Lo más importante para la Lujuria es el deseo a cumplir, lo otro no importa.
Gun se sentía muy feliz y más que eso, estaba emocionado. Decir aquello era lo menos. No podía creer que el joven guapo fuera su novio. Era tan irreal aquello. El siempre se consideró poco atractivo. El beso fue tierno, y dulce.
Las manos de Gun se envolvieron sobre el cuello ajeno y lo rodearon. Sus dedos jugaban con el cabello ajeno. Sus labios tenían un ritmo lento, suave y dulce. Era un beso tierno. Siwat se acercó a Gun y después lo abrazó por la cadera y lo apego él. Pero la mesa no ayudaba mucho y sin ganas de separarse de los labios ajenos. Se levantaron de manera torpe sin dejar de disfrutar los labios ajenos. Ahora podría decir que de su novio.
Por falta de aire el beso se rompió. Aún jadeantes y deseosos de un poco más sonrieron torpemente. Siwat dejó ver sus finos colmillos y Gun dejó ver ese leve sonrojo en sus mejillas. Aquello sólo era un aliciente a querer más, a ser mezquino con esos labios.
Las manos de Siwat tomaron la cadera ajena, la rodearon como si fuera una ciudad que debía invadir y no daría tregua para tomarla. Sonrió una vez más.
—Ven, vamos a la sala. —Lo apretó un poco más y con su pulgar rozó al final la cadera huesuda de su novio.
—Vamos. —Gun dejó ver una pequeña curva hacia arriba en sus labios. Una fina línea que dejaba ver sus labios abultados en una pequeña sonrisa fina.
Ambos cuerpos de manera torpe fueron hasta la sala. Siwat lo jaló una vez más y lo sentó sobre sus piernas. Como si fuera un niño pequeño que estaba siendo mimado. La espalda de Gun estaba contra el pecho de Siwat. Y sintió el vibrar de su pecho, ese golpeteo de su corazón ¿estaba nervioso? Pensó Gun. Y espero que no mirara y sintiera su cuerpo temblar debido a los nervios que tenía en ese momento. Suspiró.
Sus cuerpos se amoldaban con perfección, sus labios se unían en un beso lleno de ternura, de anhelo, un beso puro y sin dobles intenciones. Siwat dejó los labios de Gun y después lo observó, acarició su cabello de manera lenta y dejó un mechón rebelde que había estado sobre su frente. Se acercó y besó su frente para después sonreír.
—Eres tan lindo que no puedo creer que seas mi novio - Y allí un halago dejo salir de sus labios Siwat. Sonrió una vez más y que aquello parece que se hacía una costumbre entre ellos al estar juntos.
—Eres más lindo —Crotó Gun mientras sonreía y veía cada rasgo del rostro ajeno. Sonrió una vez más y tomó el valor para poder dejar un beso en sus labios y después en su frente.
Aquella tarde no hubo sexo, no, estuvieron en aquel sillón que parecía tan perfecto para ambos que se sentía tan bien. El cuerpo de Siwat sirvió de colchón para que Gun descansará sobre él. El chico guapo acomodaba el cabello rebelde de su novio. Cada caricia hacía que Gun suspira y poco a poco el sueño lo venció.
Lindo inicio de semana.