─¡S-soobin, espera un segundo! ¡Tiempo fuera! ─HueningKai intentó retroceder sobre la cama, pero el peliazul fue más ágil y logró tomarlo del brazo, jalando sin mayor problema su cuerpo hasta hacerlo quedar boca abajo ─¡Acabamos el juego de rol, imbécil!
─¡Tonterías! ─Soobin dijo, subiendo sobre el contrario para inmovilizarlo por completo mientras ataba sus manos detrás de su espalda usando la corbata que anteriormente se había quitado ─Tenemos que hacerlo nuevamente para asegurarnos de que cumplimos las instrucciones.
─¡Pero, tienes agenda llena mañana! ─el más bajo reprochó, moviéndose cuando Soobin bajó de él ─No podemos tardarnos tanto tiempo.
Soobin suspiró, sosteniendo a HueningKai para ayudarlo a girar un poco para obtener contacto visual.
─Bien, entiendo. Pero debemos hacer algo respecto a esto ¿no crees? ─tomó su erección, estaba tan duro como si no hubieran terminado de hacerlo unos minutos ─Sería molesto ir directamente a dormir con una erección.
Y ugh, la última vez que Soobin se aprovechó de la situación así HueningKai terminó tan adolorido que apenas se podía poner de pie. De igual manera se sintió muy bien... ¡Pero eso no minimizaba que Soobin no lo estaba escuchando!
Tomó fuerzas para colocarse completamente boca arriba, sintiendo su respiración ligeramente acelerada mientras sus manos dolían un poco al estar atadas con fuerza.
─Bin... ─HueningKai comenzó a hablar, algo indeciso, mordiendo su labio inferior antes de abrir la boca de nuevo ─¿P-podrías hacerlo gentilmente...? ─y demonios, tan pronto sus palabras terminaron de salir, HueningKai se dio una bofetada mental ¿qué diablos estaba diciendo? Se suponía que debía escapar, no darle permiso a Choi para seguir.
Soobin solo asintió con un sonrisita cómplice en los labios, colocándose entre las piernas del castaño y dejando sus manos a los costados de la cabeza de éste.
─Bien... ─el peliazul se inclinó hacia HueningKai, haciendo que sus rostros se encontraran a pocos centímetros de distancia y que la punta de su erección chocara contra la entrada del más bajo.
Kai desvió su mirada del rostro de Soobin cuando sintió que se abría paso en su interior, jadeando pesadamente al mismo tiempo que se estremecía.
Choi no esperó demasiado y tan pronto como estuvo totalmente dentro del castaño comenzó a embestir, tan profunda y duramente que el rechinido de la cama sobresalía un poco de los gemidos de HueningKai y ruidos húmedos que producía el chocar de sus pieles.
HueningKai echó la cabeza hacia atrás, preocupandole poco si la saliva resbalaba hacia sus mejillas. Solo podía pensar en el placer que recorría su cuerpo cuando Soobin iba tan profundo, haciendo que los dedos de sus pies se contrajeran y que su erección doliera, queriendo correrse pero al mismo tiempo esperando recibir un poco más.
Sonaba tan estúpido que Soobin lo tenía lloriqueando por su pene gracias a una maldita aplicación.
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