Capítulo 51 : Plan de escape

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Años atrás:

En las celdas mas profundas del Agujero Negro se podía ver a un guardia quien hacia sus rondas, aunque este guardia aprovechaba la soledad del oscuro pasillo para abrir algunas de la puertas y visitar a ciertos presos que el estimaba mucho desde que los conoció.

A penas eran un par de días de tal hecho pero eso no le impedía reconocer que son buenas personas que fueron encerradas por caprichos del gobierno, en fin, eso se dirigía a hacer ahora mismo, por lo que abrió una de las enormes puertas usando su credencial junto a una contraseña.

- Hey, amiguita ¿Qué tal estas? – preguntó amablemente el hombre cuando entro a la celda.

Casi de la penumbra la voz de una chica le contestó en susurros, Él se acercó con una lámpara hasta donde estaba una joven castaña apoyada en el muro estando muy cerca del ducto de ventilación.

- ¿Luna estas bien? – preguntó el guardia sonando preocupado.

La mencionada volteo y reconoció al guardia de turno era el mismo hombre quien días atrás le había recomendado hablar con su novia a través del ducto de ventilación, sabia que este personaje las había estado ayudando trayéndoles algo de comida extra, ya que lo que se les daba de comer en horarios a veces no parecía ser comida.

- Hace mucho frio aquí Gabriel – respondió la castaña apoyándose aun mas al muro y abrazándose a si misma.

- Ya me lo imaginaba, por eso te traje esto – respondió el otro mientras le enseñaba una manta gruesa que había traído consigo.

El guardia arropó a Luna con aquella manta, ella pudo sentir como el calor empezaba a volver a su cuerpo, se sintió muy agradable después de haber sentido que se congelaba por el frio que hacia en ese lugar, y era de esperarse ya que estaba bajo el nivel del suelo.

- Dale una a Sam también, por favor – pidió la castaña.

- Descuida, traje suficiente para ella también -  respondió Gabriel mostrando que traía otro par de mantas y algo de comida.

El hombre dejo un poco de la comida que traía y procedió a retirarse, aunque antes de salir se detuvo en las grandes puertas de la celda antes de dedicarle una ultima mirada al oscuro lugar que guardaba a su prisionero.

- Luna – llamó el hombre.

- ¿Qué sucede? – pregunto la aludida desde la penumbra.

- Emmm... - el guardia dudó por un momento antes de volver a tomar la palabra – no, nada, olvídalo – agregó antes de salir rápidamente asegurando las puertas tras de sí.

Gabriel se dirigió inmediatamente a la celda de a lado, buscó con ayuda de la lámpara a su prisionero, aunque realmente no hizo tanta falta, solo fue cuestión de acercarse al mismo muro que compartía esta celda con la anterior para poder encontrar a una chica rubia en el mismo estado que su pareja.

- Hola Sam – saludó amablemente el guardia al estar lo suficientemente cerca.

- Hola Gabriel – correspondió la aludida con la voz temblorosa.

- Te traje esto – añadió el otro mientras arropaba a la chica con la manta.

- Muchas gracias, sentía que me iba a morir por el frio -  agradeció la rubia acurrucándose en el grueso edredón.

- Ni que lo digas – secundó el sujeto – mira también te traje algo de comida – le ofreció la comida caliente en un plato desechable que traía tapa.

- No se como podría pagarte todo lo que haces por nosotros, has sido tan amable desde el día que llegamos aquí – afirmó la rubia mientras tomaba el plato y degustaba algo de su comida.

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