ᴛʀᴇs

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Todos me miraban atentos y escuchaba que susurraban cosas de mi. Que. ¿Por llevar gafas a la escuela van a estar hablando mal sobre mi?. Si, eso creo. No querrán saber lo qué pasó lo anoche anterior... ¿No es así?. Bueno les seré breve.

El chico de la biblioteca se disculpó conmigo por que no me iba a poder acompañar hacia mi casa, por una parte me sentía agradecida, mis padres no me dejan llevar a mis "amigas" a la casa y menos a los chicos, para empezar no tengo amigas y menos algún novio. Y número dos, sentía un poco de miedo ya que era tarde y las calles estaban desoladas. Como en las películas de Apocalipsis.

Y no crean que llegando a casa fue un.

Hola hija, estaba preocupada por ti. O un ¿A donde fuiste? ¿Por que tan tarde?.

No. Quisiera que fuese así pero no, fue todo lo contrario.

Llegue a casa tratando se hacer el mínimo ruido. Agradecía por que papá no estaba ahí en la sala esperándome con su látigo pero eso cambió cuando llegue a mi cuarto, estaba sentado en la cama con su látigo en la mano y un semblante serio.

Esta vez fue más doloroso, me amarro a la cama quedando de frente en ropa interior y este me empezó a dar latigazos duros mientras decía cosas horrorosas sobre mi. Lloraba con el alma, quería morirme en ese instante. Si me vas a torturar mejor mátame y listo.

Llegue al salón y me senté en mi lugar dejando mi mochila en el suelo. Abrí el libro que estaba leyendo. El diario de Ana Frank. Voy a la mitad y es un libro muy bonito, me encanta la forma en la que ella narra su historia aunque sea triste pero me gusta.

El sonido de la puerta rechinar más la voz de la profesora hizo que saliera de mi pequeña burbuja que había formado.

—Buenos días clase— dejo su carpeta en su escritorio y nos volteo a ver. —Hoy les toca exponer su trabajo— dijo la profe y se sentó.

Este trabajo no es el trabajo que nos había encargado el profesor Dewey, sin embargo, tristemente ese trabajo también se exponía hoy y no lo pude hacer por el idiota de Hwang.

—Señorita Lorraine, es su turno— la maestra me miró y yo asentí.

Me paré de mi asiento y fui al frente del pizarrón.

—Buenos días, hoy les ven— fui interrumpida por la profesora.

—Señorita Lorraine, le recuerdo que no se pueden utilizar accesorios en clase— en ese momento paralice.

Sabia perfectamente que iba en contra de las reglas de la escuela, pero si me quitaba los lentes de sol que llevaba puestos, todos sabrían que ha estado pasando en casa actualmente.

—Ah... si, lo se, me los quitaré— en ese momento me los quite lentamente, dejando mi vista en el suelo.

Al momento de levantar mi rostro todos hicieron un "Oh" y empezaron a susurrar.

—¡Pero Señorita Lorraine! ¿Esta usted bien?— preguntó la profesora preocupada.

No quería decirle la verdad, por lo cual yo mentí.

—Si, es solo que me queme un poco...ayer, haciendo el té—mentí.

—Idiota...—dijo Hwang en un susurro que todos pudieron oír, incluso la profesora quien se molestó con el.

No me destruyas » hyunjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora