Dangerous man |Hyunin|

•『 ᴏɴᴇ 』•

Chapter One: bewitched
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El fuerte sonido retumbó por aquellas cuatro paredes, causando un poco de conmoción en todos aquellos que se encontraban en el lugar, quienes observaban al líder con completo terror al observar la escena que habían presenciado tan solo segundos atrás, sin embargo, siendo completamente conscientes de que, no debían de mostrarse aterrados ante lo sucedido, ni siquiera con un poco de temor mostrándose en sus rostros, porque, de hacerlo, probablemente aquel sería el peor error y tal vez el último que cometerían en sus miserables vidas. Y no era de menos, siendo que, Hwang Hyunjin era alguien de acciones muy grotescas en ocasiones, intimidando a cualquiera que lo viese con sus profundos orbes que podían dejar temblando a quien sea, aquel al que no le temblaba ni un tan solo poco, la mano al sostener el gatillo dorado de su arma y mucho menos, al disparar de esta, cuando alguien era capaz de rebasar su paciencia.

Sus orbes centellaban en completa furia mientras observaba con una expresión denotando lo asqueroso que le parecía aquel cuerpo ahora inerte en aquel desgastado y sucio suelo, rodeado de sangre pestilente que le causaba nauseas, especialmente por la persona que se trataba, mientras apretaba fuertemente sus manos, una de ellas sosteniendo con notable fuerza su arma, tratando de contener inútilmente su molestia ante lo que había ocurrido minutos atrás. Y es que, aunque no era de molestarse con facilidad —A pesar de tener esa aura rodeándolo constantemente— había cosas que sobrepasaban sus límites y que él simplemente no podía ignorar.

Nadie era capaz de traicionarlo y vivir para contarlo.

—Espero que esto —Señaló el cuerpo inerte en el suelo— les quede de lección —Advirtió con un tono de voz demasiado autoritario, con su voz rasposa, causando escalofríos en todos los presentes, quienes trataron de aparentar confianza, siendo completamente difícil— Nadie, absolutamente nadie se atreverá a traicionarme y si lo hace, puede darse por muerto. —Levantó su arma, haciendo un recorrido por cada uno, causando con ello, temor en todos, sabiendo que, al líder no le temblaría la mano al disparar a otro de ellos y Hyunjin, sintiéndose completamente orgulloso al notar el evidente temor que causaba en ellos con tan solo una acción, sacándole una sonrisa socarrona.

Porque, Hwang Hyunjin adoraba tener a todos temblando de miedo ante su sola presencia, le gustaba causar temor y saber que, era lo suficientemente poderoso para hacer doblegar a cualquiera ante él, incluso a quien menos se esperaban. Porque tan solo con su presencia, brindaba un aire de completa autoridad y confianza. Su trabajo duro por todos aquellos años, el soportar miles de cosas tan repugnantes y dolorosas por mucho tiempo, no había sido completamente en vano, todo lo contrario, aquello lo había hecho fuerte para poder tener el completo mando de la mafia más poderosa de todo Seúl y de Corea.

Y es que, con tan solo veintiséis años, siendo el más joven entre todos los que llevaban el mando de otras mafias alrededor del país, siendo la mayoría hombres mayores de alto poder, él tenía el más grande imperio a sus pies, doblegados ante él miles de personas que, seguían al pie de la letra sus órdenes y deseos, y es que, cualquiera que pudiese negarse a ello, terminaría como aquel asqueroso ser que se había atrevido a vender información suya ante la policía. Era el mafioso más joven de todo Corea y no era completamente de menos, siendo que, era alguien completamente inteligente, aun sin ser realmente un estudiante realmente sobresaliente, él no necesitaba de aquello para ser alguien que razonaba demasiado cuando lo requería. Intimidante, porque su padre le había enseñado que, si deseaba tener todo aquel poder, él no debía de doblegarse ante nadie. Poderoso, porque había seguido a la perfección todo el legado de su familia e incluso, lo había mejorado en muchos ámbitos. Y principalmente, el más frío entre todos aquellos viejos que se creían con el derecho de juzgarlo y señalarlo acerca de cómo estaba manejando sus asuntos, solo por ser demasiado joven.