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Aria

Los juegos candentes comienzan cuando me sube a su auto, en seguida supe que nada lo haría desistir de lo que pasaría, y aún así estaba más emocionada que cualquier otra cosa

—Llevame a casa, aún tengo la ropa mojada — susurro, detiene el auto en un semáforo y se giro para verme, sus ojos azules algo turbios y el bulto en su entrepierna creciendo

—Estoy a punto de reventar, así que no me pidas eso— contesta volviendo a poner el auto en marcha, y ¿ahora?

Pone la mano en mi muslo apretandolo con suavidad mientras subía y bajaba la mano, haciendo que mi piel se estremeciera, los bellos de la pierna erizandoae solo con el contacto de sus dedos, después de veinte minutos llegamos a un conjunto residencial bastante llamativo y lujoso, entra por el garage subterráneo y con besos mojados me subió en el ascensor

No se que piso presiono pero a los minutos estábamos en un lujoso penthouse, me levanta del suelo, haciendo que enrolle mis pies en su cintura, me guió hasta el segundo piso y abrió la puerta de una habitación, quitando mi ropa, rompiendo la parte de abajo del bikini

¿Se supone que regrese a casa, desnuda?

Mi lado conciente se va al carajo al verlo examinarme y darme cuenta que como volveré a casa es los últimos de mis problemas, y que quiero que baje la temperatura de una forma que llevo pensando desde que lo conocí

Lame el borde de sus labios al verme desnuda ante el, algo de inseguridad, me surgió pero su mirada de perversión hizo que se me quitará, pues en sus ojos me decía que lo que está viendo le gusta, con dedos expertos, bajo a mi feminidad, mi interior lo aclamaba, y supo hacer magia con sus dedos, rozando mis pliegues y con su boca mis pezones erectos 

El Vaivén de sus dedos, continuaron la dulce tortura, mis dedos clavandose en sus hombros y su humedad lengua recorre desde le borde de mi pezón hasta mi cuello y luego de nuevo a mi boca, callando así los gemidos de mi garganta, lo atraje más a mi mientras sus dedos seguían esa zona, que solo habían sido tocadas por mi, mi espalda se arqueo, sacando más mis pechos, rozando su torso y sentí como el orgasmo arrasó con el poco raciocinio que tenía

Me tira a la cama y rápidamente su boca ataca la mía de nueva cuenta, su erección reafirmandose en mi muslo después de que queda desnudo, toma la polla entre sus manos y la desliza entre mis pliegues, me abro más para el y abro los ojos al sentir como la coloca en la entrada de mi canal

—¿El preservativo? — pregunto, mis labios entre abiertos necesitando de los suyos nuevamente

—Usas anticonceptivos , ¿No? — suspiró, y me concentro en el negro que ahora está en sus ojos llenos de deseo

—Si, pero…

Posa de nuevo sus labios en los míos, deteniendo cualquier réplica que pudiera salir, si, usaba el dispositivo como regla general de la Marina, aunque el vaya hacer el primero, sin tiempo que perder, empujó dentro mío, hice una mueca de dolor al sentir como esa parte que nadie había traspasado se rompía...

—¿Eres virgen? — pregunta abriendo los ojos

Asiento con lágrimas en los ojos

—Joder— murmuró, quedándose quieto, y deslizando de nuevo su mano va a ese punto entre mis piernas, que no solo me hace abrir más las piernas sino relajarme y poder amoldarme a su tamaño, su boca de nuevo va a mis senos y sin necesidad de pedirlo empuja de nuevo, me arqueo pero las sensaciones me tienen presa de placer y el dolor es soportable

—Respira, solo falta un poco para que entre toda— susurra y me pierdo en como su boca hinchada me sonríe, ignorando en que aún falta que entre por completo y como mi interior lo recibe por completo

«Soldado caído, repito, soldado caído»

Si, caí pero en el pecado de ojos azules y cabello rubio, cuerpo de dios, boca bendecida por Dios, y polla por el diablo tal vez

Sus toques son delicados,  pero podía ver en sus ojos que le faltaba un gramo de paciencia  para embestirme como de seguro le gustaba, rápido y profundo, moví mis caderas cuando el dolor fue reemplazado casi por completo y esas sensaciones indescriptibles que me hacían ver estrellas

Sonrió de nuevo antes de besarme y empezar los embates, que de apoco fueron aumentando el ritmo, me estaba quemando y el solo gemía y jadeaba soltando gruñidos que solo me elevaban las ganas, que me hacía buscar más alivio, su espalda estaba marcada por mis uñas pero eso solo parecía elevarlo

Llevándonos a un limbo de placer que nos mantenía fuera de esta realidad y en un mundo donde solo éramos el y yo, el dándome con ganas y yo dejándome llevar por todo el calor

Estallo en millones de partículas, apretando su miembro en mi interior, sentí el polvo de estrellas seguida de una corriente de humedad invadiendo mi centro de deseo, abro los ojos y bajo la cabeza para ver nuestra unión, el también viendo cómo cada gota de su eyaculación llegaba hasta el fondo de mi

—Mejor de lo que imagine — susurra dejando un beso en mi frente, no puedo evitar sonrojarme, volví la vista a sus ojos, sonriendo y evitando ver las gotas de sangre, que declaraban mi virginidad perdida—¿estas bien?— pregunta atrayendome a su pecho

—Si— respondo con una sonrisa que no se va a quitar de mi rostro

—No te preocupes, el dolor solo serán uno o dos días — asegura, mi piel erizandose de nuevo bajo su tacto

—¿Seguro?— pregunto pero es algo que ya se

—Claro, además más práctica hará que ni siquiera dure un día — dice con sarcasmo y ruedo los ojos con una sonrisa

—Es que esa cosa es tan grande que siento que me daño algo y no solo me rompió el himen — refutó y el suelta una risotada

—Esta en los límites normales

—Eso no tiene nada de límite normal— contraatacó

—19 centímetros — se encoge de hombros como si no superará el promedio y fuera una polla normal — está en los límites normales

—Claro que no— me levanto mirándolo mal —me puedes dejar inválida — arrugó el entrecejo y el vuelve a levantarse besando mi frente, nariz y labios

—No creo — mueve la cabeza de arriba a abajo, pensando—  pero estoy seguro que si te va a hacer gritar

Vuelve a besarme, acariciando mi piel, dejando que suba a su regazo y que su erección se reafirme en medio de mis nalgas, llevándonos de nuevo al limbo que ocasionaba el cielo de estar entre sus besos, toques y dónde la cordura estaba de vacaciones, solo éramos el y yo, una cama y ganas de más

EN MEDIO DEL MAR [Spin Off De La Biología Condena #0] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora