Capítulo 3.

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Buenas buenas UwU
Aquí está el capítulo tres ✨
Espero que lo disfruten.












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Todo su cuerpo se sentía muy pesado y su pecho estaba siendo comprimido, dificultandole respirar, abrió los ojos con cansancio sorprendiendose por la causa de sus malestares matutinos.

Nada más y nada menos que el gran Faraón que ahora yacía sobre el, aplastando todo su cuerpo.

Ya había transcurrido casi un mes desde que Law fue maldecido en Egipto y últimamente para su mala suerte, Luffy el faraón que era parte de la maldición tenía la manía de que por la noche se colaba a su cama y dormía con el, al principio esto le pareció muy raro al ojigris que de inmediato pidió una explicación, y la dada por el chico fue que no le gustaba estar solo después de estar atrapado en la profunda obscuridad después de cientos de años en el sueño eterno, además de que por esto mismo no le era posible dormir, así que prefería solo observar dormir al arqueólogo.

El celular de Law que se encontraba cargando en la mesita al lado de su cama comenzó a sonar asi que el dueño del móvil se levantó rápidamente y en el proceso mando al azabache menor que antes reposaba sobre el ,al suelo. —  Trafalgar habla ¿Quién es? — Respondió después de deslizar la aceptación de la llamada.

— Law-kun, Soy Robin, llamo para informarte que mañana se llevará acabo el traslado del sarcófago al laboratorio. Los chicos se sienten muy apenados por el retraso pero finalmente ya está listo el área tal y como lo pediste en un principio. — Respondió la mujer.

En un principio se le había informado a Law que se quedaría con la reliquia egipcia solo por una semana durante el tiempo en que los científicos prepararían un área especial, pero por diversas situaciones el plazo se alargó unos días más hasta que el mes ya se había cumplido, cosa que más que molestar al ojigris le había parecido perfecto, ya que con todo eso de la resurrección del Faraón y la maldición, también necesitaba tiempo para arreglar todo, Luffy obviamente no volvería al sarcófago para que lo llevarán a un laboratorio, así que Law debía pensar una cuartada para que los demás creyeran que dentro del ataúd jamás hubo una momia, después de todo se suponía que nadie la había abierto aún. —Diles que no se preocupen, no a sido ninguna molestia tener el sarcófago en mi casa y se encuentra en perfectas condiciones para que la transporten en cualquier momento. — Miro al chico sentado en el suelo que lo fulminaba con la mirada por haberlo arrojado al piso, luego miro hacia arriba como pidiendo paciencia, su vida se había convertido en un completo caos, si bien le agradaba la idea de estar con aquel pequeño azabache jamás imaginó que tuviera una actitud tan terca, alegre y sería a la vez, tratar con el era como tratar con dos personas completamente distintas y eso de verdad era complicado.

— Gracias por tu cooperación, Entonces mañana nos estaremos viendo, llevaré a otro compañero arqueólogo conmigo, espero que no te moleste. — comento la chica.

— Por supuesto que no, cualquier conocido tuyo es bienvenido, Robin-ya— Poco después finalizaron la llamada.

— Mmmm oye ¿Con quién hablabas por esa cosa? — pregunto el azabache menor. Desde que llegó a aquella época todo le resultaba nuevo e intrigante, desde la TV o esa cosa llamada celular que funcionaba para comunicarte con otras personas aún que ellas estuvieran muy lejos.

— Era una compañera del trabajo...—

Law seguía pensando en que haría con lo de la momia que resultó estar más viva que muerta y que le diría a Robin cuando llegara a su casa? ¿Qué el chico solo era un amigo, conocido o amante?, bueno tal vez eso último no, pero debía tener una cuartada perfecta, ya que Luffy no regresaría al sarcófago así que debía adaptarse a la vida actual, sonaba sencillo, pero para un chico del antiguo Egipto era muy complicado, todo ese primer mes en el que estuvieron juntos Law se la paso explicando solo cosas básicas para evitar que Luffy hiciera una locura como hacer un sacrificio.

Debajo de la arena.   LawluDonde viven las historias. Descúbrelo ahora