Capítulo 70: Baby of mine

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Para mis queridos Tobio y Shoyo, mi nueva familia.

Podría comenzar esta carta diciéndoles por milésima vez cuánto los quiero y cuán importantes se volvieron para mí y llenar este papel de gratitudes y palabras sentimentales que los harían llorar a mares, pero eso sería repetir como grabadora aquellas frases que estoy segura que ya se han grabado en ustedes durante nuestro tiempo conviviendo juntos.

A decir verdad, lo único que pretendo realmente al escribir esta carta es pedirles nuevamente un último favor, así como lo hice hace más de un año, cuando nuestra pequeña Hannah aún seguía dentro de mí. Me gustaría pedirles que no me lloren demasiado y que no hablen sobre mi enfermedad durante la infancia de nuestra hija, al menos no mientras aún es muy pequeña para entender lo que sucedió. Cuéntenle que su madre tuvo que hacer un viaje a otra realidad, díganle que mi cuerpo se volvió débil de repente y tuve que marcharme por cosas del destino. Es mejor que crea que me enfermé de repente, pero no que sepa todo lo que significó para mí sobrellevar mi enfermedad. No quiero que crezca con penas o miedos de poder enfermar y sufrir lo que su madre padeció; no quiero que sienta pena por mí ni que me llore por las noches. Deseo que me recuerde como una mujer feliz, embobada por sus ojitos azules y sus mejillas coloradas. Quiero que siempre tenga presente que su madre la amó como no ha amado a nadie más sobre la Tierra y que siempre será así, aun después de mi partida.

He dejado una carta para ella también. Me gustaría que llegara a sus manos cuando sea lo suficientemente mayor como para leer mis sentimientos, sin que eso la atormente o la haga sentir culpable por estar viva en mi lugar. Quisiera poder indicarles la edad en que sería oportuno entregarle esa carta, pero prefiero dejarlo a criterio de ustedes, mis grandes amigos, quienes podrán avanzar de su lado y verla crecer y madurar con el paso de los años. Serán ustedes quienes la llevarán de la mano a la escuela y luego del brazo hasta el altar, si es que algún día decide casarse y formar su propia familia.

Mis amigos, durante este pequeño viaje he llegado a comprender que la vida no es más que un mar de misterios que rara vez conseguimos resolver. Está marcada por pruebas y desavenencias, intercaladas con pequeños suspiros de plenitud que bien vale la pena llegar a experimentar. A veces encontramos la felicidad en aquella familia que decidimos escoger, sin intervención de la sangre, creando lazos invisibles e irrompibles con personas que nacieron al otro lado del planeta. A veces, también, algunas vidas terminan y pasan desapercibidas, mientras otras dejan marcas en el corazón de quienes la rodean; marcas de tristeza, de dolor y de resignación, pero muchas más marcas de amor, admiración y compromiso. Compromiso con aquellos que se quedan para seguir nadando en contra del mar, luchando incansablemente por encontrarle un sentido válido y real a lo que conocemos como "existencia".

Sé que ustedes, quienes se quedan para continuar este viaje junto a nuestra Hannah, serán los mejores padres sobre este planeta y le entregarán todo el cuidado y el amor que ella merece, porque eso ya lo he visto con mis propios ojos. Me despido con un último gracias, aunque haya dicho que dejaría de agradecer de una vez por todas. Solo gracias por quererme, por haberme apoyado en todo momento y por ser los mejores hombres del universo. No pude haber elegido mejor. 

~

10 de septiembre de 2033, Madrid

La noche había caído y los faroles de la avenida ya habían comenzado a encenderse para alumbrar, paulatinamente, todas las calles y rincones de la gran ciudad madrileña. Con las cortinas aún a medio cerrar y una pila de ropa recién seca y doblada sobre sus manos, Hinata se asomó por la puerta de su cuarto y avanzó en dirección al ropero, donde guardaban las toallas y las sábanas de la cama.

El dúo perfecto《KageHina》💙🧡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora