I

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Corría el año 850. El muro María ya habia sido derrumbado y se descubrió que uno de los reclutas tiene la habilidad de convertirse en titan, por lo que, por ordenes del consejo, la legión tuvo que mudarse al viejo castillo abandonado que se encontraba lo bastante alejado como para no tener que lidiar con posibles transformaciones accidentales de parte de Eren.
Todo iba viento en popa, llevaban unos pocos días ahí y parecía ser un lugar bastante tranquilo.

Y hoy no parecía ser la excepción, se levantaron a la misma hora que siempre, todos los reclutas se vistieron, ordenaron y se sentaron a almorzar haciendo bulla en el comedor, hasta que, de la nada, un fuerte golpe de parte de la puerta al ser bruscamente abierta tomó por sorpresa a todos. 

Una chica bastante bajita, rostro lo suficientemente maduro para saber que no se trataba de una niña, pero fácilmente podia ser confundida por una adolescente, cabellos tan negros como la noche que caían como cascada hasta detenerse en su espalda baja, piel pálida como la nieve pero mejillas rosadas, como si hubiese estado caminando por varios minutos, vestido largo que estaba siendo ajustado por un corsé, lo que daba a notar su delgadez y cuerpo pequeño. Podría tener un aura totalmente angelical de no ser por su ceño fruncido y la evidente molestia que brotaba por sus poros.

- ¿Donde está? - preguntó en voz alta mirando hacia todos los rincones del lugar

- Señorita, usted no puede estar aquí si no es parte de la legión - un valiente se atrevió a hablar acercándose a ella con intención de sacarla

Ella simplemente lo ignoró y cruzó sus brazos volviendo a hacer la misma pregunta - ¿Donde está?

- No se a lo que se refiere, señorita. ¿Busca a alguien? - Ella, dispuesta a responder, abre la boca pero ningún sonido sale de esta cuando otra voz la interrumpe

- Aquí estoy - inmediatamente las miradas son dirigidas a la grave voz que pronunció estas palabras.

El Capitán Levi aparece por el pasillo, con su típico rostro serio y su uniforme pulcramente limpio.

La mujer no lo duda, camina a paso firme hasta estar frente a el, dejando al descubierto la diferencia de altura entre ambos, y sin pensarlo dos veces su delgada mano viaja a gran velocidad hacia la mejilla derecha del azabache, creando un fuerte estruendo que deja helados a todos.

¡Esa chica acaba de golpear al hombre mas fuerte de la humanidad! ¿Acaso esta loca?

Pero a pesar de lo que todos creyeron, Levi no se quejó, no se molesto y simplemente siguió mirándola.

- Estaba en casa, totalmente preocupada porque me llegó la noticia de que uno de los soldados se había convertido en titan y hubieron bastantes bajas. Esperando como estupida a que llegarás a casa y me dijeras que todo estaba bien. Incluso llegue a pensar que estabas herido y por eso no te aparecias ¡y me termino enterando por Erwin que estas perfectamente sano viviendo en un castillo! - Su voz se vuelve mas aguda con el paso de los minutos, como si estuviese a punto de explotar, se veía bastante alterada. - ¡Pobre de tu esposa, sola y preocupada mientras tu estabas cómodo en tu oficina!

Los jadeos de sorpresa no se hicieron esperar. ¡El capitan Levi está casado!, ¡Vaya sorpresa!

- Escuchame bien, Levi Ackerman - se puso levemente de puntillas para lograr acercarse a su rostro - Me vuelves a abandonar y te corto las bolas

- Si, mi amor.

Oh no, pobre hombre dominado.

Dominado ▪Levi Ackerman▪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora