❝Él era peligroso, pero Jeongin amaba el peligro❞
↪Historia completamente de mi autoría.
↪Pareja principal: Hyunin.
↪Mención de otros shipps y idols.
↪Todo lo mostrado en la historia es FICCIÓN, no se busca normalizar nada de lo que se muestre.
↪P...
⚠ ADVERTENCIA ⚠ Contenido de Abuso sexual e intento de suicidio. Si son sensibles a este contenido, por favor no lean esa parte, yo les avisaré cuando lleguen hasta ahí, por favor, se los suplico, se recomienda bastante discreción con esto, no quiero dañar o lastimar a nadie con esta parte :(((
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Chapter Nine: Pain ───────── • ◆ • ─────────
Yoon Sanha.
Aquel chico que con tan solo veinte años, poseía el aura más brillante que alguna vez alguien pudo haber percibido, aquel que irradiaba luminosidad entre tanto oscuridad que poseía aquel lugar más conocido como Any, aquel chico que siempre había mantenido una impecable y esplendorosa sonrisa en sus belfos, aquel que siempre llevaba alegría a donde sea que fuese, el que levantaba los ánimos de los demás en tan solo segundos y es que, él siempre se había caracterizado por ser un chico completamente alegre, alguien que se preocupaba demasiado por todos aquellos que amaba. Sanha era conocido como alguien que poseía una alegría que nada ni nadie podría arrebatarle tan fácilmente, porque a pesar de ser un chico completamente extrovertido y demasiado hablador, siempre había sido un chico completamente inteligente y especialmente, astuto. Sanha siempre había sobresalido entre los demás en lo que sea que hiciese. Era un chico completamente perseverante, alguien que no se rendía tan fácilmente para conseguir todo aquello que deseaba y talvez, por aquella misma razón era que seguía en aquel lugar, buscando una manera en la que podría sacar a sus amigos de aquel infierno y finalmente, mostrarles las estrellas que él tanto adoraba.
Y talvez, porque siempre se había mostrado como un chico bastante extrovertido, alegre y brillante era que, para los demás se les sería muy difícil imaginarse o siquiera creer que, Sanha en realidad no era aquel chico que mostraba frente a los demás. Él no era un chico completamente feliz, él no era brillante y su corazón.... Estaba tan lleno de heridas que constantemente le hacían derrumbarse en segundos, heridas que seguían sangrando dolorosamente. Había momentos en los que, él realmente pensaba que no podría fingir por más tiempo y que se terminaría derrumbando cuando menos se lo imaginase. Por mucho que había tratado el verle el lado bueno a estar en aquel lugar, lo cierto era que, él era bastante consciente que no podría haber nada bueno en Any, solamente sus amigos.
Y es que, talvez su problema había empezado incluso desde antes de estar en Any.
Había crecido en una familia demasiado adinerada, con lujos en cada rincón de aquella enorme mansión, con clases particulares cada día y con una familia demasiado tradicional y muy exigente, por lo que, no era una sorpresa que le exigieran aún más de lo que un pequeño niño podría llegar a complacer. Las reglas y normas eran algo que sin duda serían parte de aquel lugar y de su familia, porque incluso cuando se encontraba a solas, él debía de seguir todo aquello que sus profesores particulares le habían enseñado, porque al final, sus padres querían que se convirtiera en alguien como ellos. Sus padres siempre habían sido demasiado religiosos y constantemente le obligaban a tener la misma devoción que ellos —Algo que, incluso desde pequeño, él no estaba completamente de acuerdo— sin embargo, a pesar de jamás haber tenido ni una tan sola muestra de cariño por parte de ellos, creyó ingenuamente que, al seguir lo que ellos le ordenaban podría convertirse en el chico que ellos querían y de esa manera, talvez podría hacerlos sentirse completamente orgullosos de tenerlo como hijo.
