Epílogo

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Durante toda su vida Hyejoo tuvo en claro que el universo estaba en su contra; desde niña había pasado por tantos momentos vergonzosos y dolorosos que realmente le costaba encontrar un recuerdo feliz entre sus memorias, siempre terminaba por sentir vergüenza. Al crecer averiguó que la mejor forma de evitar esos momentos era no hacer nada, literalmente; ¿habían personas jugando? Oh no, ella pasaba, podía caer y las personas se burlarían de ella, ¿había algún concurso en el cual podía mostrar alguna de sus habilidades? Pasaba, haría el ridículo. Si simplemente existía cualquier situación  la cual podía poner en riesgo su imagen, la evitaba a toda costa.

Funcionó un tiempo, existía un lapso de tiempo en su vida que realmente vivió un poco de paz, sin que su imagen y dignidad sufriera algún daño.

Oh pero claro que el universo no estaba de acuerdo, si no podía avergonzarla, la haría sufrir.

Durante los primeros meses del nuevo año escolar las cosas se complicaron, más de lo normal, fue casi como si su vida se hubiera convertido en un show de entretenimiento para el universo. Y el maldito universo disfrutaba verla sufrir.

Fue difícil, cansado y sobre todo doloroso ver a la pareja en cada maldita esquina. No importaba el lugar, la hora o con quien fuera, ellos siempre estaban ahí, tomados de la mano y compartiendo palabras que Hyejoo no quería escuchar, pero aún así hablaban lo suficientemente alto como para entender algunas de ellas. No mentía al decir que realmente su corazón se estrujó al escucharlos expresar su amor el uno por el otro.

Ella debía estar ahí, ella debía ser quien le expresara a Chaewon todo el amor que sentía por ella, ella debía ser quien recibiera los besos y abrazos. Ella debió ser su maldita elección.

Si, ese fue su pensamiento las primeras semanas, el primer mes y los que le siguieron. Incluso en ese momento, mientras reía escuchando las anécdotas de Heejin, seguía pensándolo un poco.

Chaewon pasaba por su mente más veces de las que le gustaría, después de tantos meses de realmente no compartir palabras más allá de lo necesario se había convencido de que estaba bien, que realmente la había superado. Con mucho esfuerzo, por supuesto.

Pasó noches en vela, observando el estrellado cielo desde el tejado de su casa, sin importarle el frío de las madrugadas, ni lo extraño que era para sus vecinos verla en ocasiones ahí. Pasó días enteros observando sus fotografías juntas, repitiendo una y otra vez los momentos en que las tomaron, sintiendo un extraño sentimiento cada vez que la voz de la rubia decía algo lindo en sus recuerdos.

Nostalgia le decían.

Pasó meses preguntándose por qué no había sido suficiente. Cuestionando cada una de sus acciones, analizando las acciones de todos, buscando una razón lógica por la cual estaba llorando todas las noches. Su proceso de duelo fue probablemente de los más dolorosos que su psicólogo había visto a alguien pasar, no entendía por completo como era que alguien tan joven podía estar tan roto.

Hyejoo tenía un alma frágil, dañada por muchas experiencias indeseables y dolorosas, siempre supo que una experiencia más haría que sus murallas se derrumbaran. Para su desgracia una de las personas que más quería terminó por romperla, no era la experiencia, no era todo lo que había pasado, era la persona.

Le dolía tanto saber que Chaewon era la culpable.

— ¿Hyejoo? ¿Me estás escuchando, bro?

La mencionada parpadeó, pasando sus recuerdos a segundo plano para poder centrarse en su amiga. Heejin le sonreía con diversión, su cabello moviéndose suavemente ante la brisa del viento, sus ojos brillantes y las mejillas levemente sonrojadas gracias a la risa que la atacaba hace unos segundos.

It's Fine | HyewonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora