Dedicado a shonnies. Alégrate un poquito con esta mierda cosito, te quiero mucho y a tu conejito también por cuidarte tanto. No le hagas caso a gente weona, eres valioso:(♡
Sí también estas teniendo un mal día, quiero que sepas que estoy aquí para ti en caso de cualquier cosa, y si no quieres hablar, al menos que esto te saque una sonrisa o risa para alegrarte un momento porque de algo tan simple como sentirse mal, puedes caer muy profundo, y no quiero por nada del mundo que eso les suceda porque yo estoy aquí, jamás será bonito. Tú puedes♡
—¿Qué tú hiciste que? —La voz de Enji resonó en cada rincón de esa oficina con objetos increíblemente costosos en valor monetario haciéndolo tragar duro, tanto que juro que las personas en frente y al lado suyo lo escucharon por la forma en que lo miraron derrepente, uno con una sonrisa tranquila y otro con unas increíbles ganas de tirarlo desde el último piso de la empresa, siendo una caída libre de unos cuarenta y cinco metros.
No era fácil en ningún sentido el ser socio del segundo empresario con más influencia de Japón, un Alfa tan intimidante con solo su presencia y ni hablar cuando se dejaba influenciar por sus emociones, doblegando incluso a Betas y Alfas con su voz de mando cuando se lo proponía, lo cual le asustaba más, decía, estaban en una situación especial, muy especial.
Sí, tan especial que tenía una relación con su hijo menor, no le habían dicho nada, habían follado en el celo del bicolor y ahora este estaba en cinta, viniendo a contarle por fin acerca de su relación, teniendo que obligar a su pareja a ir. Su vida era un asco por darle un suegro así, ¿qué había hecho en su vida pasada? ¿Había ayudado a Hitler o qué? No podía odiarlo tanto...
El sonido del cuero del sillón donde estaba el bicolor hizo a ambos Alfas voltear a mirar como el menor se acomodaba en donde estaba sentado rompiendo un poco el incómodo silencio, al menos hasta que se sentó de una manera que dejaba más obvio su vientre ligeramente abultado por los tres meses del embarazo, haciendo que Enji nuevamente volteara a mirar a Izuku y le gruñera tal perro. Ya se iba a desmayar por la frustración y estrés de la situación, mucho más por el fuerte olor a vodka que liberaba su jefe.
Sintió un toque suave en su mano perteneciente a su pareja siete años menor que el desde hace un año y medio aproximadamente, volteando a mirarle y recibiendo una sonrisa cálida de su parte, al menos calmando un poco su corazón y su lobo que estaba a punto de marcar terreno a la forma antigua antes de encarara a su viejo.
—¿Sabes? Él sólo es mi pareja, no el padre del cachorro. —Dijo mirando a su padre el menor en la habitación con total tranquilidad, viendo como el ceño fruncido del contrario se iba para dejar un rostro con claros rastros de duda.
—¿Ah? —Su cara se transformó en una de completa sorpresa y algo de indignación por parte de su lobo que gruñia por pensar que el otro se había acostado con alguien más, mientras su conciencia le decía que eso era imposible, decía, siempre estaban juntos, y Shouto nunca quería estar solo, así que lo acompañaba a todas partes.
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❁ཻུ۪۪ 𝗩𝗜𝗥𝗚𝗘𝗡 𝗦𝗛𝗢𝗨𝗧𝗢┋ izusho.
Mizah❁ཻུ۪۪ 𝗩𝗜𝗥𝗚𝗘𝗡 𝗦𝗛𝗢𝗨𝗧𝗢┋ No estaba bajo el efecto de ninguna sustancia, lo juraba, solo quería confundir a su viejo para que no le dejara sin pareja.