El amanecer comenzó a iluminar todos los rincones de la habitación, las delgadas cortinas daban paso a que la potente luz de los rayos del sol llegaran hasta el rostro de Taehyung, quién se quejó en cuanto comenzó a sentir una sensación acalorada en su cuerpo. Ni siquiera llevaba cinco minutos despierto cuando un aroma familiar llego a sus fosas nasales alterándolo y provocando que reajustara su postura en la cama.
Los recuerdos de la noche anterior se dispararon por su mente, y un pequeño golpe en su pecho hizo que su lobo llorara en silencio.
Estaba solo.
-Eres patético.- susurro el omega.
No, no había hecho nada indebido, o al menos ante su perspectiva no había roto ninguno código de moral o ética, después de todo él también había quedado confundido con las acciones de Yoongi, pues en ningún momento las había vivido con Jung, o más bien, no con el mismo final, sin embargo, después de apreciar como el alfa había salido de su habitación la noche anterior sin mencionar palabra alguna, demasiadas dudas surgieron en su cabeza, Taehyung sabía que la cuestión de que un alfa se comportara territorial era bastante normal, al final era su naturaleza animal, incluso, en cualquier categoría era común que éstas actitudes se presentaran, sin embargo, lo que hasta el momento confundía al omega era que tan real había sido la sensación de aquellos labios ajenos por la piel de su cuello.
Quería creer que el calor de la situación había llevado a su mente a imaginar que Min Yoongi había tenido el valor, y descaro de cierta manera, de besarlo, pero para su mala suerte era tan complicado entender quién de los dos, entre hombre y animal, estaba actuando, ¿quién lo estaba deseando?, esa era la mayor incógnita.
Adentrándose a la cocina se encontró con la figura de Jimin, quién no parecía notar su presencia debido a que toda su atención estaba puesta sobre el desayuno. Tomando asiento en una de las sillas de la barra, Taehyung aclaro su garganta, el chico de hebras doradas tan solo dio un pequeño brinco colocando su mano sobre su pecho, al mismo tiempo en que una sonrisa contagiosa se asomaba por sus regordetes labios.
-¡Oh, dios Kim!- menciono Jimin con exageración.- Agradece que no estrelle el sartén en esa bonita cara.
-Lo siento, no quería interrumpirte.- respondió apenado, sin embargo, Jimin parecía restarle importancia.- Cuando vivía con Namjoon, al despertar ya no había nadie, creo que es la costumbre.
-Está bien, Tae, Yoongi suele hacer lo mismo, es tan silencioso, a veces le digo que tiene habilidades de un gato.
-¿Cómo es eso?- cuestionó con curiosidad el omega.
-Aparte de la forma de sus ojos, los gatos tienden a ser astutos, en casi todos los sentidos, al igual que gruñones muchas veces, así es Yoongi, pero también es muy cariñoso cuando se lo propone.
-Nunca había escuchado tal cosa.
-Suele ser un chiste entre nosotros.- respondió Jimin al momento en que colocaba un poco de fruta frente a Taehyung, quién con gusto recibió.- Por cierto, ¿Dormiste bien?, te miras bastante adormilado aún.
-Supongo, no suelo madrugar.- Jimin asintió como respuesta antes de volver a verificar la sartén, mientras tanto Taehyung se daba el tiempo de observar con más detalle al chico, no se había percatado que lucía bastante formal aquella mañana. Portaba pantalones negros tallados a la complexión de sus piernas, mientras que una camisa blanca perfectamente planchada cubría la parte superior de su cuerpo, por lo que suponía que estaba por irse al trabajo.
-¿Tienes problema con quedarte un par de horas solo?, en unos minutos tengo que salir al consultorio y de ahí pasaré a realizar unas compras para la reunión.
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Omega de alquiler |Yoonmin/Yoontae|
Teen FictionTaehyung tenía una sencilla y única tarea, cargar en su vientre al cachorro de Park Jimin y Min Yoongi, una pareja que le había propuesto alquilar su vientre a cambio de una jugosa cantidad de dinero, a la cuál el omega no se había logrado resistir...