Pasaron los minutos y cerca de la hora y medio lo más coherente era salir y buscar ayudar a la mujer castaña. Encontrándola de forma rápida en su estudio terminando unos vestidos. Mirando por el lugar buscando una escusa para parecer casual y condensar con ella se acerco, poniendo su mano en su hombro para mayar su atención.
- Me asustaste. - En voz baja dijo, olvidándose de su invitado.
- Lo lamento mucho. Veo que eres costurera.
- Si. De hecho, en esa caja deje algo de ropa para que usaras, mientras te consigo algo más. - Expresó, dejando la máquina de coser de lado, junto a las tijeras y el hilo, mirando de frente a Nero.
- Le agradezco mucho. Aunque no me gustaría molestarle de ese modo, quisiera encargarme de eso yo. No me hará decir que no.
- Bueno, creo que no te puedo obligar. - Le sonrió risueña, Close pasó la mano por la ropa un momento, antes de que Haruka volviera a hablar. - Puedes probártela, de ese lado hay un probador. - Sin más que hacer acepto, volviendo con la ropa toda arreglada; Una camisa negra cubriendo hasta sus muñecas y unos pantalones normales claros. - Espera... - Haruka se acerco para terminarle de arreglar la ropa de una mejor forma, parecía que podía sacarle un par de dedos, ya que estada algo holgado.
- Amable, fuerte y hermosa. Usted de verdad es una gran chica.
- Gracias. - Aunque estada acostumbrada a residir ese tipo de halagos, nunca edita sonrojarse un poco. - Son cualidades que desde pequeña he buscado tener. - Y que no lo sabrá, pero parecía le había enseñado a Close, inocente del hecho de que lo tenia de frente. - Veo que eres una persona igual de amable.
- Creo que es algo que alguien me los enseño. Antes era algo diferente. ¿Le molestaría algo de ayuda? Es lo menos que puedo hacer.
- ¿Sabes cocer? - El negó. - Te ensañare.
En menos de 9 minutos el de cabellos negros se había apuñalado la mano con la aguja al menos 7 veces, pero se negó a parar.
- ¿Así está bien? - Al sostenerlo Haruka voltio la ropa terminando descocida a la mitad de esta. Close/Nero estada con un tic en la ceja de lo molesto que estada, habiendo peleada tanto y una mugre aguja con algo de hilo le estada bando problemas, Haruka en parte sonreía al recordar cómo le costó hacer su propio vestido en la academia noble, al borde que casi no durmió y perdió el semestre por su dedicación por eso.
- Descuida. Esto es normal cuando empiezas.
Al rato el hambre llego a Haruka mirando el reloj que había en su pared, parece que las malas mañas no se perdían porque aun se llegada a olvidar de esas cosas.
- ¿Tienes hambre? - Close/Nero negó. - Iré a cocinar algo, espérame un minuto.
- Entiendo. Yo me quedare aquí ayudándole. - Cuando estuvo solo se dejo recostar sobre la silla liberando un largo suspiro frustrado, mirando su mano herida, agradeciendo no tener sangre ya que llamaría la atención de hacerlo y le hubiera dicho que parara.
Pero aprovechando sus poderes arreglo varias de esas prendas y dejándolas terminadas, aprovechando que Haruka se tardo un rato, logro aparentar bien sin levantar sospechas.
- Vaya. No está mal, parece que mejoraste.
- Cuando agarras el hilo no es tan complejo. - Le sonrió victorioso, guiñando un ojo.
El resto del día paso normal para los 2, incluso llegaron a hablar bastante de diversos temas, a los que Close/Nero estada ya preparado, aunque mentía si decía que había cosas que no se inventada de la marcha, hasta que la noche se hizo presente y ambos se fueron a dormir.
- Ten, este cuarto lo tengo desocupado, puedes usarlo a gusto.
- Gracias. - Maldición, cuantas veces había dicho "Gracias" ese día luego de toda una existencia de no hacerlo, aunque se lo decía a Dyspear era rara vez comparado con todo ese día.
Sin decir nada más ambos se acostaron cada uno de su lado. Esa noche no se podía ver casi luz de luna, y aprovechando eso, Close/Nero tomo su forma de cuervo para ir al cuarto de Haruka un segundo, solo llamando la atención de otra persona en el Reino de la Esperanza al quedar frente de ella.
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- Kanata... - La imagen del príncipe se estaba haciendo presente en su sueño donde un hermoso palacio hecho casi de cristal, los pisos parecían brillar como si de agua cristalina fueran hasta llegar con la imagen del príncipe esperándola y sujetando su mano para bailar un vals.
En la sala del Palacio donde se encontraban todas las llaves, la Llave Real que había perdido antes su poder usada parte de la fuerza de las otras llaves para permitirles verse en ese sueño compartido.
- Estas hermosa. - Fue lo que él dijo. Sujetando su mano. Estos sueños no eran seguidos, y eran algo casi reciente que Haruka solo veía como eso, ya les habían advertido sobre eso al separarse los mundos, y eran casi una desgracia, tanto que se querían decir pero apenas podían verse y hablarse, deseando volverse a hablar para ponerse totalmente al día.
Aunque no se volvió Princesa como siempre quiso, Haruka estada feliz de la mujer en la que se convirtió, y estada casi segura que Kanata junto con Towa lo estaría igual.
- Haruka... - Susurro con muchas dudas en su cabeza al momento de la conexión romperse, logrando sentir la misma presencia que tenia las ramas en el jardín de la desesperanza cerca de Haruka, pero más cerca de que a él le gustaría.
Fuera de su sueño, la mano de Close paso delicadamente por un segundo en los cabellos de Haruka, antes de arrepentirse y irse otra vez.
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¿Me funan si digo que me había olvidado de la Royal Key? Como sea, aun no se si dejar a Haruka sola o que se quede con alguno de los 2, uhmm....
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Rosas entre 2
FanficAun con los años donde la Joven Haruka se separo de sus amigos, 2 pares de ojos aun están sobre ella, ambos están interesados en ella, pero con algunas intenciones algo diferentes.