Dos alfas para un omega.

04

Contenido un tanto "explícito."

Jadeos y fuertes gemidos se escuchaban por toda la sala, choques de pieles  obsceno y fuertes, el omega no estaba acostumbrado a esa sensación de "llenura" y menos a esa posición.

Minutos antes.

—Oye Ji, ¿sabes dónde está...

—Mark, ya lo encontré.

El omega se encontraba con el conocido traje maid, hacía que sus largas piernas se viesen tan bien y que su cadera se viese más pequeña de lo usual y ni hablar de las mejillas rojizas.

—¿Desean al-algo?

—

Jisung estaba sobre Jaemin siendo embestido bruscamente, mientras Na estaba recostado en el suelo, Mark se deleitaba tal vista, la mano se le estaba casando de atender su miembro, necesitaba urgente ser el que embestia a Park, dejó de trabajar su erecto miembro.
Se acercó a Ji y lo tomó de los hombros obligándolo a que se recostara por completo sobre el cuerpo de Na.

—Muévete, bebé.— la voz de Na se hizo resonar en el oído de Park, este hizo caso y comenzó a moverse de manera lenta.

—Ji, tranquilo, no voy a hacerte daño.— Lee tuvo que subir la falda del menor para poder frotarse un poco y entrar por completo en el omega.

Los gemidos agudos por parte de Jisung no se hicieron esperar junto con los lloriqueos, apretó los hombros de Jaemin y siguió moviéndose, no estaba acostumbrado a ser embestido por ambos, su pequeño agujero no estaba acostumbrado a eso.

— Voy a moverme, di la palabras de seguridad si lo necesitas.— Lee y Na le había otorgado unas palabras de seguridad al menor por si la llegase a necesitar; fresa para parar, melón para ir despacio y vainilla para seguir.

Park pudo sentir un "golpecitos" en su estómago, Na al notar esto no quiso moverse hasta que Jisung hablase, mientras esperaba eso decidió meter sus manos debajo de la falda y poder manosear a gusto el trasero del chico.

—¿Te duele?—volvió a resonar la voz de Jaemin, Jisung negó mientras hacía puñitos con sus manos.

—Va...Vainilla.— Ninguno de los alfas se hizo esperar y comenzaron a moverse a su gusto, claro, sin hacerle daño a su chico.

Mark sentía la desesperación recorrer su cuerpo y la necesidad de arrancar cada prenda presente en el cuerpo del chico, bajo el cierre de la falda y la tiró al piso, quedando solo la camisa que no duró mucho ya que Jaemin la había despojado al poco tiempo. Los alfas tenían una buena vista, Mark podía ver como el trasero del más pequeño quedaba rojo por las embestidas y apreciar el movimiento de sus caderas, Jaemin observaba las facciones, como mordía sus labios y la forma en la que sus ojos estaban llenos de lágrimas.

—Cambiemos de posición.— Mark asintió a la petición de Jaemin y ambos salieron del menor, por su lado Jisung se había venido un par de veces y tenía las piernas temblorosas y no podía mantenerse de pie por su cuenta.

A los mayores se les hacía agua la boca de solo ver al omega con su cuerpo temblando y únicamente con su ropa interior en los tobillos.

Jaemin cargó a Jisung sosteniéndolo de las piernas dejándolas completamente abiertas, teniéndolo nuevamente en otra posición ambos alfas pudieron volver a embestir a su querido omega. No faltaron las marcas sobre el cuello de Jisung junto con las mordidas, seguro que Mark tendría la espalda llena de rasguños y Jaemin tendría mordidas por su cuello.

—¿Có-cómo te sientes, cariño?— Preguntó Mark y eso hizo que Jaemin se alertara y mirase con más atención.
Jisung estaba mirando hacía abajo y eso preocupaba a los otros dos, Lee tomó el mentón del mencionado e hizo que levantara la cara.

—¿Te duele? ¿Quieres parar?—Park negó rápidamente y colocó su mano sobre su estómago.

—Estoy bi-bien.— Tenía dificultades de hablar con coherencia y no gemir cuando quisiese decir algo, era imposible.— Me siento lleno.—dio una rápida mirada a los chicos antes de seguir— Vainilla, por favor.—
Esta vez fue un poco más lento, la razón por la que Jisung se sentía lleno era porque los chicos se habían venido y no se dieron cuenta.

Jisung estaba completamente marcado, tenía marcado hasta sus muslos, pero los otros no se quedaban atrás, no se notaba pero a Jisung le gustaba dejar marcas cada que pudiese.

—Alfas, los amo.— Dejándose llevar por la lujuria del ambiente ya estaba más que al merced de los mayores. La habitación se inundaba del los aromas de los tres, en especial del omega; limón, un fuerte pero delicioso olor.

Les había encantado esa pose, admirar a Jisung de piernas abiertas era bueno, pero más bueno eran las felaciones que hacía el chico, mientras atendía con su boca a un alfa, al otro lo atendía con su mano.

— Oye, mirada arriba y atenta.— Park alzó la vista hacía arriba sin dejar de atender el todavía erecto miembro de Jaemin, Mark al notar eso, tomó un puñado de cabello del chico y empujó hacía adelante, repito la acción un par de veces hasta que supo que Jisung debía tomar aire.

—Ya está, tomaste tu descanso.— Aún jadeando Jisung dirigió su mirada a Mark, este todavía no soltaba su cabello así que entendió que debía volver a meter el pene de Jaemin su boca, no sin antes provocar un poco. —Markie, ¿debería hacerlo?— dio una pequeña lamida y vió a Mark con un poco de descaro, Lee al notar eso levanto una ceja y tomó su miembro para introducirlo en la boca del chico.—No pedí que hablaras, si se me da la gana puedo dejarte completamente abierto y lleno de semen.— Mark soltó el cabello del chico para poder atender su miembro enfrente de la bonita cara del omega. Algo que le gustaba a Jisung era que le hablaran "sucio" o "rudo" a la hora del sexo.

—Si te hubiese pedido hablar podrías hacerlo, pero no te lo autorice.—Gruño moviendo sus caderas más rápido al sentir que pronto se vendría, ni otra embestida hizo falta para poder manchar la lengua y parte de la boca de Jisung.—Tragalo sin dejar nada.— saco su pene de la boca del menor para seguir viendo como el otro alfa también manchaba la cara de Park con su semen. Jisung tenía la respiración agitada, su pecho subía y bajaba trataba de regular su respiración pero le era difícil.

Tenía parte de las piernas llenas de esencia y también parte de la cara, para sus alfas era algo muy excitante de ver y no podía negar que les hacía querer tener otra ronda, aunque también tenían la necesidad de ver si el omega estaba bien.

—¿Te duele algo?

—¿Fuimos muy duros contigo? ¿Fue eso, verdad?

El omega notaba la preocupación de los alfas, tenían los ojos brillosos y jugueteaban con sus manos esperando ansiosos la respuesta.

—Estoy bien, fue genial.—Eso fue lo último que pudo decir antes de caer al suelo por completo y respirar de mejor manera, realmente estaba muy cansado pero satisfecho al igual que sus alfas.