Capítulo 6

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Santana despertó en la mañana de malhumor sin tener un motivo, pero tendría que levantarse de la cama si querría llegar al juzgado para dar de alta nuevamente a su matrícula.

Maldita Fabray, extraño el sol matutino de la toscana— murmuró mientras se dirigía al baño a ducharse.

Al salir de la ducha se vistió de una manera que hace mucho no lo hacía. Con camisa negra, pantalones de vestir y tacos del mismo color, toda una abogada.

—Maldita Fabray— volvió a pensar y luego se dirigió hacía tribunales.

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—¡Miren quién se acordó que tenía una profesión!— exclamó una mujer cuando Santana se acercó a su escritorio.

—Gusto en verla Jueza Sylvester— Santana la señaló con su café a modo de saludo.

—Lo mismo digo Doctora López— ambas soltaron una carcajada y luego se abrazaron. Sylvester había sido una de sus profesoras en la universidad y luego se convirtió en su mentora personal— ¿Volviendo al ruedo?

—No Sue, vine por un favor a la Doctora Fabray y bueno, necesito rehabilitar mi matrícula— revoleo los ojos

—Es tu día de suerte, de eso me encargo yo.

—¿Usted? ¿Una de las mejores juezas del estado habilitando matrículas?— alzó una ceja.

—Le debía un favor a Figgins— le pasó un papel para que firme— Oficialmente volvés a ser Doctora López.

—Gracias Sue— le dio una sonrisa— Antes de que volver a italia prometo pasar para despedirme.

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Santana se quedó en el juzgado saludando a todos sus ex colegas que hace tiempo no veía. Todos estaban sorprendidos y contentos de verla ahí nuevamente, si bien ella era muy joven cuando dejó de ejercer había ganado casos muy complicados y eso generó que se ganase el respeto de todos. Con muchos de ellos fue a la universidad y se habian hecho grandes amigos en ese momento tal es el caso de Hudson con su esposa Motta, y Jones, y otros como en el caso de Pillsbury con su esposo Schuester, y Tanaka que habian sido sus profesores.

—Solo digo López, tendrías que volver a ejercer, eras realmente buena— Dijo Jones sincerandose.

—Lo sigo siendo Doctora Jones— le guiño un ojo— Pero me gusta mi trabajo en Italia, la abogacia ya no me completa como antes.

—Quizás perdiste el interés ya que hace mucho no la practicas— dijo Motta.

—Si en algun momento te interesa volver, siempre hay lugar en nuestro estudio— Propuso Finn señalando a Sugar.

—Ah no, si López vuelve a la abogacía viene al nuestro— Intervino Pillsbury, si bien sus firmas eran la contra de la otra todos tenían una gran relación ya que habían sido sus alumnos.

—Agradezco sus ofertas— dijo Santana sonriendo— Pero si vuelvo, que no creo, trabajaría en la firma Fabray o me haría su socia, aprendí por las malas que no hay que enfrentarse en un juzgado con la familia—bromeó — Si me disculpan, tengo cosas que hacer, pero fue realmente bueno verlos a todos, prometo antes de volver a italia pasar a saludarlos.

Luego de despedirse de todos sus colegas salió rápido del juzgado porque que era la hora de almorzar y tenía hambre ya que solamente tomo un café de desayuno. Pero cuando bajaba las enormes escaleras del edificio mientras miraba unos papeles se tropezó con alguien.

—Lo siento— dijeron al unísono cuando recogían sus papeles, pero al darse cuenta quien era la persona con quien habia chocado solamente se puso más nerviosa— Doctora Pierce, lo siento, no la vi.

—Santana no estamos trabajando o en un juzgado como para que me llames Doctora Pierce— la latina le dio una mirada divertida al edificio— Bueno me entendiste.

—Entonces, lo siento mucho Britt.. tany— sonrió nerviosa.

—Podes decirme Britt, San— volver a escuchar el "San" de la boca de la rubia le generó felicidad a la latina— Quiero que nos llevemos bien el tiempo que te quedes.

—Quiero lo mismo Britt.

—¿Que estás haciendo acá?— señaló el edificio— ¿Vas a tomar mas casos que el divorcio Faberry?

—No, solo vine a habilitar mi matrícula, luego me crucé con ex colegas y me quedé charlando—contestó — ¿Vos? ¿Muchos casos?

—Algunos, pero vine a recoger y entregar unos papeles solamente— alzó los que tenia en la mano.

—Bueno si necesitas ayuda conta conmigo— la rubia le dio una mirada amenazante y la latina rió— No lo digo porque la necesites, se que sos de las mejores del país, solo estaba siendo una ex agradable.

—Lo sé— ambas sonrieron.

—Bueno no te robo mas tiempo que debes estar ocupada, además muero de hambre— dijo Santana ladeando la sonrisa— Nos vemos Doctora Pierce— le guiño un ojo y ante un asentimiento de Brittany siguió su camino.

—Santana— hablo la rubia y la latina se dio vuelta alzando una ceja— Si no tenes nada que hacer ¿Querés que almorcemos juntas? no tardo con los papeles y estaría bueno ponernos al día.

—Me encantaría doctora— respondió con una sonrisa divertida— Te espero acá.

DESAFIO- brittanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora