Capítulo 6

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Narra Libardo

En menos de 4 horas toda la paz que construí por 5 años se fue a la mierda.

No podía escapar de él estando tan cerca, podría quitarle las semillas pero de todas maneras ya reconoció mi olor, y no lo olvidaría en poco tiempo, y mi don... no es una opción en estos momentos...

Es demasiado riesgoso en estas circunstancias...

Qué les diré a los chicos?, según ellos no recuerdo nada de mi vida pasada, aghhhhhh esto complica todo, estas preguntas inundaban mi cabeza cuando de pronto me di cuenta de que él Alfa ya no me seguía se detuvo olfateando un puesto de tacos de canasta, ja... igual que yo al salir el primer día del hospital...

Libardo: se llaman tacos de canasta. Tienes hambre?

Jean: mucha, no he comido desde ayer. —dijo con la boca abierta por el olor, y estiy seguro aguantaba las ganas de babear—.

Libardo: vale —fui y le pedí a señora 10 tacos de papa, supuse que tendría tanta hambre que se llenaría rápido— lo agarras así, y muerde, —era como enseñarle a comer a un niño—.

Jean: *muerde*, o Dios... Mmm~... está delicioso... —dijo cerrando los ojos y manchandose la cara de lo rápido que comía—.

Libardo: haber ya estas grandecito para mancharte al comer —dije agarrando una servilleta y limpiando su rostro, como un niño pequeño sin duda—.

Jean: es lo mejor que he probado, me disculpo —dijo tratando de hacer una pequeña reverencia, pero lo detuve—.

Libardo: ok primera regla, nada de reverencias si no quieres que te roben o piensen que estas loco.

Jean: lo lamento, alguna otra cosa que deba saber, al menos por hoy? —dijo dándole otra mordida a su taco—.

Libardo: pues creo que esta demás decirte que las armas de aquí son más avanzadas, y pueden llegar a matarte más rápido que en el Bosque, si inicias una pelea o ven que estas amenazando a alguien y hay policías cerca, te mandan a una prisión de la que créeme, no saldrás por tu propia cuenta, creo que es lo mas esencial por el momento, aquí no saben nada de nosotros así que no podrás usar la excusa de que "eres un Alfa" para hacer lo que quieras.

Jean: nunca he usado eso como excusa, nunca falté a las leyes de la aldea en ningún momento.

Libardo: si es obvio, eres Alfa, básicamente no tienes reglas que seguir.

Jean: estas equivocado —me miró serio, como... dolido?— ¿sabes el duro entrenamiento que he llevado desde los 5?, cada día tenía que dejar inconscientes a 3 soldados, si no lo hacía, yo era el que acababa en el suelo...

Libardo: tampoco me sorprende, a ustedes les enseñan a ser armas, pero y luego, en la aldea o como Alfas, tenían reglas?, si un Alfa atacaba a un omega o beta, todos los demás debíamos de pasar como si nada, por que si nos metiamos estábamos "interfiriendo" en su "resolución de conflictos."

Jean: como te dije antes, nunca hice algo como eso, y normalmente yo soy el que llega a detener a esos Alfas.

Libardo: jum... supongo que para ustedes es difícil en otro aspecto, pero aún así, qué me asegura que no eres el típico Alfa tonto, con delirios de grandeza, narcisista y con estereotipos.

Jean: si fuera así, hubiera tomado tu cuchillo y te hubiera obligado por la fuerza a serme de ayuda o bien te hubiera violado ahí mismo. —temblé ante la forma tan cruda como lo dijo— no sé por qué no confías en Alfas, no sé cómo probarte que soy diferente, no sé muy bien tampoco por qué me estás ayudando, ni sé justo ahora cómo sobrevivir a este mundo, ni siquiera sé tú nombre aún, pero sólo puedo darte mi palabra por ahora de que no haré nada para herirte de cualquier forma posible. —me miró fijamente a los ojos, sus ojos solos los podría comparar con la misma noche, oscuros, misteriosos, penetrantes, elegantes... —.

Libardo: es suficiente por el momento —dije tratando de sonar lo más serio posible— te daré el beneficio de la duda por el momento.

Jean: por qué? —dijo sin más—.

Libardo: dijiste que querías conocimiento, lo que significa que no te llama la atención el poder, pero principalmente fue porque dijiste: "no sé", al menos me da a entender, que aceptas cuando no sabes algo y necesitas ayuda —le sonreí, espero no equivocarme con mi suposición— vamos ya es tarde, y mientras más noche más peligroso es...

Jean: de acuerdo, gracias... por confiar en mí... Enserio...

Libardo: no hagas que me arrepienta he, —dije avanzando a nuestro destino—, emmm por cierto hay algo que debes saber antes de que lleguemos a donde vivo...

Jean: pasa algo malo? —dijo con intriga—.

Libardo: —solté un largo suspiro antes de contarle la situación— no sé cómo haré para que no crean que eres un total desconocido...

Jean: creo que tengo la solución para eso... —dijo sonriendo mientras entrábamos al edificio a donde nos dirigíamos—.

Libardo: —escuché su idea atentamente, era descabellada, pero simple de hacer a la vez,  podría funcionar—, creo que saldrá bien, cruza los dedos para que funcione.

Jean: por qué cruzar los dedos influiría en que esto funcione?

Libardo: jajajaja hay muchas cosas que debes aprender, olvidalo es solo una expresión... bien llegamos...

Jean: espera no me has dicho tu nombre aún...

Libardo: —me detube en seco frente a la puerta, era hora de revelarle quién era... espero y pueda recordarme... no lo voltee a ver y solo se lo dije—. Libardo... Libardo Izasa.

Colisión de mundos [LIEAN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora