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La hermosa chica castaña abrazaba al chico de la cintura, para evitar caerse. Ya que el joven iba muy rápido en la hermosa motocicleta, Dulce nada más se reía como loca, amaba eso, aún que temía que cayera y quedará en ridículo.

—¿Ya mero llegamos, Axelito? —pregunto la chica con una sonrisa—

—Si Duvalin, ya mero llegamos, así que preparate para tu entrada triunfal —respondió Axel de manera divertida—

En el hospital, iban saliendo la familia López, acababan de ver a Aristóteles, y lo habían dejado con su querida madre. Temo venía jugando con su hermana, mientras Julio estaba hablando con su Papancho sobre la exposición que tenía que hacer el día de mañana para su clase.

Un sonido de una motocicleta acercándose con velocidad llamo la atención de todos los presentes.

Axel se estacionó a unos metros de dónde la Familia López estaba parada, se quitó el casco, para después lucir una sonrisa. Que provocó los suspiros de todas las enfermeras que lo miraban desde las instalaciones del hospital, y las chicas que estaban afuera, incluso un pequeño jadeo de parte de Temo.

La chica castaña quitó sus manos de la cintura de Axel, para después bajarse de manera sensual. Y quitarse el casco del mismo modo. Agitó su cabeza, provocando que sus lindos cabellos castaños volarán por todos lados. Las miradas de todos estaban en ella. Dulce sintió una mirada penetrante sobre ella y volteó de manera inmediata hacía aquella misteriosa mirada.

 Dulce sintió una mirada penetrante sobre ella y volteó de manera inmediata hacía aquella misteriosa mirada

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A la persona dueña de aquella mirada, hizo que Dulce sonriera y se acercara a él.

—Hola Tami, un gusto verte. —dijo la chica ignorando lo que este le había dicho hace unos días— Señor Fransisco, Lupita, Julio, que bueno verlos.

—Hola hijita, ¿Es el milagro que te dejas ver? —pregunto Pancho mirando a la chica—

—¿Que dice?, Si en casa siempre estoy a fuera, ya sea en el comedor, la sala o la piscina. Incluso en la biblioteca. —respondió la chica sonriendo— Lupita, veo que el vestido que te regale te queda increíble. —dijo la chica hacía la adolescente que lucia un hermoso vestido rosa—

—Si, muchísimas gracias Dulce, me encantó. —agradecio Lupita con una enorme sonrisa—

—T-te ves muy bonita, Dulce. —tartamudeo un poco Julio—

Dulce sonrio de manera tierna para después apretar la mejilla del chico. —Muchas gracias Julio, tu también estás muy bonito. —respondió—

—¿Y que te trae por aquí? —pregunto Pancho mirando a la chica—

—Axel, el me trae aquí. —contesto de manera divertida, provocando una risa de parte de la familia López, a excepción de Temo—

—Siempre tan graciosa —murmuro Julio soltando un suspiro—

—Pancho, niños, Temo, ¿Cómo están? —pregunto Axel llegando hacía ellos, abrazando a Dulce con un hombro—

—Estamos muy bien, gracias. De hecho ya nos íbamos al cantón, solo vinimos a ver al chikistrikis del Temochas —respondio Pancho—

—No se dice cantón, se dice casa, es venimos no vinimos, y es novio no chikistrikis. —dijo Lupita mirando a su padre—

—Como sea, nos veremos en casa entonces, cuídense mijos. —dijo Pancho para después ir hacia la burra—

Temo miro a la chica por última vez, para después perseguir a su padre, seguido de sus hermanos quienes se despidieron con una sonrisa de ambos "adultos"

—Bueno, parece ser que en verdad no le caigo nada bien a Temo. —dijo la chica con un tono divertido—

—¿Enserio? No me di cuenta. —dijo de manera sarcástica el chico— En fin, entremos, te daré un tour por el hospital.

—Uh, ¿Axel Legorreta Córcega me dará un tour? —pregunto de manera coqueta, abrazando el brazo de su amigo con cariño—

—Claro que di, Dulzura, así que mantente pegada a mi durante un buen rato, si es que no quieres perderte, claro. —dijo lo último de manera divertida—

—Sere como un chicle, ¡Lo prometo! —exclamo, haciendo que Axel riera para después jalar a la chica con cuidado hacía adentro—

Lo que ambos no sabian, es que cierto castaño los iba siguiendo en silencio.

𝐄𝐥 𝐝𝐢𝐚𝐫𝐢𝐨 𝐝𝐞 𝐀𝐱𝐞𝐥 |✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora