Capítulo 11

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Era tarde, pasada la medianoche y Brittany estaba en ropa interior tirada en el sillón de su apartamento mientras miraba la televisión. Durante los últimos días muchas cosas se le pasaron por la cabeza, y la mayoría de esos pensamientos eran sobre una latina en particular... sabia que había reaccionado mal con lo del departamento, pero seguía dolida de lo ocurrido años atrás y su orgullo era muy importante, asi que no le pediría perdón. Pero como si el destino jugará con ella, o dios la escuchará, su puerta sonó. Al principio la ignoró y siguió viendo la televisión, pero los golpes no cesaban.

—¡Ahí va!— se levantó de su sillón y se puso una bata— ¿Quien en su sano juicio llama a esta hora a la puer...— se quedó paralizada cuando vio a Santana del otro lado.

—Ta— sonrió Santana y al verla en bata su garganta se secó y no pudo evitar recorrer el cuerpo de la rubia con sus ojos— ¿Po.. po.. podemos hablar?

—¿Te das cuenta la hora que es?— dijo riendo al darse cuenta de la reacción de la latina.

—Sip

—Son más de la una de la madrugada.

—Si, lo sé, pero también se que es viernes, y quieras o no es nuestro día— sonrió la latina mientras alzaba una bolsa de helados. Britt rió y le hizo seña para que pase.

..............

—¿Que haces acá Santana?— habló Britt mientras se sentaban en la isla de la cocina a comer el helado.

—Vine a pedirte disculpas..— la rubia quiso hablar pero la latina la frenó levantando la mano— Me equivoqué Brittany, estuve mal, lo admito.

—Wow, Santana Marie López pidiendo disculpas, esto si es nuevo.

—No me digas Marie, Susan— ambas sonrieron mirándose a los ojos— Y sabes que no es nuevo, por lo menos no con vos.

—¿Eso es todo? porque recuerdo que dijiste bastantes cosas...

—Vos también— se excusó la latina— Pero tenes razón, dije cosas las cuales me arrepiento, por eso, discúlpame Brittany— suspiró— No pienso que seas inmadura, lo dije por estar enojada y probablemente todos los reproches del pasado también— bajó la cabeza— No te culpo de nuestra separación.

—Lo sé— fue el turno de britt en bajar la cabeza— Ninguna tuvo la culpa. ¿Pero por qué ese departamento San?— se levantó a guardar el helado y luego se quedó apoyada en la encimera con sus manos, dándole la espalda a Santana.

—No te voy a negar que en un principio creo que lo hice para hacerte enojar— rió— O también para recordar porque me fui en primer lugar.

—¿En un principio? ¿Y ahora?— seguía en su posición.

—Ahora..— se levantó y caminó hacia la rubia, apoyando las manos a sus costados, dejándola entre ella y el mueble— Espero poder descubrir el verdadero motivo.

—S.. San— dijo la rubia con la voz entrecortada por la cercanía de la latina. Cuando se iba a dar la vuelta, el teléfono de Santana sonó y ella suspiró.

—Salvada por la campana Pierce— le dio un beso en el hombro y se alejó para atender, mientras la rubia se dio vuelta a mirarla— Papá ¿Que pasa?

—Quería hablar con vos hija, te extraño.

—Si papá yo también, pero no me llamas por eso. ¿Cuál es el motivo?que no diga dani que no diga dani pensaba la latina.

Tu esposa. ¿Por qué no la llamas?— Santana suspiró.

No tuve tiempo alfonso, el caso de Quinn me tiene ocupada.

—Santana no podes descuidar así tu matrimonio.

—Papá, es mi vida, no tuya. Lo que haga con ella no es de tu incumbencia.

—Si lo es cuando mi nuera no deja de llorar diciendo que su esposa no la ama.

—Sabes que es dramática.

—¿Lo es?— a la rubia se le cayó una copa— ¿Con quien estás?

—¿Estás bien?— se preocupó Santana acercándose y britt asintió— Tengo que colgar papá.

—¿Con quién estás?

—Cenando con una vieja amiga.

—¿Cenando? es de madrugada en NY.

—Tengo que colgar papá. Pero antes déjame decirte algo.

—Tan..

—No— lo cortó— Esta es mi vida, no la tuya. Estoy bastante grande para saber que hago y que no. Te agradezco que te preocupes por ella, pero si lo hago es porque tengo una razón. Ahora repito, tengo que colgar.

¿No fuiste muy dura?— habló la rubia cuando Santana colgó.

—Si, pero estoy cansada que se meta en mi vida— suspiró.

—¿Vieja amiga eh?— alzó una ceja— De vieja no tengo nada Santana— bromeó.

—Créeme que lo sé— le dio un repaso a su cuerpo con la mirada.

—Santana Marie Lop...

—Hey no seas mal pensada, lo dije porque tenemos la misma edad y yo no estoy ni cerca de ser vieja— dijo excusándose mientras se reía.

—¿Te gustó lo que viste?— bromeó la rubia.

—Claramente si y es por eso que en este momento tengo que irme— dijo sincera.

—Yo también tengo que disculparme San, perdón por reaccionar así— suspiró— perdón por venderlo en primer lugar.

—Britt sabes que me encantaría seguir esta conversación, pero no podemos, no ahora— dijo riendo— Siempre te fui sincera y haciendo tributo a eso digo que me tengo que ir porque sino me voy a mandar una macana.

—¿Ah si?— rió y alzó una ceja.

—Sip— rió.

—Okey, no me quiero arriesgar a saber cuál es esa macana— caminaron hacia la puerta riendo— Gracias por venir, en la semana tenemos que vernos por el caso y podemos aprovechar para terminar la conversación luego del divorcio Faberry.

—Me parece muy buena idea doctora Pierce— abrazó a la rubia y luego se fue.

DESAFIO- brittanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora