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—Hola Temo. —saludo la chica mirando al castaño con una pequeña sonrisa—

—Oh, Hola. —saludo de manera cortante, provocando una risita por parte de la chica, el castaño la miro confundido— ¿De qué te ríes? —pregunto el chico—

—Oh, de nada, solo qué...¿Te caigo muy mal, verdad? —pregunto la chica con una sonrisa—

—¿Deberías? —pregunto—

—¿Realmente? no lo sé Tami, desde que llegué me has evitado, oh mirado mal. Incluso, no me saludas cómo se debe. Así que quiero suponer que te caigo mal. Cuéntame por favor, por qué te caigo tan mal. —dijo la chica sentándose en la silla más cercana—

El castaño la miro con seriedad para después suspirar y comenzar a caminar.

—¡¿Lo ves?! —pregunto gritando—

—¿Ver qué? —pregunto el castaño de manera enojada—

—¿Por qué no solo contestas mi pregunta? Con honestidad por favor. ¿Te caigo mal, y por qué? —pregunto la chica caminando hacia el castaño—

Temo suspiro de manera pesada para después acercarse a la chica. Y la miro de manera fija para después hablar.

—En primer lugar, me llamo Cuahutémoc, me dicen Temo, no "Tami" para ti, soy Cuahutémoc, muchas gracias. En segundo lugar, no te he evitado, simplemente tengo cosas que hacer. En tercer lugar jamás te he mirado mal. En cuarto lugar, no te saludo porque como te digo, tengo muchísimas cosas que hacer, no me da tiempo de saludar, mucho menos a una desconocida. En quinto y último lugar. No me caes mal, simplemente no te conozco, y tampoco es como si quisiera hacerlo, ahora debo ir con mi prometido, ya que está en el maldito hospital y hoy lo dan de alta y quiero estar con el. Así que no me estés molestando, adiós. —respondió el castaño para después irse de manera rápida, dejando a la chica sorprendida—

¿Prometido?
Espera, Axel le había dicho que solo era su novio. ¿Será buena idea contarle lo que acaba de enterarse?

Esto no puede ser posible...













En otro lugar. 



Come vanno le cose con il giovane Cuauhtémoc? ? —pregunto—

Vorrei dire che sta andando tutto bene, ma la realtà è diversa: Cuahutémoc López è fidanzato e ha un altro corteggiatore, ma non mi arrenderò così facilmente, amico mio. Combatterò per lui. —respondio el joven italiano con una pequeña sonrisa en el rostro—

—¿Posso sapere chi è l'altro corteggiatore? —preguntó el amigo del chico—

—Axel Legorreta. È l'altro corteggiatore. —respondio apretando su agarre del volante—

Questa sarà una lotta molto ... intensa, non credi Guido? —pregunto divertido—

In questa lotta ci sarà un solo vincitore e quello sarò io. —respondio con una sonrisa— Cuahutémoc López sarà mio, lo giuro.

𝐄𝐥 𝐝𝐢𝐚𝐫𝐢𝐨 𝐝𝐞 𝐀𝐱𝐞𝐥 |✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora