtuve otro dato. Mientras ordenamos las habitaciones, me comentó que este fin de semana largo, la familia se iría al campo a pasar unos días. «Que bonito era cuando yo pasaba mis tardes allí» Pensé que tendríamos que quedarnos a cuidar la casa, ya lo había imaginados, sería el momento perfecto para poder instalar las cámaras. Pero no. Me dieron franco. Además, por mi estúpida excusa de mi madre internada, me habían ordenado que sería mejor quedarme con ella. ¿A dónde iré ahora? Debería llamar a mi jefa para cuestionar si sería buena idea quedarme con los demás en el Bunker. Y luego de mandar a dormir a Martín, lo hice. La única respuesta que obtuve sobre el tema, fue negativa. Pero me siguió comentando otras tantas cosas.
- Mariana, creo mejor que dejes de ser la fría persona que sos, y que te amigues con la gente de esa casa. Quiero que tengan confianza en vos, que no duden. Dejá los pensamientos malos de lado, enfocate en tu papel. No pienses en tu trabajo en el día. Pasame los informes sólo cuando lo pida y no todas las noches, va a ser más seguro. - no sé a qué venía este reto- Cuando instales las cámaras avisame, yo necesito imagen de la casa, si? - con mi respuesta positiva, siguió- Y despues... vemos cuando te vuelvo a comunicar. Enfocate en tu papel, recordalo. Sos mucama, no una... espía.
- Y a Pedro, como lo investigo?
- La información va a llegar por si sola, creeme
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The Spies
Teen FictionUna joven de 24 años se hace pasar por mucama para infiltrarse a la casa del misterioso Lanzani, un hombre serio y sin gracia. Fue enviada ahí para investigarlo y descubrir su gran secreto. ¿podrá cumplir su misión? Su pasado oculto está siempre pre...