FINAL

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-¿Segura de que te encuentras bien?- me pregunta mi esposo preocupado por tercera ocasión- podemos comer en la cama.

Miro la cama con repulsión ya no puedo estar cinco minutos más en ella, aunque mi dolor sigue estando presente debo moverme un poco. No estaba preparada para esto, supongo que ninguna mujer lo está. Hace un par de días que fui dada de alta del hospital sosteniendo en brazos a nuestra nueva pequeña integrante de la familia, nuevamente ha sido niña, este embarazo fue mas complicado que el anterior pero gracias a que estuve rodeada de cuidados u buenos doctores todo salió bien, estaba mentalmente preparada para sufrir nuevamente los dolores de parto pero desafortunadamente no dilate bien y si esperábamos más tiempo podía ponernos en riesgo a la bebe y a mí, no me quedo más opción que aceptar la cesárea.

-No, quiero moverme un poco o me fundiré con la cama- dio formando un berrinche- necesito otros aires.

-Está bien yo te ayudare a bajar- me dice no muy convencido- pero regresaras a la cama a descansar.

Como prometió ha estado cuidando mucho de mi aunque hace días que tuvo que regresar al trabajo pero se ha encargado de todas las labores en casa, yo solo me ocupo de la bebe pero siempre viene alguien a hacerme compañía ya sea uno de los chicos o Min Hee que aunque no entro a la misma universidad que esta a un par de calles en la que nosotros estudiamos logro entrar a una cercas y de mejor prestigio. Ella cuenta con dormitorio en la universidad para evitar que se tenga que trasladar a tan altas horas de la noche pero ella aun así viene a quedarse en casa, son pocas las ocasiones en las que se queda en la universidad ya sea por un trabajo en equipo o porque salió con sus amigas.

-Como digas- digo frustrada- pero ya sácame de aquí.

Cuando me pongo en pie y abandono la cama me siento un poco desestabilizada un par de segundos pero finjo que no sucede nada porque si no me obligara regresar a la cama, el me rodea con su brazo sosteniéndome por la cadera elevándome un poco para ayudarme a caminar. Paso a paso lentamente me ayuda bajar las escaleras hasta sentarme en la sala en donde se encuentra nuestra pequeña bebe durmiendo plácidamente en el porta-bebé.

-Es muy tranquila- sonrió al verla- se me hace que será floja igual que el padre.

Y la verdad es que la pequeña es muy tranquila, no llora mucho y duerme sus siestas como es, tiene el sueño pesado y no importa el ruido que haya en la casa porque ni un tren pasándole por encima lograría despertarla.

-Solo es anticipada- se encoje de hombros- sabe lo difícil que es vivir la vida y prefiere descansar antes de tiempo.

Pongo los ojos en blanco por su broma tan mala, pero tal parece que a el le causa mucha gracia porque se marcha hacia la cocina sosteniendo su estómago, después de tantos años de juntarse con jin le han afectado. Un delicioso aroma inunda mis fosas nasales, tengo mucha hambre pero hoy viene Min Hee más temprano ya que es fin de semana y tenemos que esperarla. Mientras espero pacientemente observo atentamente como mi esposo va de aquí para allá con su delantal de kumamon, es un espectáculo digno de ver al igual que nuestra bebe.

-¿Cómo estás?- una vocecita me hace saltar de impresión, es Min soo que se encuentra a mi lado ¿en qué momento bajo las escaleras?

-Bien cariño- digo con dulzura- ¿Qué estás haciendo?

-Estaba organizando mi habitación- dice orgullosa de si misma- iré ayudar en la cocina.

Min Soo feliz de poder ayudar comienza a colocar la mesa, alguien llama a la puerta pero no necesitamos abrir porque sabemos de quien se trata, escuchamos las risas estridentes de Min Hee muy características de ella, en cuanto aparece en la sala corre hacia la bebe.

Un Amor Tan HermosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora