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Princesa de La Mafia

Ferrer

Aprieto su cintura, Aria es de cintura angosta, amoldada a su cuerpo, tal vez por el constante ejercicio, ya que sus piernas firmes y torneadas es lo que me revela, después de deshacerme de su camuflado, vuelvo a su boca, sus labios de fresa, llevo meses torturandome con su recuerdo y hoy  por fin la tengo aquí, frente a mi y aceptando ser mi mujer, la mujer del diablo, la princesa de la Mafia, la tomo del trasero levantandola del suelo, sus besos se vuelven más rápidos y ansiosos

Igual que los míos

La tiro en la cama sin despegar nuestros labios, quito la playera que aún me estorba y me separó para apreciar sus preciosas tetas, que están tal y como las recuerdo, chupo sobre el sostén, queriendo degustar cada parte de su anatomía, desesperado para abarcar todo lo que me ofrece, cuando separa las piernas y me deja ver su coño derramando humedad

Cómo un esclavo a sus pies, me inclinó para tomar lo que me ofrece, quitándome mi camisa en el proceso, ancló sus piernas al rededor de mi cuello y entonces saboreo el manjar que ofrece en medio de sus piernas, jadea y se arquea aun más, soltando un ligero grito cuando muerdo su clítoris, y sigo lamiendo tanto como puedo, sintiendo sus paredes, dilatarse aún más, preparándose para recibirme

Me prendo de su intimidad con lamidas foraces que la mantienen al borde, me detengo, escuchando un suspiro de frustración pero no permito que me cierre las piernas cuando, muerdo sus pezones, me quito el pantalón junto con el boxer y me acomodo mejor en su entrada

Deslizandome con lentitud dentro de sus paredes, está tan dilatada, tan húmeda que me permite dar el primer empellon con facilidad, ambos jadeamos y beso su comisura, para entrar y volver a salir

—Eres jodidamente deliciosa— le gruño, manteniendo un ritmo lento, sus caderas también se impulsan, y es tan jodidamente apretada que mi polla no alcanza el tope, le abro aún más las piernas, para poder tocar sus puntos vírgenes, y se arquea aun más, jadea con un poco de dolor y suavizó el movimiento para evitar lastimarla

—No, no, más fuerte — pide y sonrió, saliendo por completo y volviendo a entrar, parece una jodida diosa con la boca entreabierta y sus pechos bailando cada que entró y salgo

Presionó su clítoris con mi dedo, aumentando aún más el limbo, dejándonos arrasar a ambos, ya que estoy cerca, al igual que ella, ancló mis manos a su cintura y doy una nueva estocada llenandola por completo de mi, busca mis labios, no los llega a alcanzar cuando se dobla presa del orgasmo, cerrando los ojos y enterrando las uñas en mis hombros

Apoyo su frente con la mía, y espero que mi respiración se regule un poco para salir y tirarme a su lado, descansando para poder tomarla de nuevo porque esto a penas empieza

Se acomoda a mi lado, y baja la mirada, ladea la cabeza viendo el glande y suelta un suspiro

—¿Todo eso entro en mi? — pregunta en un susurro, y supongo que la pregunta no fue para mí, pues sigue viendo mi polla, mientras rasca su sien

—Si, no quedo ningún centímetro afuera — respondo, llevándola a mi regazo, las trenzas las tiene desordenadas, se acomoda sobre mi, sonriendo con timidez, y aparta la vista para evitar que vea su sonrojo

Me río, y vuelve a poner su mirada en mis ojos, se apoya de mi pecho y empieza a mover las caderas, despertando lo que acaba de dormirse, pero mi polla quiere tanto de ella como yo, al igual que ella

EN MEDIO DEL MAR [Spin Off De La Biología Condena #0] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora