𝗘𝘀 𝗻𝗼𝗿𝗺𝗮𝗹 𝘁𝗲𝗻𝗲𝗿 𝗺𝗶𝗲𝗱𝗼...
En algún punto puedes entender que el miedo solo puede hacer dos cosas esenciales contigo.
→ Puede paralizarte hasta el punto de que ya no reconozcas tu alrededor.
→ O puede hacerte saber en tu interior que...
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Todas las clases, de la A a la K, se centraron en el medio de todo el estadio. La absurda cantidad de gente ponía a algunos más nerviosos que otros, los cuales solamente sentían su emoción crecer poco a poco, a cada paso.
— Que tantas personas nos estén observando hace que me sienta más ansiosa de lo que ya estaba antes de entrar. — exclamó Ashido con una sonrisa emocionada, volteó su cabeza viendo a Kataki a su lado, — ¿No te emociona, Kataki-chan? — preguntó.
La nombrada simplemente la miró con una mueca casi imperceptible en su rostro, su entrecejo arrugado y sus labios torcidos solo hacían entender lo increíblemente incómoda que se sentía al ser el innecesario centro de atención de probablemente todo Japón en esos momentos.
— Uh, ¿Te encuentras bien, Kataki-san? — preguntó la más baja cambiando el honorifico, pues, sabía que la bicolor no estaba acostumbrada a tal familiaridad ajena.
— Concéntrate en el evento y no en los demás, Ashido. — expuso la más alta agachando su mirada, todo era irritante para ella ahora. — Y procura usar tu emoción durante los eventos. — habló por lo bajo.
La chica de piel rosácea sonrió grandemente, sí, sabía muy bien -en los pocos meses que llevaban conociéndose- lo poco empática que podía ser la contraria, la comparaba con Bakugo pero siendo menos agresiva en el tema del carácter. Sin embargo, sabía que se esforzaba por dar algo de apoyo a sus compañeros, aunque sean en esos momentos sus rivales durante la competencia.
— Lo haré, Kataki-san. — musitó levantando el dedo pulgar.
Cuando finalmente todos se ordenaron por filas, al pequeño escenario se presentó la que sería la presentadora de ese año para los de primero: La heroína +18, Midnight.
— ¿Qué está usando la profesora Midnight? — preguntó Kirishima con las mejillas levemente sonrojadas, pues era algo vergonzoso ver el erótico vestuario de la azabache.
— Es la heroína +18 después de todo. — comentó Kaminari en el mismo estado que el pelirrojo.
— ¿Está bien que la heroína +18 esté aquí? — cuestionó Tokoyami.
— ¡Sí! —.
— ¡Silencio! — exclamó la mayor, con un látigo en mano, lo sacudió llamando la atención inmediata de los estudiantes: — ¡Representando a los estudiantes de la 1-A, Bakugo Katsuki! —.
Kataki levantó levemente la mirada incrédula, el mencionado se encaminó al pequeño escenario mientras detrás de él sus compañeros de clase comenzaban a murmurar igual de incrédulos ante tal anuncio.
