Narra Jean
Llegamos a la casa con las bolsas de las compras, los chicos se asustaron un poco cuando nos vieron, habían pedido la cena y estábamos reunidos en el comedor, de repente Libardo se dirigió al baño y en eso empiezan las miradas de los chicos hacia mí, lo admito era algo incómodo, pero decidí romper el silencio incómodo.
Jean: emmm si hay algo que quisieran preguntarme con gusto lo responderé.
Ralf: te lo diré de frente, no confiamos en ti —wow nunca espere que fueran tan directos, me agrada este chico—.
Jean: mmmm lo considero justo, y que es lo que piensan de mi justo ahora.
Darían: creo que eres un estafador, o peor aún, alguien que le quiere hacer daño a Libardo, y creeme que no pienso permitirlo —se miraba tan decidida, sin duda la quería—.
Jean: haces bien al desconfiar de mí, yo tampoco confiaría en un extraño, pero creeme, no le haré daño alguno a Libardo, ni le robare ni le haré ningún mal, al igual que ustedes, han sido la familia de él, cómo podría quitarle la familia que encontró luego de qué...
Ralf: de qué? —me miró fijamente con un semblante serio, en todo sentido de la palabra, hablé de más rayos—.
Jean: olvidalo, no es algo que me incumba a mí.
Darían: basta de secretos, por lo menos dime como es que alguien que dice que era cercano a Liba no lo encontró hasta 5 años después?, ¡¿por qué no lo contactaste sabes cuanto hicimos para que su familia lo encontrara?! —habló fuerte, se ve que todo este asunto le afectaba demasiado—.
Ralf: tranquila Darían, Liba va oírte, por lo menos responde, por qué lo viniste a buscar ahora? —su rostro era más sereno, pero era entendible, el no sentía la culpa de Darían—.
Jean: lo vine a buscar ahora por qué hasta ahora lo encontré, y lo sé es muy poco creíble, pero es la verdad, y quise verlo por que... —rayos, tendré usar esa carta, supongo que es la única forma de que me crean—, antes me enamoré de Libardo, volví no solo para recuperar a mi amigo, sino que además, quiero descubrir si mis sentimientos por el cambiaron luego de los años y de su accidente, quiero saber si en verdad lo superé o solo me e mentido con eso por 5 años...
Darían: estás jugando con fuego con esas palabras, —se cruza de brazos—, tú qué dices? —le habló a Ralf—.
Ralf: la vida me ha dado la habilidad de saber cuando alguien miente, y por mas que busqué en el algo que me diera alguna duda de lo que decía, pero no. Todo lo que dijo era verdad. O sabes mentir muy bien o lo dices enserio.
Jean: no pido que me crean, sigo siendo un extraño, pero les digo con toda honestidad que protegeré a Libardo con mi propia vida.
Darían: ya de acuerdo, le dije a Liba que te daría el don de la duda, así que por él lo haré.
Ralf: lo mismo digo, aun no confío en ti, pero si te creo cuando dices que no le harás daño a Libi y mas te vale no faltar a tu palabra.
En ese momento Libardo bajo y volvimos a comer, volvimos a platicar del día y de cosas triviales, habían varias cosas que no entendía, algo llamado, fatbol?, fruta ala?, no sé ya después se lo preguntaré a Liba, pero hay algo más que debo de hablar con él...
Terminamos de cenar y nos dirigimos al cuarto al cuarto de Liba a guardar lo que habíamos comprado, creo que es el momento...
Jean: Libardo hay algo que quisiera decirte —dije viendo aún la ropa que tenía en las bolsas—.
Libardo: claro, qué sucede? —dijo fijando su visión en mí—.
Jean: sé que aunque nos hayamos conocido antes, seguimos siendo básicamente extraños que se tienen confianza pero...
Libardo: pero?...
Jean: creo que ellos merecen saber la verdad de nosotros — solté sin anestesia, espero que salga bien—.
Libardo: —quitó su mirada de mi y siguió guardando su ropa en el armario—, ya te lo dije Jean es mejor no meterlos en este mundo.
Jean: en qué mundo Liba? —traté de sonar lo más calmado y suave que pud—, estamos exiliados, ahora este es nuestro mundo, sin embargo creo que merecen, principalmente Darían saber nuestra verdadera naturaleza.
Libardo: no Jean Carlo, te expliqué el porqué, además no creo que Darían... No importa —se interrumpió el mismo—.
Jean: sabes que ella aun se culpa por lo de tu accidente y tu "perdida de memoria"
Libardo: y no crees que yo no estoy listo imbécil?! —elevó la voz, rayos está va mal—.
Jean: —mi Alfa interno estaba molesto con él por su contestación, pero me sobre puse— de qué no estás listo?
Libardo: de qué me odie por mentirle y se aleje de mí, m-me abandone y terminé olvidando con todos en mi vida —dijo con lágrimas en los ojos, e instintiva mente me fui acercando a él y lo rodee con mis brazos, empecé a liberar más de mi olor para tranquilizarlo—.
Jean: mientras más tiempo pasen sin saber la verdad peor será, lo mejor será que lo escuchen de tí... —lleve una de mis manos a su cabeza y comencé a acariciar su cabello, mientras que la otra lo seguí pegando a mi con fuerza sin llegar a ser bruzco, sentia sus latidos con los míos, sus manos en mi pecho mientras poco a poco controlaba su respiración—.
Libardo: n-no puedo perderlos, n-no a ellos, ni a nadie más.. —Estaría refiriéndose, a mí?—.
Jean: estaré a tu lado siempre, cuando decidas decirle estaré ahí si lo deseas, no tendrás que hacerlo solo.
Libardo: la haré ahora. —dijo sin más, y aunque por mi estaba bien, no queria que lo hiciera por presión—.
Jean: no tiene por qué ser justo ahora, eres tu el que lo decidirá.
Libardo: si espero, para mañana tendré otra excusa para no hacerlo, debe ser ahora, además no falta mucho para mi celo, y no se cuanto falte para el tuyo.
Jean: aún faltan unas semanas.
Libardo: será mejor que sepa todo cuanto antes. —iba a abrir la puerta cuando de repente varios aromas de extraños empezaron a llegar a mi nariz, espera... Estos no son?... Oh no.—.
Jean: escuchame libardo, tenemos compañía allá abajo acercándose, vete por la escalera de incendios con Darían y Ralf, sacarlos yo los detendré y te buscaré luego.
Libardo: Jean qué pasa?, quienes son?, no reconozco sus olores...
Jean: parece que los perros de la tienda de ropa vinieron a intendar morderte.
Libardo: llamaré a la policía, pero tardarán en venir... —dijo agarrando su pequeña caja—.
Jean: no se que sea eso pero si pueden ayudar traelos, y Liba... —hise que me mirara a los ojos—.
Libardo: dime que no pasa algo más...
Jean: tendré que usar mi fuerza, perdón desde ya si hago ruido y quiebro algo, y creo que será bueno que les digas a esos dos que deben hablar.
Libardo: de acuerdo, solo no los mates, que empiece el juego.
Jean: ten por seguro que ganaré. —le dije sereno a los ojos, wow... había olvidado lo profundos y hermosos que son...—.
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Colisión de mundos [LIEAN]
FanfictionAbandonó todo lo que conocía... Por aquello que nunca creyó conocer... Qué será esto?... cómo funciona?... Por qué no puedo... aprender de ellos... Lo único que pido... es que por una vez... no me traten como el próximo Alfa y sea... yo mismo... S...