Capitulo 5.- El fin de un sueño

335 32 0
                                    

Créditos al autor: Arminius

Los secretos no pueden ocultarse por siempre, no en un pueblo pequeño. Mucho menos en una aldea ninja. Incluso los secretos que tienen secretos, suelen con el paso del tiempo ser algo de dominio público. Se supone que es la naturaleza verdadera del Shinobi, algo que no puede abandonar aunque se encuentre en su propia casa.

Muchas buenas intenciones generalmente no terminan en algo positivo. Por esa razón se dice que un ninja debe "ver a través de la decepción". Porque la misión es lo primordial y los elementos que se sacrificaron en el proceso no deben verse como perdida. Son gajes del oficio, accidentes de trabajo, o en última instancia perdida aceptables. Pero en la vida civil ese concepto no es perfecto.

Todo comenzó como algo normal. Un compañero que quiere ayudar a sus dos amigos. Sasuke nunca se lo dijo a Sakura. Pero el último día que visitó a Naruto en el hospital, vio la muerte en sus ojos. Ella había tenido razón por mucho tiempo. Naruto quería morir. Usualmente Sasuke hubiera accedido al pedido su amigo si acaso la muerte era lo que deseaba. Pero el joven Uchiha se sentía muy solo. Naruto era el único que alguna vez lo había comprendido. No necesitaban palabras para entenderse. Solo miradas, gestos, puños chocando. Sasuke extrañaba todo aquello.

Cuando propuso su compromiso con Sakura, nunca pensó que esto acabaría con Naruto. Era cierto que el rubio seguía estando completamente loco por su compañera de equipo. Al punto de alejarla para que no cargara con él por estar invalido. También que ella ya no estaba tan reticente a aceptar ese cariño por parte del Uzumaki. Pero sentimientos aparte, la situación no era ideal como para pensar en que esos jóvenes pudieran empezar una relación que terminara en una familia feliz.

Sasuke había perdido demasiado en su vida.

Primero su familia, a continuación su hermano mayor cuando se reveló como el asesino del clan, luego sus amigos y equipo cuando decidió que la venganza era el único camino para calmar su dolor. Finalmente su honor, convirtiéndose en renegado y su alma al asesinar a su hermano. Encontró la respuesta volviendo al comienzo, cuando el primer Hokage definió la historia de Konoha como una historia de sacrificios. Entendió por fin a Itachi, y a tantos otros como él. Conoció al padre de Naruto, comprendió que la historia de ese amigo que él pensaba tan diferente, era básicamente la misma. Naruto lo había perdido todo, antes de siquiera saber llorarlo.

Cuando vio la muerte en los ojos de Naruto tuvo un pensamiento egoísta. No podía perder a su mejor amigo también. No podía volver a quedarse completamente solo en el mundo. Volver a Konoha no le daba compañía. Todos pretendían quererle cuando en realidad a nadie le importaba comprenderlo. Solo querían al sharingan, a los futuros hijos que les otorgara la misma herencia y al ninja que Sasuke Uchiha era. Nadie quería al hombre, nadie quería convivir con la persona imperfecta y carente de afecto. Sasuke paso un mal rato hace meses, cuando discutió con Sakura una noche. Estaban en el comedor de Naruto y el rubio aun no despertaba de su último ataque:


Flash back:


-Escucha Sakura...-dijo el moreno de brazos cruzados, mientras la veía leer algunos libros- creo que deberías considerar mejor el asunto.

-No tengo nada que pensar Sasuke...-dijo ella sin siquiera levantar la vista- tu plan no es más que una locura.

-hace dos meses puede ser...-admitió el hombre caminando por el comedor de la casa Uzumaki lentamente- pero desde el último ataque de Naruto....no veo otra opción para mantener a los viejos alejados.

-me vale un diablo lo hagan o dejen de hacer...-susurró Sakura volteando la hoja de su libro.

-tu rudeza es admirable,-señaló Sasuke- pero en esencia inútil. Tienes tanto poder de decisión, como tiempo les tarde a los ancianos darse cuenta de los informes falsos.

-Por eso tengo que utilizar el tiempo de la mejor manera. Y no creo que fingir ser tu prometida, en una reunión de líderes de clanes, sea la mejor posibilidad que me queda.


Sasuke la miraba con cierta incredulidad. En los últimos años había tenido un pésimo concepto de ella. Basado principalmente en su desafortunada intervención sobre el final de la batalla. En los últimos meses, cuando se arriesgó tanto para proteger a Naruto. Sasuke había pensado que tal vez Sakura merecía la pena haber sido salvada por el Uzumaki del Juubi. Y finalmente ahora, justo ahora cuando el filo de la desgracia la tocaba tan de cerca, Sakura demostraba ser tan estúpida como para no darse cuenta cuando rendirse. Definitivamente el Dobe había encontrado a su igual en idiotez.

-se parece al Dobe....-sonrió levemente Sasuke en un pensamiento- no sabe retirarse. Siempre avanza a pesar de todo. Tengo que hacer algo para que no termine muerta.

-Sasuke, me estas molestando...-dijo finalmente Sakura sin dejar de leer- Naruto hace dos días que duerme y tengo que tener alguna solución para cuando despierte.

-que esta inconsciente dirás mejor...-aclaró Sasuke que por alguna razón no podía dejar de caminar por el lugar- ha tenido hipotermia, luego fiebre, luego parálisis, convulsiones, vómitos, etc., etc. Su corazón está a punto de explotar, o apagarse según se vea. ¿Seguro que no es mejor ayudarlo a...?

-¿Morir? –Elevó la vista la joven y sus ojos revelaban una molestia infinita- ¿tú también me dirás que lo mejor que podemos hacer por Naruto es asesinarlo?

-solo pienso que es su elección. –Indicó Sasuke- a mí sinceramente no me agradaría para nada pasarme el resto de mi vida atado a una cama o silla de ruedas.


-Naruto no está pensando con claridad Sasuke...-le dijo Sakura parándose violenta y asentado sus manos sobre la mesa donde estaban sus libros- piensa en morir cuando tiene mucho por que vivir. Cuando nunca tuvo que recibir esa descarga en primer momento. Su mente está afectada por el chakra del Juubi. Solo tengo que encontrar esta planta....es muy complicado pero si logro hallarla, todo estará bien.

Sasuke observó la ilustración en el libro. Las hojas dibujadas a color le daban una buena imagen del tipo de planta. No tenía mucha idea de lo que pretendía Sakura, pero de alguna forma tenía que convencerla de aceptar el compromiso ficticio. No podía arriesgarse a fallarle a Naruto. Porque si bien no podía ayudar a la salud del Uzumaki, al menos protegería a Sakura la cual era valiosa para el rubio.

-la planta se llama... -susurró Sakura.

-"la hoja de las nubes" –completó Sasuke observando el libro- es rara de encontrar, para quien no sabe dónde buscarla, es casi imposible.

-Sasuke tú.....-dudó Sakura confundida- ¿Qué quieres decir? ¿Cómo sabes el nombre de la planta?


Sasuke conocía esa hierba, la conocía entre todas porque hace años Kabuto la había utilizado para calmar el dolor que Orochimaru había sufrido en sus brazos. Como consecuencia de la invasión a Konoha y el sello del Sandaime. Que ironía de la vida, la hierba que conoció por convertirse en un traidor. Un renegado por creencias idiotas que lastimó a sus más valiosos amigos. Esa decisión fundada en un odio a su hermano, esa decisión que dejó destrozada a Sakura y abandonado a Naruto, ahora servía para ayudar a sus dos compañeros muchos años después.

-conozco la planta y se dónde encontrarla. – Aclaró ante la sorpresa de Sakura- también conozco sus efectos y sé que solo sirve para anestesiar. ¿Qué se supone que puedes hacer con ella?

-es la solución al problema...

-con eso no podrás hacer nada...

-consíguela y lo veras.

-no hay tiempo Sakura...-señaló Sasuke mirándola serio- la reunión de clanes es dentro de una semana. Si no me presento con mi prometida esa noche, supondrán que tú y yo no tenemos acuerdo alguno. En dos semanas vendrán a esta casa y entonces Naruto será descubierto. No sé qué tipo de milagro pienses realizar con esa planta. Pero te aseguro que un mes no es suficiente.

¡Claro que no era suficiente!

Sakura era consiente que tener mucha cantidad de esa rara planta, solo le daba una buena opción de recuperación a largo plazo. No podía hacerlo en un mes, menos aun si era el último mes de vida en Naruto. La frecuencia de los ataques había aumentado así como la intensidad. Primero pasaron años entre golpe y golpe. Luego meses y ahora solo tenía días. Si acaso su idea se realizaba correctamente. Naruto comenzaría a recuperarse poco a poco. Le llevaría más de tres meses volver a ser alguien con libertad de movimientos. Pero Sakura también era consiente que si Naruto confirmaba todos sus dichos sobre la supuesta relación de ella y Sasuke. Ya nada le detendría en su afán de suicidio. No tenía razones para vivir, no cuando creía que se quedaría solo.

-necesito esas plantas Sasuke...-le advirtió- si puedes traerlas lo voy a curar.

-las traeré siempre y cuando, aceptes ser mi novia por el próximo año.

Ambos se miraron seriamente. La sorpresa de Sakura era total. ¿Qué ocurría con Sasuke? ¿Acaso ahora se le daba por amarla? Si era así era malo el momento de declararlo. Y mucho peor extorsionarla de esa forma.

-¿estas tratando de obligarme? –declaró molesta la chica.

Sasuke no sabía cómo explicarlo. Esto de ayudar a los demás no era lo suyo para nada. De buena gana la hubiera dejado que se pudriera por sus errores, así como él tenía que pagar su cuota ante el consejo cediendo su soltería. Pero pensó en Naruto nuevamente, a ese idiota le dolería en el alma que ella sufriera. Que fuera dañada sería peor que morir para el Uzumaki. No podía hacer casi nada por él, pero al menos tenía que protegerla hasta que Naruto estuviera en condiciones de hacerlo nuevamente.

-mañana iré a casa de tus padres para realizar un acuerdo...-declaró frio y se retiró del lugar- sino no aceptas comprometerte conmigo por algunos meses solamente....no tiene caso buscar unas plantas que no tendrás ocasión de usar.

-¡SASUKE NECESITO ESAS PLANTAS! –Le persiguió ella furiosa- ¡NO PUEDES OBLIGARME DE ESTA MANERA! ¡NO PUEDO SER TU PAREJA! ¡ENTIENDE QUE ESO PARA NARUTO SERIA...!

-¿Para Naruto...? –Consultó Sasuke irónico- ¿y ahora te importa lo que piense Naruto? ¿Acaso me dirás después de la estupidez que hiciste, estas enamorada de él?


Sakura no sabía que decir, ¿Qué hacer? ¿Acaso sería una locura admitir que sentía cosas por Naruto? ¿Cosas que no debía sentir más allá de la amistad? ¿Era impropio admitirlo? ¿Acaso Sasuke tenía intenciones secundarias a ese pedido? ¿Se negaría a traerle la planta sino aceptaba entrar al compromiso? Sakura no sabía que decir, porque no sabía lo que sentía. ¿Hubiera dado lugar a ese lindo sentimiento de no haber estado herido Naruto? ¿Lo quería? ¿Realmente lo quería tanto? ¿Lo...amaba?

-cuando Naruto despierte, -señaló Sasuke serio- hablare con él.

La furia de Sakura se desató al fin, golpeó con tanta violencia la mesa del comedor que crujió casi partiéndose por la mitad. Los trozos de astillas se esparcieron por el lugar, el rostro de incredulidad en Sasuke era notorio.

-¡NO PUEDES HABLAR CON EL AHORA! ¡NO PUEDES DECIRLE QUE ME CASARE CONTIGO! ¡NO PUEDES SASUKE!

-no es real...

-su mente lo hará real, creerá que lo engañamos, que nos reímos de él. –Susurró con tristeza Sakura- no puedo correr ese riesgo. Apenas si estoy...recuperando su confianza.

-entonces deberás tomar una decisión. –Admitió el Uchiha- te quedas a verlo morir durante un mes, o te comprometes conmigo y le das otra vida. Tal vez sea lo mejor, tal vez tú nunca le has convenido en primer lugar. Esa muchacha....la del clan Hyuuga.

-¿Qué pasa con ella?

-tiene un clan poderoso a su servicio y se nota que no tiene miedo de admitir que lo ama.

-¿Cómo en mi caso? –Gruñó Sakura molesta- ¿dices que Hinata lo merece más porque no tiene la culpa de que este postrado en esa cama? ¡No puedo decirle ahora que lo quiero Sasuke! El creerá que lo hago por lastima.

-Y Si Naruto se recupera, ¿Qué vas a hacer con él? ¿Simplemente le dirás que ahora están a mano? ¿Le dirás que lo amas?-desdeñó con mueca de desprecio- Como sea no es mi problema. En un año de acuerdo podremos cancelar todo y quedaras libre. No me interesa casarme contigo pero no veo otra forma de ayudar al Dobe que ayudándote a ti. Así que si quieres las malditas plantas, surgieron que llames a tus amigos para ayudarte a rastrearlas en los puntos que conozco están cercanos. Yo puedo conseguir muchas, pero necesito tiempo, más tiempo del que Naruto tiene por ahora. Debo ir demasiado lejos.


Sakura no dijo nada, pero estaba contra las cuerdas y lo sabía. No podía negar la lógica de la situación. Sasuke tenía razón, eso le molestaba mucho. Le enfurecía que Naruto hubiera tenido razón al acusarla de estar en pareja con Sasuke. Al acusarla de ayudarlo solo por compromiso. Los desvaríos de Naruto terminarían por tener la razón, aun cuando en realidad no fuera cierto. ¿Qué pensaría cuando supiera....? O más importante, ¿Cómo evitaría Sakura, que Naruto se quitara la vida?


Sasuke no dijo más esa noche, simplemente cortó por lo sano y al día siguiente visitó a los padres de Sakura. El matrimonio Haruno lo recibió con todos los honores. Sin dudas estaban preocupados por su hija, preocupados que ella viviera y cargara con un invalido sin futuro. Sasuke vino a "salvarla" según sus padres. Concertado el compromiso, Sasuke pagó la mitad de la dote en dinero y quedaron fijados a un año los acuerdos mínimos. Sakura fue llamada y tuvo que firmar, su madre estaba feliz porque ahora estaba segura que si hija no se casaría con el jinchuriki. Estaba aliviada y eso a Sasuke le pateaba el hígado.

-todo lo que hago....-pensó Sasuke saliendo de la casa Haruno con el documento maldito- todo lo que logro tocar, lo que quiero proteger, lo convierto en veneno.

Y se fue por la calle sabiendo que estaba a un centímetro de cometer su último error. Sabía que decirle a Naruto lo había hecho sería terrible. Pero también suponía que no decirle le haría aún más daño. No podía intervenir porque Sakura le había hecho prometer que nadie jamás se enteraría. Sasuke prometió porque era la única forma de que firmara. Pero era una promesa sin futuro. Konoha era una aldea ninja, tarde o temprano alguien lo descubriría.


Fin del flash back:



Cierta noche, en las mansiones Hyuuga se celebró una cena especial. Una reunión de clanes donde generalmente los líderes asistían para arreglar contratos, establecer acuerdos y renovar los vínculos entre familias. Había una visita especial que hacia escasas horas que estaba en la aldea. Lord Kazekage, Gaara de la arena había celebrado una reunión con el feudal del fuego y ahora paraba por una noche en la villa escondida entre las hojas para entre otras cosas visitar a Naruto.

Sasuke fue invitado, así como todos los cabeza de familia. Obligadamente tuvo que ir acompañado de Sakura. Hacia muchos meses que salían y a todos los conocidos le decían que solo eran amigos. Solo los padres de Sakura, el Hokage, y los consejeros ancianos sabían del acuerdo matrimonial. No había razones para revelarlo, no había razones para que nadie se enterase. Sin embargo, Homura Mitokado no era tonto. Era consiente que algo extraño se cocinaba entre Uchiha, su prometida y el Hokage. Los consejeros no tenían derecho para dar a conocer en Konoha los acuerdos secretos de los clanes. Salvo que fuera estrictamente necesario.

Gaara estaba en la cena acompañado por su hermana Temari. No solo era su escolta sino su consejera en asuntos diplomáticos. Al pelirrojo le extrañaba no ver a Naruto en esa reunión. Después de todo era un héroe de la anterior guerra. Le comentaron sobre la larga recuperación que aun el Uzumaki estaba superando. Pidió verlo antes de partir al día siguiente, y le fue concedida la ubicación de la casa. La cena iba trascurriendo con normalidad, hasta el desafortunado momento que Shikamaru e Ino anunciaron su compromiso. Todo cambio, hasta se podía decir que temperatura del lugar bajo varios grados. Indudablemente Temari había tenido otras expectativas al visitar la aldea. Shikamaru había sido la elección de Temari desde la guerra, pero indudablemente el sentimiento no era mutuo. La conversación comenzó a derivar en matrimonios y acuerdos de ese tipo. Sakura empezó a sudar ante la posibilidad de que sus asuntos se blanquearan. Cosa que ocurrió casi terminando la velada.

-¿Lord Kazekage está buscando por casualidad un compromiso para su hermana en Konoha?- consultó el consejero Homura en el final de la cena.

-no lo sé....-dudó Gaara al ver la irritación de Temari por el asunto del Nara- la idea de este viaje inicialmente era esa, pero las variables han cambiado.

-bueno lord Kazekage....-sonrió el anciano mirando a lo lejos al joven Shikamaru en otra parte de la larga mesa- existen muchos hombres prometedores y dignos de desposar a su hermana. Pero Nara-san está comprometido, y temo que tampoco podrá contar con Uchiha-san.

-¿y qué me dice de Uzumaki Naruto? –Preguntó Temari tratando de desviar el tema personal y averiguar más sobre el rubio- supongo que su actual popularidad le habrá ayudado a conseguir pareja. ¿O me equivoco?



Tanto Temari como Gaara miraron a Sakura fijamente. Ambos tenían la impresión que la chica pelirosa era importante para el rubio. Seguramente ya estaban en pareja o casados, después de todo ella debía estar representando a Naruto en la cena. Pero lo que estaba buscando el consejero Homura sucedió, una oportunidad de explorar la situación.

-temo que su mirada se está fijando en la señorita equivocada...-sonrió el viejo- les presento a Haruno Sakura, la prometida de Uchiha Sasuke.


El resto de la despedida fue testimonial. Todos los líderes escucharon eso. Solo Ino Yamanaka lo sabía hasta el momento. Ahora todos lo sabían, la mayoría no reportó el asunto como algo importante. Pero Hinata, la hija de lord Hyuuga que era anfitrión de la cena, tenía especialmente interés en esa situación. Hace tiempo había creído que Sakura estaba íntimamente relacionada con Naruto. Ahora mismo acababa de recibir una buena noticia. Acababa de comprobar que Naruto era un hombre libre, y que su máxima rival por el corazón del hombre que amaba, estaba comprometida con otro.

Sakura no sabía cómo escapar, ahora todos lo sabían. Lo sabía Hinata, que le dedicó una mirada desafiante. Lo sabía Shikamaru, que en sus ojos había reproche tanto para Sakura como para Ino. Sasuke se mantenía impasible, él siempre tuvo la impresión que debieron hablarle a Naruto desde el comienzo. Ahora mismo tendrían que anticipar a todos y apenas salieran de esa reunión ir a por Naruto y decirle todo. Ya no había más motivos para dudar, o se lo decían ellos, o alguno más se lo diría.

Casi a la madrugada Sasuke y Sakura llegaron a casa de Naruto. Ella parecía completamente abatida, Ino le había advertido que Naruto tenía pesadillas horribles con la situación. Pero no quedaban más puertas que cerrar. O se lo decían ellos, o Gaara, Temari, incluso Shikamaru se lo terminarían por decir. Pero no tuvieron oportunidad, Naruto había dejado una nota sobre la mesa advirtiendo que pasaría un par de días en el monte sagrado de los ermitaños. Un aplazamiento, un leve paréntesis. Uno que duraría muy poco.


///////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////


El templo del anciano sapo en la montaña era un lugar enorme. Naruto había sido llevado por Fukusaku quien lo guio hasta el más sabio de los residentes. El viejo estaba completamente ciego, ni siquiera abrió sus orbes cuando el joven humano se sentó frente a él. Hacía años que oscuras visiones lo atormentaban. El joven Naruto ocupaba muchos de sus presagios. Pero había otra parte que el anciano sapo no entendía, era la parte donde los demonios luchaban por el cuerpo del joven humano.

-Naru-chan....-susurró Fukusaku como disculpa- durante años esperamos tu regreso.

-no podía usar el chakra.

-nos prohibieron ir por ti antes que te recuperaras. –Dijo el pequeño anfibio- el sabio de la montaña nos ha dicho que era un camino que tenías que recorrer tú solo. Antes de volver aquí.

-¿en serio? –Sonrió Naruto tranquilamente- y yo creí que se habían olvidado de mí.

-el camino de los Sennin....-anunció el gran sapo como si recitara una profecía- es el camino de lo natural. Dos demonios luchan en tu cuerpo, uno es quien te incita a morir. El otro, quien aprendió el valor de vivir dando así, otra posibilidad a tu existencia.

-Kyuubi....-pensó Naruto ante las palabras solemnes del sabio.

-pero es una lucha que no te pertenece, -continuó el viejo- tú tienes un sendero diferente. Una nueva vida que construir. Porque el héroe Naruto Uzumaki está muerto. Pero tú, aun vives para luchar otro día. Te han traído ante mí por una razón, y solo una. Has tenido sueños y pesadillas. Pero no es importante el pasado, porque aun eres dueño de tu futuro. Atesora estas palabras en tu corazón, cuando la oscuridad cubra tu vida, recuérdalas. Tal vez te puedan salvar la vida. La oscuridad que tanto miedo produce en tu corazón, es también la que te permitirá renacer nuevamente.


Luego de esas palabras, el sabio se quedó dormido. Era demasiado anciano, le costaba mucho mantenerse despierto. Fukusaku condujo a Naruto para la habitual zona donde hace años había entrenado el arte Sennin. Al pie de la montaña, donde la anciana Shima preparaba el siempre repugnante guisado de orugas. Sacando de consideración la cena, Naruto pasó una agradable noche junto al fuego. Los grandes guerreros de la familia Gamma contaron historias de batallas antiguas. Hubo entusiasmo general por el retorno de Naruto al monte y hasta Gamabunta se ofreció a ayudarlo con el nuevo entrenamiento. Aunque seguramente lo hacía por su estado de ebriedad. Como fuera, Naruto se sintió muy feliz. Los sapos le hacían acordar a Jirayja, y también a su padre. Los anteriores dueños del contrato de invocación.


Durante esos dos días estuvo realizando ejercicios básicos. Corría por los bosques, realizaba sentadillas, flexiones y usaba ciertas piedras como pesas. Meditaba durante muchas horas, usando el chakra natural en pequeñas cantidades. Si tuviera que compararse con el Shinobi que era hace casi tres años, actualmente era un debilucho sin ninguna oportunidad de triunfo. Ya no tenía el poder del Kyuubi. Ya no tenía además su exceso natural de chakra sin razones aparentes. Actualmente poseía 5 veces el chakra normal de un ninja. Eso debería ser buena noticia para cualquiera, pero considerando el gasto terrible de sus técnicas básicas, y que antes poseía un nivel doscientas veces superior a la media. Naruto podía considerarse, "retirado" de la actividad ninja.


-"Porque el héroe Naruto Uzumaki está muerto" –recordaba las palabras del sabio.


Por muchas horas estuvo sentado en el bosque meditando cada frase. Naruto entrenaba tratando de volver a ser, pero nunca regresaría su poder. No podía esperar pelear con clones y técnicas masivas de chakra; no con este nivel. Tenía que cambiar, tenía que entrenar de otra forma. La segunda tarde de su estadía en los bosques, se encontró con Gamahiro. Uno de los sapos gigantes que combatía con dos katanas. Hablaron durante algún tiempo, existían muchísimas formas de pelear, muchas técnicas y estrategias de lucha. No todo el mundo ninja dependía del chakra.

-tu padre no tenía mucho más chakra que cualquier ninja normal. –Le dijo Gamahiro- Bunta siempre nos ha hartado con historias sobre Minato-san. Puedes volver a ser un ninja, solo tienes que descubrir el cómo.


Al cumplirse el segundo día, Naruto frente a la choza de Shima y Fukusaku pidió permiso para regresar a Konoha. Dijo que regresaría por algunas pertenencias. Y que en realidad necesitaba aclarar sus asuntos con ciertas personas. Pensaba en Sakura, tal vez proponerle que viniera a vivir al monte sagrado. Mientras el entrenara, estarían juntos, tal como habían estado durante los últimos meses. ¿Ella aceptaría? Era cierto que no habían avanzado desde aquel beso. Pero nada de lo que Sakura hacia o decía en los últimos días, le hacía suponer a Naruto que estaba enojada. ¿Acaso ella no había correspondido el beso? Naruto tenía una posibilidad, una pequeña, para volver a ser ninja. Y también para vivir por siempre junto a la mujer que amaba.


////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////


Cuando regresó a la casa Uzumaki, Naruto comenzó a preparar sus pertenencias básicas para instalarse en monte de los ermitaños. Aún tenía que recibir curaciones semanales por parte de Sakura, Shizune o incluso Ino. Cualquiera de las tres Kunoichi podía hacer la tarea. Por supuesto la ilusión de Naruto era llevarse a su pelirosa a vivir con él. Pedir permiso a Kakashi-sensei para llevársela. Sería lo mejor que le podía pasar. Estar solo con ella en los bosques.

Sakura no estaba en la casa. Naruto revisó levemente en cuarto de la chica y notó que sus pertenecías de viaje no estaban. La mochila verde que usaba en misión, seguramente estaba ocupada fuera de la aldea. El rubio decidió darse una ducha, y a continuación salió a la calle para visitar el puesto de ramen. Ansiaba deleitarse con su comida favorita y los últimos dos días no habían sido precisamente buenos en materia de alimento. Estaba tranquilo, se sentía feliz y pensando con intensidad en el tipo de entrenamiento que iniciaría.


Saludó al viejo cocinero Teuchi, y también a su hija Ayame. Comenzó a comer minutos después, habían pasado los tiempos más oscuros. Podía disfrutar, podía estar enamorado, podía tener una familia. Solo tenía que esforzarse un poco más. Bueno, en realidad tenía que esforzarse mucho más. Entrenar como nunca.

-hola....Naruto-kun...

-ah ¿Hinata? –El joven por fin notó la presencia de la muchacha a su lado, y sus compañeros Shino y Kiba- ¿Cómo les va amigos? Siéntense dattebayo.


Pasaron a una de las mesas dejando la barra. Charlaron cerca de dos horas. Mientras comían y bebían. Se pusieron al día sobre todos los meses pasados. Naruto no olvidó agradecerles por haber encontrado las plantas que lo recuperaron. Shino fue el primero en notar que el chakra de Naruto no era como siempre. Hinata lo confirmó con el Byakugan. El rubio evito decir que su energía normal parecía haber desaparecido. Simplemente indicó que entrenaría para regresar a la normalidad. Hablaron sobre esto y aquello. Hinata estaba muy feliz de poder estar junto a Naruto. Pero por más que se moría por decirle lo que sabía sobre Sakura y Sasuke, algo le decía que Naruto sufriría mucho. Hinata jamás albergaba malicia en el corazón, era algo que no iba con ella sencillamente.

Para fortuna o desgracia, fue Kiba quien abrió la boca de más. Hinata tenía una gran contradicción en decir o no decir lo que sabía. Por algunos momentos pensó que tal vez Naruto sabía de la situación. Que solo sería un chisme sin víctimas. Pero Kiba jamás pensaba demasiado las cosas. Para el todo era blanco o negro. Nada tenía grises. Sobre todo nada de lo que decía implicaba a su materia gris, según comentaba su compañero Shino a menudo.

-hace dos días hubo una reunión de líderes. – Apuntó Kiba- no estuve allí, pero Ka-san representaba a mi familia. Me ha contado algo extraño.

-¿Algo extraño Kiba? –Elevó una ceja Naruto incrédulo- ¿extraño o aburrido? Me late que esas cenas son como para dormir.


Todos sonrieron, Naruto no era alguien que encajara en esas pomposas cenas diplomáticas.

-Hinata tu estuviste esa noche ¿verdad? –Señaló Kiba para apoyar su chisme- ¿es cierto que...?

-Kazekage-sama y su hermana estuvieron en la cena si....-interrumpió Hinata sonrojada- fue bastante tenso cuando Temari-san se dio cuenta que Shikamaru-kun estaba comprometido con Ino-san.


Kiba se quedó paralizado. Cuando Hinata o Shino desviaban un tema que él había iniciado, era claro indicativo de que estaba por cometer un error. "¡cierra la boca Kiba!" era el mensaje de sus amigos. Y siempre tenían razón cuando lo hacían. Como estuvo por comentar el asunto del compromiso de Sasuke y Sakura. Pudo recapacitar que no era el momento para abrir la boca. Si Hinata, con todo lo que le convenía no decía nada, era mejor no meter la pata.

Rato después, mediante una sugerencia de Shino que quiso ayudar a su amiga, Naruto y Hinata se fueron por la calle con la excusa de que el joven acompañara a la chica hasta su mansión. Caminaron y charlaron animadamente, Hinata había ganado algo de confianza desde la guerra, ahora podía mantener una conversación sin que la presión la hiciera desmayar. Naruto le estuvo contando varias cosas que hizo en los bosques, Hinata le comentó sobre algunas misiones de los últimos tiempos. Finalmente, cuando llegaron a la puerta de las mansiones Hyuuga. Hinata se animó a decirle lo que deseaba:

-Naruto-kun....te agradaría....podríamos... ¿cenar algún día de estos?


El muchacho se le quedó mirando con algo de sorpresa. Había estado conversando a gusto con ella a tal punto que olvidó con quien estaba. Hinata Hyuuga era una mujer muy hermosa. La mayoría de los hombres en el país, casados o no, darían lo que fuera por tener la posibilidad de cenar con ella tan solo una vez. Y el recibía ese premio sin ningún costo. Lamentablemente sabía lo que pasaba. Recordaba lo que Hinata hizo por él hace años frente a Pein. Recordaba lo que dijo, sus sentimientos. ¿Acaso todavía sentía amor por él?

-Hinata, tú quieres.....-no sabía cómo decirlo- ¿quieres cenar conmigo? ¿Cómo amigos?

-Bueno....-ella se sonrojó levemente- yo quisiera hablar de eso en la cena. Si tú quieres.


Naruto no sabía que decirle. Hace solo algunas horas estaba pensando en proponerle a Sakura que se fuera con él al monte sagrado. Sabía lo que sufriría Hinata si en realidad seguía enamorada. Después de todo, ¿no había sufrido el mismo, todos esos años atrás cuando Sakura-chan perseguía al teme? "algún día de estos" era algo indeterminado. Inconcluso y cruel. Tenía que hacer algo, no podía dejarla de esa forma.

-Bueno –se rascaba la cabeza con algo de pena- en un par de días pensaba irme a entrenar fuera de la aldea. Ya sabes Hinata, tengo que volver a estar en condiciones. Pero antes de eso, ¿Qué te parece si cenamos? Huum.... ¿pasado mañana en la noche?

La sonrisa de la chica le hizo sentir un poco mejor. Al menos le estaba dando una cena. No era mucho, no era casi nada. Naruto sabía que amaba a otra mujer, sabía que tendría una difícil tarea al convencer a la morena que solo podían ser amigos. Naruto amaba a Sakura, pero Hinata era una buena chica. No podía simplemente ignorarla. Se prometió ser sincero con ella. Al menos eso le debía por los lindos sentimientos que representaba.


////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////


Volvían a la aldea de la hoja. Sakura había sido enviada a apoyar al equipo de Shikamaru para una misión rápida. Durante esos tres días había estado hablando mucho con su mejor amiga. Dándose ánimos, encontrando fuerza. Sabía que Sasuke regresaría de su propia misión más o menos al mismo tiempo. Ambos habían quedado de acuerdo en que apenas pudieran hablarían con Naruto sobre el asunto que les importaba a todos. Dos días desde que habían partido a sus misiones, tres desde que Naruto se había ido a monte sagrado, sabía que lo verían al regresar. Solo esperaban que no tomara a mal todo lo que había pasado.

Por cuestiones en las entregas de informes y la cena que tuvieron los equipos recientemente regresados de misión, Sakura recién regreso a la casa Uzumaki en la noche. Ya era tarde, estaba cansada, sucia y necesitaba con urgencia una ducha. Dobló la calle y a una cuadra de la vivienda se cruzó con un ex –compañero de equipo.

-¿Sai?

-Sakura-san....buenas noches...-dijo el moreno parando brevemente frente a ella.

- buenas noches Sai.

Ahora también estaba nerviosa, Sai no tenía filtros y si había estado con Naruto, podía haberle contado. Ella quería que todo saliera bien. No quería que las cosas cambiaran. Sin embargo, cuando utilizo su llave para ingresar al comedor, encontró a Naruto bebiendo su té con seriedad frente a la mesa, con varios documentos frente a él. Se saludaron, y Naruto no fue nada amistoso.

-buenas noches Sakura, ¿qué tal te fue en tu misión?

Se conocían desde hace mucho tiempo. Sakura sabía que cuando el tono de voz en Naruto no era relajado y amable, el asunto era muy grave. Sakura dejó su mochila en el suelo y se acercó a él mirándolo fijamente. Tenía miedo que hiciera algo estúpido, prefería que le hiciera daño a ella antes que a sí mismo. Estaban solos otra vez, solo y juntos, pero al mismo tiempo separados de una manera terrible. Sakura observó la confusión de su amigo, lo sabía todo, los malditos viejos se lo habían dicho todo. Sai solo había sido el instrumento.

-¿sabes que Sakura? –Empezó Naruto bebiendo su té- échale una mirada a este documento que me han traído. Tú te llevas mejor con esas cosas que yo.

Tuvo que usar todo su autocontrol para que las manos no le temblaran. No tenía miedo, pero la adrenalina que le recorría el cuerpo era como una corriente eléctrica. Apenas podía mantenerse de pie. Tomó el documento sobre la mesa reconociendo el formato casi al instante. Era un contrato de matrimonio. Comenzó a leer, buscando los nombres, los malditos nombres que señalarían toda la catástrofe. Naruto se movía frente a ella en la cocina de junto. Estaba preparando otro vaso con té, aunque este era para ella. Había dos contratos, uno era una propuesta donde estaba involucrada Temari. La otra era un acuerdo ya establecido.

"Uchiha Sasuke, Sakura Haruno" la firma de ambos, la firma de los padres de Sakura. El monto, el tiempo, las especificaciones del clan Uchiha. Allí estaba todo, era el contrato que ella había firmado. ¿Pero cómo lo consiguió Naruto? Los viejos no podían dárselo, era un documento que debía estar guardado bajo siete llaves. Solo el Hokage tenía acceso a él y no podía sacarlo de la oficina sin autorización de las partes contratantes. ¿Cómo consiguieron los viejos...?

-no es el acuerdo original...-señalo Naruto y con la voz levemente quebrada- es una copia que Sai ha realizado infiltrándose en la oficina correspondiente.

-Naruto yo....-Sakura estaba ahogada, no sabía que decir- déjame que te lo explique por favor.

-los consejeros vinieron a proponerme un matrimonio con la hermana de Gaara. –continuó como autista Naruto ignorando más allá de dejarle a mano el vaso con té- les dije que no podía, porque quería a otra mujer. Les había dicho que amaba a una mujer especial y no podía casarme con cualquiera.

-Naruto por favor mírame....-le indicó ella acercándose y tomándolo con ambas manos de los hombros- ¡mírame a los ojos por favor! ¡Te lo íbamos a decir todo!

-entonces.....-decía el con los ojos perdidos- entonces ellos dijeron....algo que no quería oír. Algo que no deseaba, algo que creí...

-¡fue para ayudarte! ¡No es lo que piensas! –Gritaba entre lágrimas Sakura nerviosa- ¡mírame a los ojos Naruto!

-no les podía creer, -susurró apagado el rubio- no podía creer que este contrato existiera. Pensé que todo era una treta para que me casara con Temari. Ella es bonita, y aprecio a su hermano. Pero...

-¡escucha con mucha atención! –le decía nerviosa Sakura- ¡como nunca has escuchado en tu vida! No me voy a casar con Sasuke Uchiha. Ese contrato, ¡este contrato! –Agarró los papeles y estrujándolos en una mano los abollo tirándolos al suelo- solo fue para obtener el tiempo necesario, para salvarte.

-¿Para salvarme?

Y comenzó a hablar sobre todo lo pasado. Sakura hablaba, nerviosa, impulsiva y tratando siempre de que él lo creyera. Le recordó todo lo pasado, que estuvo por morir, que los consejeros querían extraerle el Kyuubi. Cuanto había luchado ella para conservarlo vivo. Había mentido, había ocultado, había falsificado documentos. Lo hizo todo por salvarlo, todo por ayudarlo. Aunque él quería morir, ella no podía permitírselo.

-tú estabas en la línea de fuego...-le dijo por fin- Sasuke también estaba obligado. Lo obligaban a comprometerse con cualquier Kunoichi. Todo con la excusa de la recuperación del plantel ninja. Por eso ideamos esto, firmamos un contrato de un año. En el curso de ese tiempo supuestamente la pareja decide casarse, o separarse. Todo un año sin ser molestados por los ancianos. ¿Comprendes? Luego de eso simplemente nos separare...

Detuvo sus palabras finales al verlo a los ojos. La mirada de Naruto era completamente vacía, no había fe en ella, no había esperanza. Con cada palabra todo parecía una gran maraña de mentiras aún más insultantes. ¡Pero era la verdad! ¡Nunca quiso comprometerse! Luego de un pesado silencio, luego de un momento donde todos los lazos entre ellos parecieron desgastarse hasta desaparecer. Naruto se puso de pie, lentamente, como si todo su cuerpo le doliera ante cada movimiento. Recogió los vasos y los llevo al fregadero. Parecía que lo pensaba demasiado, que pensaba la manera de continuar. Respiro profundo, no podía dejarse caer, Sakura ya no sería su pareja. Dijera lo que dijera su amiga, tarde o temprano terminaría con Sasuke. Pero ya no importaba, ahora tenía que volver a entrenar. Volver a ser el que era.

-bien, -dijo finalmente Naruto regresando junto a la mesa- creo que ya estoy completamente recuperado. No necesito más medicina, ni más médicos. Agradezco tu ayuda Sakura, -la pelirosa se acercó a él para abrazarlo, pero el rubio realizó un paso hacia guardando al distancia- pero ya no es necesario que continúes aquí.

-no digas eso....-susurro ella aun intentando acercarse más o el seguía retrocediendo- para mí no es una molestia. Creen en mí, por favor Naruto.

-De acuerdo, -sonrió con frialdad el rubio- solo regrese del monte ermitaño para buscar mis cosas. Tengo que iniciar mi entrenamiento cuanto antes. Tengo trabajo por hacer ¿verdad?

-Naruto no puedes irte así, no de esta forma. –ella se acercó y le acarició con su mano la mejilla del joven- entiende que...

-¿y para que me quedaría? –el apartó el rostro para no caer en el hechizo de siempre- estoy sano, solo tengo que entrenar. Es cierto que me has recomendado un análisis con chakra, mas unas curaciones cada siete días. Pero eso lo puede hacer Shizune-Neechan a la perfección. No quiero abusar, simplemente dedícate a tu novio y...

-Sasuke no es mi novio.

-Lo que sea, tienen un acuerdo para casarse, -aclaró Naruto- eso para la aldea significa que es tu novio. También significa que no debes quedarte en mi casa. Está mal visto, hablaran mal de ti.

-no me importa.

-Pero a mi si, te aprecio demasiado como para dejar pasar esto. –Naruto le dio la espalda- creo que siempre seremos amigos. Yo te he salvado, luego me salvaste tú, me devolviste a la vida. Ahora tengo que seguir mi camino, y tú tienes que seguir el tuyo.

-¿eso qué significa? –preguntó ahogada Sakura.

-has logrado todo lo que querías, –sonrió tratando de ser amable- desde muy niña has deseado ser esposa de Sasuke. ¿Lo recuerdas? Cuando apenas éramos unos niños siempre andabas tras él. Soñando ser su mujer, preparándole comida, cuidando de lo que hacías o decías para agradarle.

-Naruto no.....-Sakura estaba pasmada- no es lo que piensas.

-Veras, -continuó el rubio- que Sasuke te haya propuesto matrimonio, aun cuando tú dices que lo hizo para salvarme, indica que posee algún interés en ti. Considerando su forma de ser, diría que dispones de una buena oportunidad para conquistarlo. Ya no tienes que estar junto a mí, tu trabajo y obligaciones han terminado. Ahora debes ocuparte de tu felicidad.


Naruto se fue a su habitación dejándola solitaria y confundida. Sakura pensó que él estaría furioso o dolido. Que se sentiría engañado o decepcionado. Pero jamás pensó que tomaría todo tan pasivamente. Jamás pensó que tomara el asunto como algo natural o en último caso obvio. ¿Ella era tan obvia? ¿Era tan claro que ella elegiría a Sasuke? ¿Por qué Naruto no podía creer que todo era una mentira? ¿Por qué no podía confiar en el cariño que Sakura sentía? ¿Era tan imposible que ella rechazara un matrimonio con Sasuke, tan solo para quedarse junto a él?

El regresó algunos minutos después. Había venido a buscar el documento que dejaron los viejos sobre la propuesta de Gaara. Le sonrió como algo de rutina sin que ella pudiera reaccionar siquiera. Se separaban, se morían las ilusiones. Naruto había perdido sin siquiera esperar una respuesta. Esa respuesta que Sakura le prometió para más adelante. No tenía que esperar nada, el contrato firmado por obligación o no, traía la voluntad de lo inevitable. Así lo veía Naruto, así lo entendía por más excusas que se cruzaran por el camino.


-yo tuve un sueño....-susurró Naruto al momento que se encerraba en su habitación para dormir alejado de ella, para no verla nunca más de la misma forma. –yo tenía un sueño, pero ahora todo se ha terminado.

Continuara...

Fanfic NS: Renacer [+18] [Terminado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora