– ¿Y a tí que?– gruñó ofendido, levantándose del suelo y limpiando con sus mangas el rostro– Al menos no soy un maníaco animal.
– Uhg, para colmo quejoso– farfulló el contrario, incorporándose con una mueca desagradable.
Severus lo observó de pies a cabeza, sus ropas nuevamente le llamaron la atención, eran tan… lindas. Simples y para nada llamativas, pero no sé encontraban gastadas y lucían de buenas telas. Era como ver una prenda jamás usada y bien conservada.
– ¿No darás ni un gracias?
– Yo no te pedí ayuda– se apresuró a contestar, desviando la mirada hacia una mujer que cargaba con varios paños– No tenías por qué defenderme.
– Pero lo hice. Te hubieran hecho añicos de tener la oportunidad.
– ¿Añicos?
– Ajá. Pero para tu fortuna no me gusta ver cómo los tarados se aprovechan de los demás.
Apretó los labios mientras cruzaba ambos brazos, desconfiado pero ligeramente agradecido.
– ¿Quién eres?
–Soy Sirius Orión– indicó estirando la mano en un ademán de saludo que rápidamente frenó– ajm, ¿Y tú, cómo te llamas?
– Severus.
– ¿Siempre eres tan cortante?
– ¿Siempre ladras al hablar?
El más alto rodó los ojos y se limpió como pudo el rostro con un trapo que sacó de su bolsillo. Otra cosa que le llamó la atención.
– ¿Por qué lo hiciste?
– Ya te lo dije ¿No?
– No me creo que sea únicamente por un estúpido sentido de héroe.
– Que lenguaje– sonrió divertido, de respuesta sólo recibió un levantamiento de cejas– De acuerdo, sólo estaba algo aburrido y ví una buena pelea en la que podía meterme.
No le creía una mierda, pero lo dejaría así. Luego de un par de segundos se le acercó para observar más a detalle el rostro golpeado.
– Te dolerá como el infierno mañana. Debes colocarte algo frío antes de que se hinche– aconsejó observando los labios.
– Te debe suceder mucho esto, todo un experto.
Severus simplemente lo ignoró y antes de hacer cualquier otra cosa le sujetó de la muñeca en un rápido movimiento. Lo sabía, las telas eran suaves.
Al instante el contrario alejó su muñeca algo brusco con una mirada desconfiada en el rostro.– ¿Qué éstas…
– No me vuelvas a ayudar– cortó la pregunta antes de darse la vuelta y marcharse por las calles. En ningún momento las dos tormentas abandonaron su espalda.
…
Severus se quedó estático en la entrada, dudando entre tocar la perrilla o salir corriendo. Al final, y como obviamente terminaría siendo, se adentró en la sombría casa.
No sabía si debía esconder los golpes o simplemente ignorarlos para contentar a su madre; pero apenas levanto la mirada la tenía allí mismo, observándolo en medio de las escaleras con intensidad.
Ninguno soltó palabra, pero la mayor bajó y se dirigió directo a un oscuro gabinete dónde saco algunas vendas y ungüentos.
– Ven, Severus– llamó con voz seca, la inquietud que mostró hace unas horas ya no se encontraba en ella, al menos no para él.
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un pecado. // cancelada
FanfictionPocos años antes de la época victoriana, dónde la reputación y el poder lo eran todo, dos niños se conocen. El tiempo pasa y el pecado consume como llamas sus cuerpos, aún si no lo quieren. > 𝚊𝚞- 𝚜𝚒𝚗 𝚖𝚊𝚐𝚒𝚊. > 𝚘𝚌. > 𝚛𝚎𝚕𝚊�...