Capitulo 9.- Necesidad, Parte 2

503 27 0
                                    

Créditos al autor: Arminius

Su boca era perfecta, ocupaba el espacio preciso en cada beso para volverlo loco. Que ella condujera las manos para quitarse su propia ropa, simplemente le encantaba. Los pequeños suspiros en el oído de Naruto lo encendían más, las caricias que podía dar a ese tierno cuerpo, a esa piel tan suave. Sakura-chan tenía una suavidad que parecía imposible de conseguir. Naruto así lo creía, y cuando por fin pudo quitarle la camiseta de redes, cuando solo el top negro quedó como oposición, el rubio se soltó del control tratando de bajarlo por sí mismo y ver los pechos al desnudo.

-No Naruto...-gimió ella abrazándose firme al cuello de su pareja, y acortando distancia le impidió quitar la prenda- no me quites eso Onegai.

-Sakura-chan....-respondió el entre los besos- quiero acariciarte ahí.

-ahí no quiero....es vergonzoso.


Siempre el asunto de sus senos, Sakura tenía mucha vergüenza por que no eran enormes como los de otras chicas. Era como si jamás se terminarían de desarrollar completamente. Eran pequeños, apenas si hacía falta una mano para cubrirlos. Eran como puntas en lugar de los "globos" que algunas otras mujeres tenían. Eso la hacía dudar de sus encantos a Sakura, esa vergüenza tenia y aun no la acababa de controlar. Naruto sin entenderlo demasiado, se concentró en otras partes del cuerpo de su mujer, no era la única zona por visitar esa noche aquella escondida tras el top negro.


Las caricias de Naruto descendieron por la espalda de Sakura y se instalaron en su trasero. Allí si ella confiaba en gustarle porque estaba perfectamente formado y hasta la pervertida de Ino lo había admirado. El muchacho estaba completamente caliente por la situación, comenzó a buscar en la falda de Sakura el botón que liberara la zona baja. La chica estaba vez se lo permitió, sin cortar los besos en labios y cuello. Aun podían sentir los truenos más fuertes del exterior, pero también el latir de sus corazones cada vez era más y más ensordecedor.

Cuando Naruto abrió el botón oculto de la falda a un costado de Sakura, ella distrajo las caricias para terminar de quitar la prenda y solo le quedaba la braguita que deliciosamente pequeña, cubría su intimidad. Ella lo miró a los ojos, y luego observó más abajo con nerviosismo para encontrar a la parte más sensible de Naruto, completamente excitado. Realmente a él le gustaba su cuerpo, pensó la joven, era lo más importante.


-Recuéstate...-le rogó ella, cuyos cabellos rosados estaban sueltos por todo su rostro.


Naruto obedeció, ansioso de continuar sabía que Sakura necesitaba entrar en confianza. El rubio no podía entender como una mujer tan condenadamente atractiva, dudara de su belleza. Pero no importaba, él tendría toda la paciencia del mundo para que ambos disfrutaran la noche. Ella tenía un poco más de experiencia, y por "un poco" era tan solo una leve ventaja. Sabía cómo funcionaba el proceso, lo había tenido que aprender en las clases de seducción para Kunoichi. Pero evidentemente los nervios no le ayudaban en nada. Sakura se recostó sobre el torso del rubio, el cual no pudo evitar que se le escapara una suave sonrisa. Todavía intentaba cubrirse en el frente, ni siquiera quería que él la mirara.

-Será todo un placer desojarte florecita...-pensó excitado Naruto


Habían pasado varios minutos desde que se recostaron en la cama. Los besos eran profundos y cargados de erotismo, las lenguas jugaban y se perseguían deliciosamente. Ahora era Naruto quien estaba arriba. Había tumbado a su bella pelirosa de espaldas al colchón y ya sin ninguna prenda de la cintura para abajo, estaban más que dispuestos a llegar hasta el final. El intentó penetrarla, ella había abierto sus muslos para permitírselo pero no hubo suerte. Sakura no renuncio a besarlo y dejando escapar una leve sonrisa de verlo algo complicado con la situación, uso su propia mano para guiarlo hasta la entrada de placer.

-aquí...-le susurró al oído Sakura- despacio Onegai.


Él lo intentó nuevamente, acariciando los sensibles labios vaginales con la punta de su arma. Finalmente tuvo que aplicar más presión, en dos intentos, por fin pudo invadir esa estrecha y virgen cavidad. Tuvo que cerrar los ojos arrastrado por el deseo. Era tan satisfactorio afirmar su dureza contra ella. Era sensacional.

-ahhh....Naruto....


La escuchó gemir su nombre y eso lo volvía loco. ¿Cómo podía algo tan simple como un gemido despertar ese fuego en su interior? Naruto no sabía qué hacer para controlarse, la necesidad de arrasar esa defensa de Sakura violentamente, era cada vez más difícil de contener. Muchas veces había experimentado el poder en su vida. Con el chakra de Kyuubi, con su propia energía espiritual. Incluso el modo ermitaño tenía sensaciones de poder muy complicadas de replicar. Pero tener el cuerpo de la chica que había amado toda su vida debajo suyo, era algo fuera de ese mundo.

-des....aahh....despacio Onegai....


Ella lo gozaba, Naruto podía verlo en los verdes orbes de Sakura todas las sensaciones compartidas. Se sentía invadida por el deseo y si bien aún los muslos de ella no presentaban respuesta en su apertura, el interior de Sakura apretaba de una manera increíble. Como un guante, adaptándose a la rudeza del invasor, echándolo y volviéndolo a atraer en fases perfectamente complementadas. El joven empezó a moverse, primero lento. Embistiendo con firmeza pero sin llegar a fondo, luego habiendo ganado un poco de espacio, cuando la sentía más relajada comenzó a darle velocidad.

-Naru...aaaahhh.....aahh.....ahhh....Naru......too....mmmm.......mmmm....



Ella estaba completamente perdida, el apenas si podía sostener la sensación. La acariciaba y la besaba tratando de darle placer, quería darle lo mejor de todo, la mejor noche de su vida. Finalmente, luego de un tiempo que no podrían determinar, Naruto comenzó a necesitar embestirla con más fuerza. Y lo hizo, dejando escapar gestos de fuerza contenida.

-Sakura-chan....-gruño embistiéndola más rudo- Sakura-chan....SAKURAAAA...


Era increíble, la forma como ella lo capturaba con su cuerpo, la manera de apretarlo, de encerrarlo con sus muslos firmemente; y ya no permitirle escapar. Ahora la pasión le había dado fuerzas renovadas a Sakura. Las manos de la chica recorrían los músculos de la espalda en Naruto, sus uñas, podía sentirlas el rubio y eso aún le incitaba más a afirmarse en la fricción. Finalmente sucedió, el calor los superaba a ambos y se frotaban tan fuerte que parecían maderos a punto de encender una fogata.

-Naru......aahhhhhhhh NARUTOOOOO

-SAKURAAAAAAAA AAAAAAAAAHHHH


El rubio apenas pudo sostenerse en sus brazos, todo el cuerpo le temblaba de una manera que no podía comprender. La tenia, la había tenido y aún estaba dentro de ella. Aun residía en su interior, aunque un poco más "débil" se podría decir. Naruto la miró a los ojos, los dos jadeaban por impactados por las sensaciones, la adrenalina en estado puro los desbordaba.

-Sakura-chan....-pensaba Naruto.

-Naruto....-susurró ella apenas.


Y no se dijeron nada, porque no hacía falta hablar para saber que ella quería continuar, para suponer que él retomaría su labor de amarla en pocos segundos. Se besaron suavemente reiniciando una maquinaria de energía que no se apagaría fácil. Ella fue la que tomó el control a continuación, lo dio vuelta y acomodándose sobre Naruto permitió recomenzar los movimientos. Girando sus caderas comenzó a generar otra vez fricción. Ella no iba a permitir que las cosas terminaran con tan solo una vez.

Naruto le dejó operar sin lucha, pero su excitación fue incontrolable. Con firmeza tomó la tela que servía de sostén en los pechos de Sakura y la desanudo bajándola de su posición inicial. Ella apenas quiso resistirse a eso, sin embargo como un hambriento Naruto la abrazo firme, y comenzó a chupar uno de los pezones de la chica que ahora gemía sin control alguno.

-ahhh Naruto ah ah.....-reclamó ella afirmando una mano en la cabeza del rubio para que no despegara la boca de su cuerpo- me estas lamiendo....me estas lamiendo. Son pequeños...son tan....aaaahh.....pequeños.


A Naruto poco lo importaba el tamaño de algo tan suave y delicioso. Notar como poco a poco se iban endureciendo los pezones por sus caricias y besos, era lo que ocupaba toda su mente por el momento. Y hubiera deseado continuar por siempre, porque ella era estupenda. Pero realmente estaba cansado, tal vez podía sostener su pasión, su dureza, por solo un par de veces más. Porque quería tanto complacerla y hacerla feliz.


Minutos después la posición se modificó. Sakura alejó sus propios senos de la boca de su hombre sentándose recta. Girar sus caderas ya no le era suficiente, y tenía que utilizar su propio peso para mejorar la calidad de las embestidas. Ahora subía y baja sobre Naruto cabalgándolo con ritmo pausado, pero después de un tiempo ese movimiento tampoco fue suficiente y comenzó a hacerlo frenéticamente. Ahora las caricias de Naruto eran rudas, ambas manos estaban sobre los senos de Sakura y los apretaba al ritmo de las embestidas. Los frotaba, y ella sentía un calor quemándola en su vientre. Era la mayor necesidad, esa angustiante sensación similar al comienzo de una parálisis.

-AAH...AH....AAH.....AAHH.....NARUTOOOOOO

-SAKURAAAAAAAA


El no pudo sostenerlo más, sentirla tan excitada gemir como una hembra en celo, lo había obligado a derramarse. Esa misma explosión terminó por arrastrarla a Sakura. En su interior todo era convulsión y la sensación de estar siendo rellenada. Su piel tenía extrañas descargas que parecían electricidad, sus pulmones trabajaban a toda capacidad para recuperar el oxígeno. Se sentía tan bien, tan completa, tan satisfecha. Se desplomó sobre Naruto tratando de sentirlo cerca. Usó sus últimas fuerzas para guiar las manos del rubio a su propia espalda. Para que la abrazara, para que la contuviera, no dejándola ir nunca más.

Tuvo el último reflejo la chica, de elevar su rostro y observar a su amado completamente exhausto. Se durmió sobre el pecho de Naruto. Ambos desnudos, sudorosos, habiendo compartido el momento más íntimo de sus vidas. Tal vez no fuera mejor por falta de experiencia o energía, pero era solo el comienzo. Habría días nuevos para amarse, este no era el final. Sino el principio, de una nueva vida juntos.


/////////////////////////////////////////////


Sakura abrió sus ojos a la madrugada siguiente. Había dormido poco pero no parecía necesitar más. Naruto en cambio estaba completamente agotado, había hecho un gran esfuerzo para complacerla y sostener una evidente desventaja física. Ella sabía muy bien cómo usar el chakra e incrementar su recuperación energética, lo hacía casi en la inconciencia. Sakura decidió moverse de encima de Naruto, y se recostó a su lado. Luego puso en orden las sabanas para cubrirse hasta el pecho con ellas. Acostada de lado, le ayudó al rubio para moverse. Rato después, Naruto dormía de costado también, y Sakura se quedó mirándolo tranquilamente.


Veía a su rostro, y de tanto en tanto lo acariciaba con ternura.


No supo cuánto tiempo paso mirándolo dormir, solo que el cuarto de una prudente oscuridad fue aclarándose más y más por la llegada del día. Sakura seguía observándolo, y todas las trabas que su mente colocaba a lo que anoche habían hecho, eran borradas por los gestos relajados del muchacho dormido. Las marcas en sus mejillas ahora eran sutiles, en comparación con el recuerdo que Sakura tenía de su compañero cuando niño. Había sido un Baka, y aun lo seguía siendo pero disponía de una generosidad y ternura que la muchacha no había conocido jamás en otros hombres. Eso entre otras cosas, eso la tenía completamente conquistada. Que el fuera fuerte, pero ante ella vulnerable como un pequeño. Que la necesitara, así como su madre le había indicado que su padre dependía. No podía evitar recordar las propias palabras de Naruto, que hace tiempo le dijo que la necesitaba. Que siempre la había necesitado. Se sentía genial para Sakura ahora que lo entendía.

Y una gran responsabilidad también...

Porque era ella quien podía recuperarlo. Era ella quien podía darle vida otra vez. Por qué lo conocía, entendía la manera especial en la cual hacía falta llegarle al corazón. Finalmente Naruto estaba despertando, y esos ojos azules reflejaban lo que Sakura quería ver. Felicidad, tranquilidad, descanso correcto.


-hola...-sonrió ella

-buen día Sakura-chan...-respondió débilmente- ¿Cómo has...pasado la noche?

-genial...-respondió la chica mordiendo levemente sus labios- aunque la mañana también se ve muy bien.

-gracias...supongo –dijo el rubio tocando con delicadeza la mano que acariciaba su rostro. –me siento muy bien, como si por fin hubiera dormido después de mucho.

-no has necesitado dormir con luz últimamente...-susurró ella sonriendo apenas y ante el sorpresivo gesto de Naruto, decidió aclararlo- no soy tonta Naruto, hace meses vivíamos juntos en esta casa. Lo he sabido desde hace tiempo.

-creí....yo....-él dudaba algo avergonzado- no quiero hablar del asunto.

-¿conmigo no quieres hablarlo? –Apuntó Sakura seria- sabes perfectamente que todo quedara entre nosotros.

-una pesadilla Sakura-chan....-dijo a disgusto Naruto y se sentó de frente en la cama apoyando los brazos en sus rodillas- una que me persigue desde que recibí el ataque del Juubi.


Sakura también se sentó y apoyando detrás de Naruto le rodeó con sus brazos. Acariciaba el pecho del rubio, apoyándole la barbilla en el hombro. No quería forzarlo a nada, solo quería demostrarle su apoyo.

-deberíamos concentrarnos en los problemas que se vienen...-dijo Naruto tratando de desviar el tema- como pensar en explicarle a Sasuke, o a tus padres lo que hicimos anoche.

-cuéntame....-le susurró suavemente ella nada dispuesta a dejarse distraer y hasta depositó un pequeño beso en la mejilla del rubio- lo que sea que te esté molestando, lo superaremos juntos.

-siempre la misma pesadilla....-dijo por fin Naruto luego de suspirar y pensarlo unos segundos- veo una estatua del Kyuubi en el centro de la plaza en esta villa. Estoy solo y tengo frio, parece que no he comido en años. Me siento débil.


Las palabras salían con dificultad, Sakura lo sentía sufrir pero entendía que era mejor descargara esa angustia. Que la expulsara como si fuera un veneno, para sentirse mejor.


-veo cosas muy desagradables...-proseguía Naruto que no quería hablarle sobre verla casada con Sasuke- cosas que me hieren profundamente, que me decepcionan. Cosas que no deberían dolerme, pero a pesar de todo me hacen daño.


Sakura tan solo continúo pegada a él, escuchando su respiración. Tenía la impresión que ella era parte de esas pesadillas también. De alguna manera le había hecho daño. Por eso tal vez Naruto no se animaba a decirlo. La agredía hace meses, a pesar de no culparla por lo sucedido al final de la guerra. Tenía que ver con sus pesadillas.

-luego atacan a la aldea....-señaló el rubio- sombras en la noche que no puedo detener. Una enorme que se parece al Juubi. Monstruos por todos lados, y la gente muere. Todos mueren mientras yo no puedo hacer más que observar.

-¿estoy en tu pesadilla?

-si

-¿y también me ves morir?

-lamentablemente.

-te entiendo, y de verdad siento por lo que has pasado. –Sakura no sabía cómo consolarlo- ojala no hubiera sido tan tonta, ojala nunca me hubiera parado en ese lugar y...

-no Sakura-chan...-respondió el firme y girándose se abrazaron- no lamentes nada. Sin ese ataque del Juubi, tal vez nunca hubiera podido amarte como anoche. –Le dio un beso profundo- tal vez nunca hubieras tenido la necesidad de acercarte a mí. De conocerme....mejor.

-tal vez me tardaría mas, -sonrió ella traviesa- pero tarde o temprano, me hubieras conquistado. Naruto...

Nuevamente se besaron aunque no eran demostraciones de una nueva intensión sexual. Era tan solo deseo de tocarse, de caricias y de mutua compañía. Aunque claramente si continuaban así, ambos terminarían por excitarse.


-no Naruto espera....ji ji...-se divertía ella de poder animarlo tan fácil- no has terminado de contarme. ¿Qué hay de mí? ¿Qué sucede en tu pesadilla?

-¿eso importa ahora? –Resalto el rubio más concentrado en tocar el cuerpo desnudo frente al suyo- mmnn....Sakura-chan creo que necesito algo de ti.

-pervertido Baka...-respondió gimiendo la rosa- ahora no, tengo cosas que hacer. Naru...

-¿Qué cosas Sakura-chan? ¿No puede esperar a más tarde?

-más tarde tengo trabajo...-anunció ella- necesito desayunar, mmnnn un baño.....ah Naruto... espera....también necesito....mmnn...

-¿Qué cosa Sakura-chan? –susurraba en su oído el rubio sin dejar de besarla y acariciarla.

-un favor de tu parte.


Naruto se separó levemente para mirarla a los ojos, ese pedido traía algo que seguramente le costaría mucho realizar. Sin embargo, si antes de la noche anterior estuvo siempre dispuesto a todo por causa de ella, ahora realmente la sensación se había multiplicado por un millón. Todo lo que Sakura-chan necesitara, todo lo que deseara, aun lo que Naruto no tenía a su alcance, él estaba dispuesto a conseguir. Si eso no era amar....

No sabía Naruto decir que lo era.


////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////


El patio trasero de la casa Uzumaki. Un lugar donde entre otras cosas sueltas estaban los maderos que Naruto pensaba convertir en muebles con la instrucción del señor Miyami. Un adorable anciano que lo aceptó como su estudiante en carpintería. Sin embargo, allí estaban, Naruto y Sakura con sus ropas de combate. Ella en la noche había venido con ropa de civil, pero en la casa de Naruto aún quedaban algunas prendas de ella cuando vivía hace tiempo. Así que tomando prestadas ciertas cosas del rubio, más una calza propia y las botas que dejó en la entrada esa noche, Sakura estaba dispuesta para su "pedido".

-¿Qué vamos a hacer aquí Sakura-chan? –Consultó Naruto serio quien estaba vestido y armado como si estuviera por irse de misión- ¿Por qué mis armas y...?

-ah ah ah....-le hizo callar ella sonriendo con su mano en señal de alto- me prometiste hacerme este favor... ¿de acuerdo?

-no te prometí nada...-hizo puchero Naruto cruzándose de brazos- aun podríamos estar en la cama. (Y no durmiendo precisamente)


Ella se acercó lentamente y Naruto no podía despegar los ojos de esa bella figura enfrente. Sakura se acercó, y usando ambos brazos lo rodeó por el cuello dándole un profundo beso al cual Naruto correspondió con pasión. Luego ella alejo la boca levemente, y susurró aun cuando el muchacho aun no podía pensar con equilibrio.

-últimamente he estado teniendo problemas en las misiones. –Dijo Sakura sin separarse de estar a centímetros de otro beso- necesito entrenarme, y requiero alguien que me ayude sin cuestionarme. Tengo trabajo en el hospital, tengo responsabilidades que me impiden reunirme con mis compañeros de equipo. Así que pensé...

-¿pensaste... en...? –balbuceó Naruto avanzando y tratando de capturar otro beso pero ella mantenía la distancia.

-He pensado en cambiar mi turno del hospital a las tardes. –Indicó ella- dormiré en mi casa como buena niña por las noches para evitarnos problemas. Pero en las mañanas, puedo venir aquí para entrenarme contigo. –Naruto apenas la escuchaba, ya que sus brazos rodeaban las caderas de la joven, acariciando su trasero perfectamente cubierto por la calza y el pantaloncillo- almorzaremos juntos aquí, y antes de mi trabajo en la tarde....

-¿Qué pasara?...-consultó Naruto besando el cuello de Sakura que gemía tenuemente.

-lo que....tu.....quieras que pase.


Era todo, una promesa de más apasionado amor luego del almuerzo. Lo único que Naruto tenía que hacer era ayudarla a entrenar, y la tendría todos los mediodías solo para él. Era demasiado bueno para ser verdad. Pero como alguna vez Ero-Sennin le dijo sobre las mujeres: "Naruto, si algo con una o varias mujeres es demasiado bueno para ser cierto...... ¡Es cierto!" así que Naruto tan solo asintió. Sin dudas ella le daría una soberana paliza en su nivel actual, pero Naruto haría su mejor esfuerzo para asistirla en su tarea de ponerse en forma. Era la única manera de tenerla más tiempo para él, y ayudarla a que nada le suceda en sus misiones.

Se separaron luego que ella girara dándole una espectacular vista de su apetecible trasero, y cuando Sakura tomó distancia comenzaron a posicionarse para combatir. Naruto no sospechó nada, su cerebro estaba demasiado obnubilado por todo lo bueno que venía sucediéndole desde la otra noche. Tenía que disfrutarlo, tenía que dejar de pensar en los ¿Por qué? Y sacarle jugo de naranja a la vida. Esa vida que Sakura Haruno parecía haberle otorgado nuevamente con su piel y calor.


///////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////

La oficina de Haruno Sakura en el hospital...

-Sakura....cielo....-dijo Ino con ese gesto astuto que parecía descubrir el mundo- si no me dices que está sucediendo, no dejare de rondarte.

La sonrisa la delató, era imposible dejar de sonreír. Sakura intentaba comportarse normalmente pero Ino que conocía cada pequeño gesto que la pelirosa se atrevía a realizar, tenía un documento para leerla de cuerpo entero.

-Ino tengo trabajo, -trató de parecer seria pero la verdad no podía- supongo que tú también, dado que jamás tienes tus informes rellenados a tiempo. Solo déjame sola y...

Ino se ubicó justo detrás de la rosa y aprovechando que Sakura estaba sentada y fingiendo escribir sus informes del hospital, le dio un abrazo por la espalda provocándole gritar:

-¡¿INO-CERDA QUE CREES QUE ESTAS HACIENDO?!

-mnnn sensible, –dijo Ino abrazándola más fuerte para que no se pueda liberar – estas muy sensible. Te veo muy feliz cariño.....-sonrió de una manera perversa- ¿Qué cosas ha estado haciendo mi "inocente" florecita?

-Ino...por favor –Sakura estaba sofocada de la vergüenza- no quiero...hablar de ello.

-yo creo que te vendría muy bien decirlo todo.

Sakura lo sabía, tenía que hablarlo con alguien. La primera elección hubiera sido Tsunade-sensei. Una Kunoichi de mente equilibrada y que la quería como hija, sin ser específicamente su madre. La segunda elección seria su verdadera madre. Pero bien sabía Sakura que no sería capaz de revelarle por el momento, que acababa de hacer el amor por primera vez. Y para colmo de males, había un acuerdo firmado con otro hombre. Un miembro de un clan ninja antiguo. Ni siquiera estaba pensando en la noche anterior. Solo se había dedicado a sentir, a experimentar un asunto íntimo y único con la persona especial.


Ese fue el preciso momento que eligió Sasuke para entrar a la oficina. Ino con mucho cuidado rompió el abrazo, la situación solo pareció que estaban hablando en susurros y contándose cosas entre risas. La rubia levantó algunas carpetas y girando al escritorio, salió del lugar dejándolos solos, no sin antes saludar a Sasuke amablemente pero de una manera normal. Definitivamente Sakura envidiaba esa faceta de su amiga capaz de parecer neutral en medio de una crisis. Actitud soleada, cuando había nieve en el ambiente.

Se quedaron en silencio el primer minuto, eso ponía un poco nerviosa a Sakura. Sasuke caminaba por la oficina pero no sabiendo que decir. La pelirosa no quería ni mirarlo, se dedicó a rellenar algunas fichas médicas. En realidad no debía sentir culpa de lo que había hecho con Naruto. No debía nada a Sasuke, el acuerdo solo era ficción. No tenían nada en común, Sakura no sentía ninguna obligación para con el Uchiha.

-existe... -finalmente Sasuke pudo encausar sus palabras- ¿algún problema entre nosotros?

-no lo creo...-respondió la rosa neutral- al menos no por mi parte. ¿A qué has venido?

-dices que no hay un problema entonces...- indicó Sasuke acercándose al escritorio- pero hace semanas que me evitas a cualquier costo.


Sakura elevó la vista tratando de entender. ¿Él se estaba quejando? ¿Sasuke le estaba reclamando compañía? Lo veía algo molesto, pero por sobre todas las cosas, ahora mismo la mente de Sakura comenzaba a atar algunos cabos sobre lo sucedido hace días. Naruto fue atacado, había gente que podía odiarlo todavía a pesar de ser un héroe, ¿pero cuantos se atreverían a enfrentarlo? ¿Acaso...Sasuke tenía algo que ver con el ataque a Naruto? ¿Había sido capaz de tanto?


-¿Sasuke que quieres? –dijo Sakura comenzando a enervarse por las suposiciones que le rondaban- ¿Qué es tan urgente que vienes a buscarme aquí?

-solo quería....bueno...-le costaba bastante encausar el asunto- pensé que podríamos cenar esta noche.

-estoy cansada...-respondió apenas Sakura porque realmente estaba cansada entre el sexo nocturno y el entrenamiento matutino- tal vez podrías invitar a alguien más sino quieres comer solo.

-me interesa cenar contigo, no me importa comer solo.

-como dije, estoy cansada...

-siempre estas cansada últimamente. –Señaló Sasuke molesto- no sé lo que hice, pero podemos...

-mañana tengo entrenamiento temprano, lo siento.

-¡¿entrenamiento con quién?! – elevó la voz el moreno que apenas se contenía- ¡nunca entrenas con tu equipo!

Sakura no se conmovió, sinceramente comenzaba a estar harta de tener que responder a cuestiones obvias. Que los consejeros, sus padres, el Hokage, Sasuke o quién demonios sea. Ya nada le interesaba, nada más que ese pequeño mundo que había construido con Naruto. Nadie le iba arrebatar ese pedacito de felicidad. Tal vez siempre dudaba de dar cada paso en su vida. Pero cuando lo hacía, cuando finalmente decidía, era para siempre.

-Sasuke....-dijo la joven con seriedad parándose de su silla y rodeando el escritorio- creo que debemos reunirnos con mis padres cuanto antes.

-¿Por qué razón?

-para cancelar el contrato. –El rostro de Sasuke estaba entre la sorpresa y el enojo- creo que ya hemos estirado esta situación lo suficiente.

-¿Por qué? –Preguntó visiblemente nervioso- ¿Por qué te alejas de mí? He intentado ser amable, invitarte a cenar. No hice nada estúpido, solo estoy tratando de continuar contigo.

-podemos continuar Sasuke...-sonrió apenas la joven tratando de no terminar mal las cosas- de la única forma que alguna pudimos llevarnos. Como amigos.


Sasuke no supo que decir. Era realmente molesto tener que explicar lo que sentía. Con Hinata había cruzado algunas palabras sobre el asunto, y solo porque la mujer Hyuuga estaba especialmente interesada en Naruto. Sin embargo, se necesitaba algo más que disposición o una simple invitación a continuar un acuerdo. En muchas formas era complicado, y eso que Sasuke no conocía los eventos más recientes.

-cancelar el contrato no es la solución Sakura. –Apuntó el moreno- ¿crees que será una buena elección para ti? ¿En cuánto tiempo te cansaras de fingir que estarás con él?

-¿y por eso atacaste a Naruto hace dos noches? –Gritó Sakura molesta- porque yo pude curarlo en solo una. No me importa lo que pienses, no importa lo que hagas, pero si alguien vuelve a poner una sola mano en Naruto. Te enseñare que también aprendí muchas formas de producir dolor. Y de matar.


¿Atacaron a Naruto? fue lo primero que Sasuke estaba pensando. Lo segundo fue que Sakura lo acusaba de haberlo iniciado y para colmo de males esto había terminado en el rompimiento del contrato. Ella no lo quería, no confiaba en él, y lo culpaba de todo.

-¿atacaron al Dobe? –Balbuceó sorprendido Sasuke- ¿pero cómo? ¿Quién? ¡Te aseguro que no tengo nada que ver!

-¿En serio? ¿No eras tú quien quería pelear con Naruto de nuevo? Lo atacaron en la noche, bajo la lluvia. ¡Casi lo matan! ¡Lo torturaron!

-¡Quiero pelear con el aun! –Aclaró Sasuke molesto- ¡Pelear!... no darle una paliza en la oscuridad. Si tengo que matar lo hago, si quiero pelear lo hago de frente. Jamás he torturado a nadie.


En ese momento Sakura lo miró a los ojos. Y vio lo que no esperaba, sinceridad. Era cierto que Sasuke había sido un traidor, pero atacar cobardemente y por la espalda, definitivamente no era su estilo. Hablaron un rato más, ya bastante alterados por haber revelado una situación incómoda. Quedaron en que Sasuke averiguaría quienes podían ser los atacantes. Y Sakura se tuvo que aguantar por el momento el asunto del compromiso. Aunque aclarada la situación, definitivamente el no parecía aceptar la situación de la ruptura; y eso terminaría por hacerle más daño al final.


///////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////

Una semana después...


El campo de entrenamiento era bastante solitario en cualquier horario. Estaba singularmente alejado de la villa a comparación con otros. Esto no disgustaba a Sasuke, muy por el contrario le tranquilizaba. En los últimos días, sus problemas personales se habían vuelto algo imposible de sortear. Desde hacía tiempo que los consejeros habían dejado de molestarlo. Eso era lo positivo, pero en lo referido con sus relaciones diplomáticas, estaba en un punto muerto.

Había pensado que tal vez debería organizar una reunión en la mansión Uchiha. Invitar no a los líderes de clanes, (con los cuales no congeniaba por edad) sino a los futuros cabeza de familia. Los compañeros de la generación. Era una forma de comenzar a relacionarse con las personas. En sus misiones había entablado alguna que otra conversación, más que nada apoyado por Sakura. Pero ahora, desde hacía tiempo, Sakura Haruno no parecía más que un recuerdo lejano de lo que pudo ser.

¿Por qué? ¿Por qué cuando más la buscaba, cuando más insistía por verla, ella siempre lo ignoraba?

No pudo evitar seguirla, hacia casi una semana que la seguía y los resultados eran cada vez peor. Desde la última vez que se negó a salir con él. Desde aquel día en el hospital donde discutieron, Sasuke la seguía con sus invocaciones todo el tiempo. Sakura trabajaba en las tardes, se iba a casa de sus padres y desde temprano en la mañana se instalaba en la casa de Naruto. Sakura no salía hasta pasado el mediodía de ese lugar, cuando tocaba su turno en el hospital. Una semana, toda una semana de lo mismo.

-¿dices que lo atacaron? –escuchó una voz como viniendo del más allá- ¿atacaron a Naruto-kun?


Intercambiaba golpes a una velocidad poco usual con la Kunoichi. Ni se diga que pudieran matarse mutuamente, de no contar con la capacidad de previsión que otorgaban los Doujutsu. Mientras combatían hablaban. Sugiriéndose técnicas con señas y gestos, acoplando movimientos con intensidad y sobre todo practicando Tayjutsu y Ninjutsu de corto alcance. Generalmente Hinata hablaba más, sugiriéndole cosas para organizar mejor la reunión de compañeros. Habían estado viéndose muy seguido, entre entrenamientos almuerzos y misiones. Sasuke no notaba nada extraño en ese asunto. Hinata era callada, amable y sobre todo respetuosa. Ambos necesitaban algo de apoyo y nada de presión por agradarle al otro. Ambos tenían en claro que no se veían como "pareja". Un poco de entrenamiento, un poco de palabrería sobre diplomacia entre clanes, algo de anécdotas sobre las misiones o los compañeros. Hasta que a Sasuke se le escapo esa parte de la conversación con Sakura.

-¿Pero....quién? –Consultó Hinata sorprendida- ¿Dónde? ¿Por qué?

-no tengo idea, -negó ofuscado Sasuke y detuvieron la practica- he buscado algunas pistas y...


Estuvo a punto de continuar la charla, cuando se dio cuenta que Hinata lo miraba de una manera distinta. Estaba concentrada en él, pero no lo acusaba con la mirada. Como si de primera intensión hubiera descartado que fuera el propio Sasuke, ese atacante misterioso. Como si jamás hubiera pasado eso por su cabeza. Era la primera vez que Sasuke se encontraba con esa mirada. Cuando Sakura lo acusó, cuando Kakashi fue informado de lo que ocurrió, incluso cuando se lo dijo al resto de los compañeros de generación. Todos aunque solo fuera por un instante dudaron de Sasuke. Hinata no, y eso era muy satisfactorio:

-su...supongo que....-susurró la muchacha con timidez- Sakura-san esta con él...-suspiró con decepción- ¿cierto?

-y eso te molesta...-definió Sasuke caminando hacia un árbol y sentándose un momento.- él está bien...-sonrió apenas- (Maldito Dobe, pensar que cuando éramos unos niños nadie siquiera volteaba a verte)

-Sasuke-san...-se acercó Hinata luego de algunos segundos- ¿no continuaremos con el entrenamiento?


El moreno la observó con sorpresa, aunque no la reflejaba en su frio rostro. Pensó que Hinata luego de enterarse del asunto, marcharía a casa de Naruto para saber de él. Que lo dejaría solo, que lo apartaría del camino. Pero no fue así, tal vez por ese sentido extraño que la chica poseía para saber que necesitaba alguien, sin necesidad de decir nada. En ese momento, junto en ese instante ella se mantuvo a su lado.

Por las razones que fueran, a Sasuke no le importó. Era cierto que ella tenía un grave problema y necesitaba estar en inmejorable forma. Pronto tendría una reunión clave en seno del clan Hyuuga, debía estar preparada como para una nueva guerra. Hinata era consiente que su padre pronto designaría un compromiso. No se creía capaz de contradecirlo ciertamente, pero en caso de tener la osadía, la muchacha tenia plena consciencia que debía saber defenderse. Tal vez negarse la condenaría al exilio del clan, tal vez a pelear por su vida o a un castigo lejano a ser soportable. Con el destino que fuera, ella no quería dejarse arrastrar fácilmente, si debía pelear, lo haría por su vida.

///////////////////////////////


-¿Qué tanto problema tienes con tu padre? –le dijo Sasuke en la cena de esa noche luego de entrenar- si no te quieres casar, no te casas y ya. Eres suficientemente fuerte y reconocida como para tomar tus propias decisiones Hinata.

-no es tan fácil Sasuke-san....

-ya te he dicho que dejes las formalidades....solo dime Sasuke.

-no es tan....fácil....Sasuke. –Dudó ella tímida- mi Oto-san no me permitiría elegir. Es importante conservar la descendencia del clan. Mi vientre es más importante que mi fama. No lo entenderías...

-lo entiendo más de lo que piensas, -admitió el moreno- soy el ultimo que puede perpetuar el sharingan. ¿Por qué crees que firme ese acuerdo? ¿Por gusto? No Hinata, lo hice porque estaba obligado a darle al consejo algo.

-por que fuiste renegado... ¿cierto?

-Hai...-asintió levemente el hombre- pero aquí estoy, fingiendo estar comprometido y ahora tratando de que el compromiso sea real. Por mis errores, he perdido mucho. Entre otras cosas la capacidad de elegir.

-y yo tampoco puedo Sasuke.

-error....-indicó el moreno bebiendo su copa y mirando alrededor para comprobar que nadie les prestaba atención en el lugar público donde cenaban- tú tienes la posibilidad de imponerte. No le debes nada a nadie, no cometiste traición o firmaste acuerdo alguno.

-pero yo....

-lo único que debes hacer....-dijo el moreno fríamente- es actuar como lo haces en batalla. Cuando tu miedo desaparece y solo tu instinto te guía. Cuando tus golpes son mortales y tu velocidad adecuada. Ataca, y sobre todo... decide tu destino.


Ambos continuaron la cena envueltos en el silencio. Hinata estuvo pensando mucho en las palabras de Sasuke. En cierta forma, admiraba la rebeldía y esa falta de límites para buscar su beneficio. El mundo ninja era cruel, aun en los ámbitos civiles solo los rudos obtenían el premio. Se luchaba para crecer, para comer y para trabajar. Se luchaba y hasta por amor se tenía que continuar peleando. Tal vez no era la mejor manera de hacer las cosas, pero si los Hyuuga no respetaban más que fuerza. Hinata solo tenía un método para proteger su camino. Ser la más fuerte.


////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////


Los días comenzaron a trascurrir, mientras el tiempo hacia la fecha límite del contrato avanzaba, Naruto y Sakura estaban instalados en una agotadora rutina. Las mañanas de entrenamiento en el patio trasero. Los mediodía comiendo juntos, además entre el baño y la siesta terminaban casi siempre haciendo el amor. Por horas completas, sin tregua muchas veces. Naruto al principio no podía seguirle el ritmo, pero poco a poco esa situación fue cambiando.

El principal gusto para la pareja era estar juntos, desnudos y recostados en la cama. Generalmente todo terminaba en una joven médico vistiéndose y yendo a su turno de hospital. Y también en un joven ex-ninja, aprovechando las tardes para mejorar secretamente y así serle útil a su amada en los entrenamientos del día por venir.

Cierta mañana Sakura revisando los cajones de un mueble para ordenarlos, encontró unos extraños pergaminos. Las técnicas de Kushina Uzumaki y su clan, los jutsu de Minato Namikase y su genio. Cuando consultó con Naruto sobre estos documentos, él le dijo que ya no le serian útiles. Y que si ella quería podía estudiarlos porque seguramente era lo suficientemente lista para sacarles provecho.

-¿Qué cosa es esta Naruto? –señaló la pelirosa abriendo el pergamino del legendario "Hiraishin no jutsu"- ¿tienes esta técnica y no la estas entrenando? Podrias ser un ninja elite dominando tan solo este jutsu. No requiere mucho chakra.

-Podría...-dijo Naruto de mala gana – pero parece que está escrito en una lengua de demonios Sakura-chan....-finalizó haciendo puchero.

-Baka...-sonrió la pelirosa abrazándolo del cuello y dándole un beso- que demonio ni nada, es matemática.

-por eso digo.... es imposible de descifrar. –añadió Naruto triste.

-¿es que acaso nunca estudiaste nada en la academia?

-etto....estaba distraído con otras cosas. –se rascaba la cabeza Naruto sonriendo avergonzado.

-¿distraído con qué? –susurró ella confundida. –solo eres un vago, ¿cierto?

- estaba siempre distraído con una sonrisa, y la niña de cabello rosa que la tenía.

-Baka....-susurró besándolo suavemente- mi Baka...

-Sakura-chan... ¿Qué importa ahora esa técnica? –Suspiraba Naruto entre los besos- solos tú y yo estamos aquí. No me pidas que descifre lo que nadie salvo quien la escribió, ha podido.

-yo puedo... "descifrarlo" y tu....interpretarlo. Además te ayudare a practicar todas las técnicas que tenemos escritas aquí. Ya que no puedes atacarme con Rasengan porque temes hacerme daño....deberemos darte otras armas.

-tal vez luego...-sonrió Naruto alzándola de los muslos y llevándola a su habitación- ahora necesito que me interpretes sobre la cama Sakura-chan.


Ella se abrazó al cuerpo del rubio dejándose conducir. Poco a poco estaba inclinándose Naruto hacia donde Sakura lo conducía. Entrenaban duro, pero el necesitaba otras técnicas para aumentar su nivel. La excusa de ayudarla a entrenarse era perfecta, Sakura le instruía en formas de manipular mejor el chakra, haciendo que Naruto no desperdiciara tanto poder por falta de control. Tal vez el rubio no sería un médico ninja, pero elevar su control de chakra, era mejorar su calidad para administrar técnicas y esfuerzo. Mientras que como pareja paso a paso iban avanzando, como compañeros de entrenamiento uno mejoraba el rendimiento del otro, aun con la mera compañía.

Esa tarde, Sakura no fue a trabajar. Estuvieron demasiado tiempo haciendo el amor. Lento, como si tuvieran todo el día. También hubo momentos rápidos y feroces, porque el sudor que los cuerpos emitían, era un afrodisiaco poderoso. Ella no pudo ni quiso alejarse de él. Por qué las obligaciones a veces no son lo primero. Ni las necesidades se pueden dejar para el último. Sin dudas Sakura tendría que disculparse con Shizune-sempai por haber faltado. Además de encontrar una forma de explicarles a sus padres sobre los "entrenamientos" que estaba teniendo con Naruto. Pero entre besos, caricias, sudor, gritos y piel. Cualquier otro asunto perdía importancia...


Ante la ingobernable necesidad de estar juntos.

Continuara...

Fanfic NS: Renacer [+18] [Terminado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora