It's Fine | Hyewon

Seis

Antes de iniciar, pequeña aclaración que debí haber hecho desde el inicio jaja, pido perdón. Hay saltos en el tiempo entre cada capítulo y en ocasiones entre cada párrafo (sí, hago un desmadre en la narración), no quiero narrar lo que pasa en ese tiempo porque de verdad sería mucho relleno y demasiado innecesario , además de que no recuerdo casi nada de esa época, ni modo. Es la vida de una Hyejoo de 16 años que nomas va a escuela, nada de interesante sale de ahí amixes (hasta el momento, noup).

Así que yes, no mencioné que ya había pasado un tiempo desde que iniciaron esta "relación" con Yerim porque, si bien es necesaria para la trama, no es demasiado importante (a menos de que les interese saber un poquito más).

Pido perdón, les aclaro que ya pasaron casi cinco meses, han pasado aproximadamente tres semanas desde que Yerim se confesó y ahora están en una clase de relación no oficial. :D

Y ya es todo, disfruten este desastre.

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Chaewon desapareció durante exactamente dos semanas.

Dos semanas en las que Hyejoo sufría demasiado su partida, se sentía casi de luto. La rubia había decidido que meterse detrás de las gradas por "curiosidad" era una excelente idea y su curiosidad terminó en la mordedura de un animal desconocido que la dejó en aislamiento.

Chaewon tenía de linda lo que tenía de imbécil.

— Es extraño tenerte a ti aquí en lugar de Chaewon— murmuró sin malas intenciones a la pequeña chica sentada detrás de ella—. Estaba acostumbrada a tenerla ahí.

— Créeme, también es extraño tenerte frente a mi— respondió recostándose en la silla con una mueca de incomodidad—. ¿Confirmas que estos malditos asientos están del ano?, la inscripción cuesta demasiado como para tener estas cosas.

Hyejoo no supo si avergonzarse por la forma en que Yeojin se expresaba o si reír por lo gracioso que sonó.

— Adoro lo sinvergüenza que eres, pero sí, confirmo.

— ¿Sinvergüenza yo?— La menor se inclinó y golpeó su hombro con poca fuerza—. Te besuqueas con Yerim por toda la escuela como una exhibicionista, no me sorprendería si un día las encuentro cogiendo.

La pelinegra se alteró por la sola idea, pero aún así se limitó a reír sin poder negarlo. Por favor, era una adolescente de dieciséis años y sus hormonas se encontraban en la cima la mayoría del tiempo, no podía negar que el pequeño pensamiento la hacía cruzar las piernas.

— No tiene nada de malo, niña.— Se defendió acomodando el gorro de su sudadera sobre su cabeza cuando una brisa de aire frío la hizo temblar—. ¿Me vas a negar que haces lo mismo?

— Te lo niego.

Hyejoo hizo un pequeño sonido de inconformidad centrándose nuevamente en los problemas de álgebra que adornaban sus hojas, de verdad necesitaba a la rubia ahí para robar sus ejercicios y no sufrir por no saber hacerlos.