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—Entonces, ¿te quedaras aquí toda la vida? —pregunta el castaño con una sonrisa —

—Pues por ahora no quiero irme de Oaxaca, digamos que encontre a alguien por quien aferrarme a vivir aquí —responde con una sonrisa timida— ¿Te molesta que me quede? —pregunto—

—¿Que?, ¡Claro que no! -exclamo Temo nervioso— Solo fue simple curiosidad, me alegra que vivas aquí te vere al menos los fines de semana o cuando me den vacaciones —añade con una sonrisa— El señor Ortega suele ser muy exigente cuando de trabajo se trata —sonrie nervioso—

—¿Señor Ortega? —pregunta Axel confundido—

—Mi jefe, el padre de mi mejor amigo, presidente de la Ciudad de México México —dice— Es una gran persona —sonrie—

—Oh ya veo, entonces ¿tu cuando regresas a la ciudad? —pregunta fingiendo que no le importara—

—Dentro de una semana, tengo "vacaciones" —hace  paréntesis con sus manos— Después de esta bella semana, Aris y yo nos regresamos a la dura vida de la ciudad de México —finje dolo, ocasionando una risa de Axel—

—Eres todo un drama —rueda los ojos —




















Cuando mencione que tenia
a alguien por quien aferrarme
a la idea de Oaxaca eras tu, Cuauhtémoc López, me estaba aferrando totalmente en ti.

Aún que bien. Te veré cada cierto tiempo, eso es más que suficiente
para quedarme aquí el resto de mis días. Eres una persona la cual vale todo lo que se pueda hacer en este mundo. Aristóteles es muy
afortunado al tenerte.

¿Sabes?, creo que me gustaría irme contigo a la ciudad, pero mi nuevo trabajo en el hospital me lo complica.

Me siento como un adolescente enamorado, escribiendo en una estúpida libreta llamada "Diario" sobre el chico que me trae loco.

Siento que debo conocer a más personas, tal vez pueda enamorarme de otra persona. Así te dejara en paz con tu novio. Se nota que son muy felices.

Solo espero encontrar esa felicidad.

¿La podre encontrar?

𝐄𝐥 𝐝𝐢𝐚𝐫𝐢𝐨 𝐝𝐞 𝐀𝐱𝐞𝐥 |✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora