Novio Por Condición ✧ Junghope

✦15

¿Qué podía haber de atractivo en Jeon Jungkook?

Esa era la pregunta que rondaba por los pensamientos de Hoseok, acomodo los lentes sobre el puente de su nariz y miro su computador portátil, no tenía que haber algo tan especial, no debía haberlo, pero admitir que es alguien atractivo no cabía duda, claro que lo atractivo se iba por completo al percatarse de la actitud de aquel joven empresario, había ingresado a varias páginas, y todas estaban de acuerdo en que Jeon Jungkook era más que considerado uno de los solteros más codiciados de toda Corea del Sur, ¡increíble!

— Esto es sumamente ridículo —menciono en voz baja—, ¿cómo es que esté tonto pueda tener a tantos tras sus huesos? Es una locura.

Hoseok sabía que seguramente ahora mismo lo han de estar maldiciendo de una y mil formas por haber obtenido la atención de aquel chico, y por supuesto él odiaba que lo insultasen por tonterías, aunque hasta ahora al parecer nadie más lo ha reconocido por las calles como para decirle o criticarle sobre estar con Jungkook, y al menos eso lo agradecía de por medio al destino.

— ¡Hoseok! —un grito lo saco de sus pensamientos, miro hacía la puerta de su departamento, rodó los ojos, no esperaba alguna visita y mucho menos de él—. ¿No me abrirás?

— Ya voy —respondió de forma perezosa, cerro su computador portátil y lo coloco a un lado suyo, se dispuso a incorporarse y caminar lento hacía la puerta, la verdad no quería abrirla, no ahora, necesitaba pensar en todo lo que le había pasado, desde haber aceptado el trabajo que Seokjin le había asignado, hasta haber aceptado fingir tener un noviazgo con Jeon Jungkook, su situación parecía ser de una película extranjera con altas expectativas.

Abrió la puerta encontrándose con un chico de cabellos rojizos oscuros y sonrisa que deslumbraba, Park Jimin, ese chico siempre lo ha acompañado en buenos y malos momentos, había sido extraño el momento en que se habían conocido, pues había sido en las duchas, después de un largo día de ejercicio en la secundaria, y accidentalmente a Hoseok se le había caído la toalla justo frente a Jimin, quien no sabía si decirle algo o no, en fin, después de aquel momento comenzaron a ser amigos.

— ¡Tanto tiempo sin verte! Te escondes muy bien —menciono Jimin y sin pedir alguna clase de permiso de parte de Hoseok, entro al departamento, típico de él.

Hoseok soltó un suspiro y miro a Jimin dirigirse de inmediato al sofá para tirarse en él y estirar sus extremidades, se veía cansado, lo comprendía era un viaje algo largo de Busan a Seúl, sobre todo con el tránsito.

— ¿Y qué me dices tú? No haz aparecido desde que terminamos la universidad.

— Lo sé, lo sé —Jimin se acomodó un poco para mirar a su gran amigo—, viaje casi un año a Tokio con mi hermana, no quería que le dejase sola en un país desconocido, y como ya había estado allí antes, fue fácil para ella adaptarse.