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Saeng no sabía que sentir ante lo dicho por Jung Min. Saber que era un ángel no era lo que importaba en ese momento, si no que él, su primo… la persona en la que más confiaba le había ocultado algo que no se esperaba en absoluto pero, que por supuesto tenía el derecho de saberlo.

Y no sólo era él, si no que todos a su alrededor lo sabían y no habían sido capaces de decirlo. Su pecho se hundió en un dolor agonizante ocasionando que le costara respirar. Un dolor que jamás había experimentado en su vida, ni siquiera cuando Yesung intento abusar de él.

—¿Ángel?— Hyun estaba preocupado al ver que no respondía a su llamado. Sabía que esto pasaría, lo único que no espero fue su reacción tranquila y una mirada perdida.

Lo que ellos no sabían era qué Saeng estaba sufriendo Internamente, agonizaba a causa del dolor de saber que las personas en quien más confiaba y amaba, le habían mentido. Su ser interior gritaba en silencio, quería saber el motivo de ocultarle la verdad.

—¡Ángel, por favor!— escuchó a lo lejos la voz de Hyun.

Saeng solo pudo regresar a sus sentidos al escuchar la voz de su persona favorita. Respiró profundamente y miró a Hyun a los ojos, aquellos ojos que le decían que todo estaría bien. Luego miró a su alrededor, donde todos los demás estaban  mirándolo con una mirada de arrepentimiento. Pero antes de poder hablar, alguien lo alejó de los brazos de Hyun tan rápido que un mareo lo atacó en ese instante, haciendo que perdiera la conciencia unos segundos.





Al abrir los ojos, solo pudo mirar que estaba en los brazos de Yun Ho, el cual le hablaba en voz baja.

—Me alegra que reaccionaras.— soltó alegre Yun Ho y con una mirada de miedo a la vez.
—¿Dónde está Hyun?— pregunto Saeng al no verlo.

Pero Yun Ho no sabía que responder. Todo había sido tan rápido que ahora lo único que importaba era él, su hermano el cual estaba en peligro.

—¿ Dónde…esta Hyun Joong?— habló con voz enojada y más al percatarse de que no estaban en el lugar de la exposición.

Yun Ho se alejó de él y … —Él se quedó con los demás. Aquí lo importante era sacarte de ahí, antes de que Dark te llevará.— habló con la mirada puesta en él.

Saeng al escuchar su respuesta, salió de la cama donde estaba sentado y camino a la puerta sin decir una palabra. Lo único que necesitaba era tener a Hyun a su lado y calmar con sus brazos su palpitante corazón.

Cuando salió de la habitación y llego a lo que era la estancia pudo ver a su abuelo Heo qué, sin dudar por un segundo corrió a sus brazos. Realmente necesitaba tranquilizarse o podría darle algo.

—Abuelo, necesito estar con Hyun. ¡Por favor, llévame con él!— pidió con sus ojos llenos de lágrimas y oculto entre los brazos del abuelo.

—No puedo. Llevarte sería condenarte y todo su esfuerzo por mantenerte a salvo no habrá servido de nada.— dijo con sus brazos aún envolviendo su cuerpo.

Saeng inmediatamente se alejó de él mirándolo con una mirada qué, no reflejaba nada para el abuelo. —Al final su esfuerzo no servirá de nada, ya qué… Saeng posiblemente ya esté muerto o talvez ya sea un caído.— habló revelando su identidad. Un demonio de la oscuridad y servidor de Yesung.

Yun Ho maldijo por lo bajo. No podía creer que un maldito demonio se hiciera pasar por Saeng. —¿Dónde …esta?— pregunto acorralándolo contra la pared y con tanta fuerza que si él quisiera lo mataría ahí mismo pero… el abuelo lo detuvo.

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