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Taehyung sabía que el auto seguía moviéndose, la música seguía reproduciéndose, incluso, podía escuchar los apenas audibles quejidos de Yoongi maldiciendo ante la antigua situación, pero el omega no se sentía capaz de terminar de concentrarse completamente en una sola cosa de su alrededor, no cuando las palabras de su hermano iban y venían una y otra vez en su cabeza.

Miro a la persona alado suyo, su ceño estaba fruncido, sus manos sujetaban con fuerza el volante y las aletas de su nariz se ensanchaban ante las pesadas respiraciones, incluso, aunque su expresión estuviese lo suficiente serena, nadie podría dejar pasar la intensa fiesta de feromonas que el alfa expulsaba. Taehyung quería golpearse tan fuerte por haberse perdido en los deseos profundos de su lobo, por dejarse llevar ante la presencia de Jung, tal vez si todo aquel tiempo hubiese pensado con la cabeza fría, como era el plan principal, las cosas habrían salido de una forma muy distinta, pero no, y realmente no encontraba la manera de arreglarlo.

Taehyung no pedía perdón, normalmente las situaciones ameritaban que el rubio recibiera las disculpas de los demás, sin importar que la culpa fuese suya, el omega no admitía sus errores, su orgullo y ego no le permitían humillarse de tal forma, pero en ese momento todo se sentía diferente. Si bien, no había tenido el trato suficiente con la pareja, al menos Yoongi le transmitía una paz increíble, era imposible sentirse amenazado o en peligro a su lado, parecía ser un hombre paciente y amable, por lo que su persona se sentía tan culpable de haber tenido que poner al alfa en tal situación, incluso, si solo su lobo fue el que habría reaccionado.

-Lo siento.- menciono Taehyung, sin embargo, su mirada nunca llego a aquellos ojos felinos.

-No fue tu culpa, realmente no te disculpes.- contesto el mayor.

-Él nunca se comportó de esa forma antes, no sé qué sucedió.

-En realidad no fue él, como hombre me refiero, nuestros lobos fueron los que reaccionaron.- y sin darse cuenta, el auto yacía detenido frente a la gran y hermosa residencia Min. Taehyung sentía la necesidad de decir algo más, quizá defender a Jung por su comportamiento, quizá autodefenderse por ser tan inútil y caer en las provocaciones del alfa, pero no, nada más salió.- Solo tengo una duda, espero no te moleste que lo pregunte.

-Claro, dime.

-Mencionaste que no estabas con nadie sentimentalmente, y no soy tan tonto para no saber que ese chico y tú más que amigos si son.

Yoongi no lo miraba, pero sabía que estaba esperando una respuesta ansioso por que en ningún momento pareció tener la necesidad de bajar del auto, ni siquiera de sonreír a su omega cuando éste se encontraba esperándolos en la puerta.

-No mentí, él y yo nunca tuvimos algo serio, pero era mejor estar a su lado que seguir viviendo con Namjoon y sus discursos paternales.- respondió Taehyung, pero el alfa no se miraba lo suficientemente complacido ante su respuesta.- No tienes que preocuparte por él.

-¿Lo sabe?

-No sentí la necesidad de decírselo, todo el embarazo la pasaría aquí, así que no lo creí necesario.- entonces, algo muy dentro suyo, se removió con brutalidad, sus nervios habían aumentado, y una extraña necesidad envolvió cada parte de su ser, pero era imposible hacerlo, no cuando una mirada estaba puesta sobre ambos.- ¿Estas molesto?

-Solo no quiero verlo por aquí, ¿puedes controlar eso?- cuestionó el alfa obteniendo un asentimiento como respuesta, dada por terminada la charla, el mayor bajo primero dirigiendo sus pasos al dulce omega de hebras doradas.

Los ojos de Taehyung no pudieron evitar seguir cada movimiento del alfa, la manera en que acoplaba sus manos a la cintura del chico acercándolo a su cuerpo, impregnándose de su exquisito aroma, o tal vez la forma en que sus ojos apreciaban la sonrisa de Jimin, pero nada tan especifico como sus labios disfrutando del sabor ajeno del omega.

Omega de alquiler |Yoonmin/Yoontae|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora