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La puerta del departamento de Polita fue tocado, la mencionada salió y al ver a su yerno sonrió con ternura.

—Que lindo es verte, Temo. —dijo apenas el castaño se adentro al departamento—

—Lo mismo digo, Polita. —Temo miro a la adulta con una sonrisa— Vine a ver a Aristóteles.

—Oh claro, esta en su habitación, iré a la panadería por si les ofrece cualquier cosa. —avisó para después salir del departamento dejando a Temo en la sala, pensando en las cosas que dirá—

—¿Aris? —pregunto al ver la puerta abierta—

—¡Tahi, te extrañe! —exclamo el rizado sonriendo—

Temo miro al chico con tristeza, no podía hacerlo...pero debía.

—¿Pasa algo malo? —preguntó Aristóteles al ver la mueca de su novio—

—Debemos hablar de algo importante —dijo tomando seriedad—

El rizado lo miro confundido para después asentir con confusión.

El castaño salió del departamento de Aristóteles con sus ojos cristalizados, no era tarea fácil decirle a tu pareja que alguien más había hecho que hayan dudas en tu decisión de casarte.

Con paso decidido camino a la casa de Susana, afuera estaba Dulce sentada en la banqueta comiendo unas frituras, suspiro y se sentó a su lado.

—Oh, hola Cuauhtémoc. —saludó la chica sonriendo—

—Temo...—murmuro—

—¿Que? —preguntó confundida la chica—

El castaño giro su cabeza para poder mirarla. —Temo, llámame Temo. —repitió el chico—

—Bien... Temo, ¿Cómo te fue? —preguntó la chica—

Temo suspiro para poder recordar la plática con su...lo que sea en estos momentos.





-Ya no le des más vueltas al asunto Tahi, ¿Que paso? —preguntó el rizado mirando a su prometido con seriedad—

—¿Recuerdas cuando me dijiste que yo le gustaba a Axel? —preguntó en murmuró mirando el techo—

El rizado frunció su ceño con confusión —Claro que lo recuerdo, tu me dijiste que tenía... algo con Linda, ¿Que hay con eso? —preguntó—

Dejame hablar, ¿Ok? No me interrumpas por nada del mundo, solo espera que deje de hablar todo. Hace unos días me he sentido muy confundido, la llegada de Dulce; la amiga de Axel. Me hizo sentir cosas que no debería de sentir. Ella y yo tuvimos una plática que me hizo pensar bien las cosas, por eso estoy aquí ahora, debo confesar que no estoy aún seguro de lo que siento, se que te amo, te amo mucho realmente, pero Axel me hace dudar...creo que tengo un crush por el. Y creme cuando te digo que yo intenté evadir sentir esto por el, porque yo te amo a ti, porque el es mi hermanastro, pero no sé en qué momento paso... caí en sus encantos. Antes del accidente tuve ligeras sospechas de que Axel gustaba de mi, incluso lo iba a hablar con el, pero después pasaron demasiadas cosas, Aristóteles no sabes cuánto me duele verte y saber que no te soy fiel de pensamiento, porque sí; desde hace unos días Axel ha estado rodando por mi cabeza en vez de ti. Estoy muy confundido, no sé que hacer... Aristóteles por favor perdón, perdóname por todo. —para ese punto al castaño ya se le había quebrado su voz, lágrimas estaban amenazando en salir—

El rizado miraba a su prometido con silencio, como pudo se sentó bien en su cama, suspiro de manera pesada para después mirar al chico, Aristóteles tenía sus ojos cristalizados; quería llorar.

—Temo...gracias por contarme todo en su momento, no te voy a mentir...yo ya deducía que tú sentías algo, al menos algo pequeño por Axel, la forma que lo mirabas y tú manera de hablar de el, era algo obvio sin embargo; me aferre a la idea de que eso no era posible, que solo me mirabas a mi, que ese chico no seria un obstáculo en nuestra relación, pero creo que me equivoqué... Cuauhtémoc, yo no te puedo decir nada, será tu decisión...debes elegir con quién quedarte. No puedo obligarte a quedarte a mi lado si tú así no lo deseas, me dolerá verte con Axel, sí. Pero....si solo así tú eres feliz lo voy a entender a la perfección, porque mi madre me ha dicho que si amas algo en verdad debes dejarlo ir cuando el ya no se siente cómodo contigo...nada me haría más feliz que tú felicidad —murmuro Aristóteles conteniendo las lágrimas— Te amo hasta el infinito y por ese amor te dejare ir si así lo decides.

El castaño no pudo más y se lanzó con cuidado hacía el rizado que lo recibió.

















—Wow... Aristóteles parece ser un gran chico. —murmuro la chica cuando el castaño termino de contarle lo que había pasado con Aris—

—Lo sé...él es maravilloso y yo no supe valorarlo —murmuro Temo secando las lágrimas que habían salido—

—Se que no es fácil tener una plática de ese tipo con la persona que te ha acompañado durante mucho tiempo, así que llora, llora todo lo que tengas que llorar, Temo. —susurro acariciando la espalda del mencionado—

—No estoy listo para hablar con Axel todavía, no puedo...me siento egoísta al saber que tal vez Aristóteles está pasándola mal por todo... mientras que yo estaré hablando con Axel. —dijo con culpabilidad—

—Aristóteles te dijo que el será feliz si lo estás...es momento de que seas un poco egoísta Temo, toma el tiempo que necesites para poder hablar con Axel, pero antes que todo y antes que nada piensa en ti primero.

El castaño asintió para poder recargar su cabeza en el pecho de la chica, ella algo sorprendida acaricio el cabello del chico transmitiendole paz y tranquilidad por unos momentos, ella entendía lo que el sentía...ella también había hecho algo parecido, solo que ella no tuvo el final feliz que esperaba que Temo y Axel tuvieran...

En otro lado el rizado abrazaba su almohada intentado callar los sollozos que salían de su boca. El sabía que Axel podría hacer feliz a su Temo...a su Tahi, sin embargo eso no quería decir que no le dolería su corazón, tal vez si ellos no hubieran regresado a Oaxaca...tal vez esto no estaría pasando.
























-Mich 🍒

𝐄𝐥 𝐝𝐢𝐚𝐫𝐢𝐨 𝐝𝐞 𝐀𝐱𝐞𝐥 |✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora