Testigo [Editando]

Capitulo 6

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Narrador:

—La señorita Ame se encuentra en buen estado su desmayo fue gracias al estrés y cansancio lo que necesita ahora es reposo—Dijo el doctor viendo a los presentes.

—Cuando vamos a poder verla—Hablo la emperatriz.

—Cuando despierte van a poder pasar a verla—Respondió el doctor—Si me permiten su majestad me retiro con permiso.

Paso media hora todavía no despertaba los tres presentes no se pensaban mover de ahí sin ver a Ame las damas de compañía de la emperatriz insistían en que se fuera a descansar, ya que era muy tarde, pero ella estaba como una roca no pensaba irse sin ver a Ame y asegurarse que estuviera bien el emperador mejor ni lo miraban con solo verlo sabías la respuesta Suni estaba que se comía las uñas de tanto estrés a esta hora nadie sabía donde estaba Rashta o que hacía, pero en ninguno de los presentes le importaban en este momento nada sobre ella mejor ni la nombraban.

—Ya pueden pasar la señorita Ame  despertó—Dijo el doctor avisando a los presentes.
Rápidamente todos se levantaron el emperador y la emperatriz pasaron rápidamente hacia la sala donde estaba la pelirosa al menos la peli castaña se detuvo a decirle al doctor.

—Muchas gracias le agradezco su duro trabajo—Hizo una reverencia para irse rápidamente.

—No hay nada de que agradecer es mi trabaj...—Se dio cuenta de que ya se había ido la pelicastaña.

Ya se encontraban en la sala con la pelirosa que sentada en la camilla jugando con sus manos mientras los presentes esperaban alguna explicación por parte de la oji azul.

—Lo que paso fue... que Rashta se atravesó en mi camino me trato muy mal me dijo cosas hirientes después comenzaron los golpes y ya—Dijo la pelirosa como si nada hubiera pasado.

—Queremos detalles—Hablo la emperatriz.

Sin más remedio Ame comenzó a contar todo sin saltarse ninguna parte los presentes escuchaban todo atentamente en silencio cuando termino rápidamente el emperador salió rápidamente buscando gritando el nombre de Rashta se notaba lo enojado que estaba la emperatriz tenía una mirada fría esta no se la iba a pasar a Rashta no iba a permiter que lastimaran a su amiga.

[•••]

El emperador encontró a Rashta en su habitación murmurando el nombre de Ame tenía una mirada furiosa en sus ojos.

—¡Rashta! Ya me entere de lo que hiciste—Hablo el emperador acercándose a la albina.

—¡Su majestad! Yo no hice nada de malo—Dijo entre sollozos la albina—Y-o lo siento

—Rashta esta vez te lo dejo pasar, pero me llego a enterar de que estás agrediendo, tratando mal a Ame dejaras de ser mi amante y enseguida serás ejecutada—Dijo lazándole una mirada fría—No creas que la emperatriz se va a quedar con los brazos cruzados mientras ve como le haces daño a su amiga—la contraria quedo en silencio—Nos vemos más tarde Rashta—Respondió el pelinegro para así irse.

[Salto de tiempo]

La pelirosa se encontraba mirando la ventana de su amplia habitación no había ni una sola estrella esa noche la única que iluminaba era la luna cuando vio pasar a un pájaro dirigiéndose hacia la habitación de la emperatriz una pequeña sonrisa se formó en su cara.
Sin previo aviso entro el emperador a la habitación
—Ame ¿estás bien?—Pregunto angustiado el pelinegro.

—Claro que si su majestad y usted lo veo angustiado—Respondió la pelirosa.

—Oh, claro que estoy bien Ame me alegro de que te encuentres en buen estado—Dijo el emperador con cierto nerviosismo.

—¿Seguro? Si usted desea quiere puede acostarse en mis piernas le puedo hacer mimitos dicen que eso calma—la pelirosa dijo eso de manera inocente.

Las palabras de la pelirosa provocaron un fuerte sonrojo de parte del emperador, pero aun así asintió ante la idea de la oji azul
Se dirigió torpemente hacia la pelirosa mientras ella lo miraba con un rostro sereno acostó su cabeza en las piernas de la pelirosa que estaban cubrirás por una manta a los segundos pudo sentir las delicadas manos de Ame en su cabello tocándolo de una manera delicada.

La sensación de sus manos en su cabello era única sentía que todas sus preocupaciones se desvanecían en ese instante estaba en el mismísimo cielo deseaba que el tiempo se quedara atascado en ese momento escucho el leve tarareo de la peli rosa esa linda melodía, pero había una pregunta que atormentaba seguidamente la mente del emperador era él ¿por qué? La oji azul podía ponerlo de esa manera que con solo ver a Ame se alegra su risa era como escuchar la risa de los dioses su cara parecía tallada por los angeles su sedoso pelo la tranquilidad que ella le trasmitía su sonrisa que con solo verla era como si le dijera que todo estuviera bien.

¿Pero por qué solo podía sentir esa sensacion ella? Su subsuconsiente respondio a su pregunta —Es amor—
¿Amor? —Si amor— Pero si ya tengo una amante —Tú más que nadie sabes que ella no se compara con lo que sientes por Ame—¿En serio? Dame algunas razones —Bien si eso quieres
Es más atenta no es idiota tiene un carácter fuerte cuando se enoja no se rinde ante sus ideales le es fiel a las personas que quiere no causa problemas se lleva bien con todos su sonrisa hace los días más felices no se hace la inocente ¿quieres que siga?-No con eso me basta será que el—emperador estaba descubriendo su primer amor, pero si ese no era el caso entonces porque sentía todo eso.

Alzo la mirada la pelirosa estaba dormida su rostro sereno lo podría ver por siglos y no se aburriría su mano todavía estaba situada en su cabeza admiraba el hermoso rostro de Ame —¿Ame porque haces que estos sentimientos broten de mí?—Susurro el emperador—Se levantó con sumo cuidado de no despertar a la oji azul le dio un suave beso en la frente—Buenas noches, Ame descansa—Dijo así para retirarse de la habitación no sin antes apreciar por última vez ver a Ame descansar.

Creo que después de todo si eres mi primer amor Ame...

Continuará