El Panal

669 66 3
                                    

Alice se recuperó rápidamente de sus heridas y dolores concentrándose en derrotar al Doctor Isaacs y sus agentes. Trato de enfocar sus energías en trabajar en equipo junto a los nuevos amigos de Claire, dejando de lado sus propios sentimientos.

—¿Crees que funcionará? —cuestionó la colorada con preocupación.

La morena solamente se limitó a asentir con la cabeza, se alegraba de ver como su amiga no había cambiado su forma de ser, siempre concentrada en ayudar a las personas de su alrededor.
La mirada de Claire se vuelve a perder en esos ojos celestes como el cielo en un caluroso verano y siente miedo de perderla, de no poder decirle lo que siente.

—Claire —la llama Doc interrumpiendo sus pensamientos más profundos— ¿Podrías ayudarme?

—Si, claro —contesta para correr tras él. Alice solamente suspira con cansancio, revisa el perímetro con suma atención encontrándose con una chica que le recuerda a Rain, con esas ansias de pelear por una causa en común y la juventud corriendo por sus venas.

—¿Tú hiciste esto? —pregunta tomando a la chica por sorpresa.

—Hey, tú eres Alice —dice con una sonrisa pícara llamando la atención de la morena que no recuerda haberse presentado— Claire me lo ha dicho, soy Abigail; y si, yo la hice —apunta a una pequeña grúa que distribuye bidones de un lado a otro

—¿Eres mecánica? —cuestionó interesada.

—Algo así. Mi papá tenía un taller, lo odiaba, pero supongo que he prestado atención.

—Eso es bueno, porque voy a necesitar que le hagas un par de modificaciones.

—Lo que tú quieras —respondió coquetamente, pero con ansias de ayudar.

La colorada no se encuentra muy lejos de Alice y no puede evitar escuchar la conversación, sabe que Abigail está coqueteando porque la conoce, pero no puede descifrar a la morena y eso le molesta a tal punto de preocupar a Doc.

—Hey, ¿Estás bien? —Pregunta masajeando el hombro de su novia en señal de apoyo.

—Si, si estoy bien —contesta no muy convencida.

—Estás muy callada.

—Estoy concentrada en terminar con esto.

—¿Segura? ¿No tiene que ver con la sorpresiva aparición de tu amiga? —pregunta el moreno tratando de descifrar los pensamientos que hostigan a la colorada.

—¿Qué? No, ella no tiene nada que ver—contesta rápidamente dando por terminada la charla.

La noche ha llegado a Raccoon City, todo está preparado para terminar de una buena vez con el ejército de Isaacs. Abigail observa por unos binoculares el ejército de zombis que Isaacs y sus súbditos traen consigo, es una batalla que aún no ha comenzado pero Alice sabe que no les irá bien.

Es imposible eliminar a la horda de zombis, mientras el ejército de Isaacs los tiene en la mira para matarlos en cuanto den un paso en falso.
Alice contiene al grupo, los guía junto a Claire con la que tuvo que batallar tantas veces, y otras tantas ver morir a sus compañeros y amigos.
Intenta no caer en la trampa de Isaacs que utiliza a una rehén como carnada, escucha los gritos de ayuda de la mujer y no puede detener ese deseo de querer salvar a todo aquel que lo necesite.
Al abrir la puerta la mujer recibe un disparo en la cabeza, la trampa ha funcionado.

Los zombis comienzan a entrar al edificio, amontonándose uno con otros, buscando carne fresca, Alice junto a la ayuda de Abigail tiene en mente explotar la entrada para tener una distracción con la cual encontrarse cara a cara con el ejército.
Una vez que Claire da la señal, Alice suelta la antorcha en una cascada de combustible cayendo por los bidones que Abigail posicionó con su pequeña grúa. Destellos de luz y fuego ciegan a Isaacs y sus compañeros, miles de cuerpos de muertos vivientes se derrumban en el suelo al que cae Alice al saltar del edificio desde una tirolina. Nuevamente tiene a Isaacs a su merced, y sin dudarlo toma un pequeño bidón para vaciarlo dentro del tanque, pero uno de sus mercenarios es más rápido y la golpea con fuerza.

Whatever It TakesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora