ᴏɴᴄᴇ

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—¡¿QUE TU QUE?!— abrí los ojos como platos.
—Así como lo oíste Lorraine— dijo mi madre.

No, no y no, me negaba completamente. A mi madre se le había ocurrido la gran idea de invitar a Hwang a jugar bolos y, que incómodo para mi. Yace unos días que nos habíamos quedado en la escuela encerrados y no, no quiero convivir ahorita con el. Me odia por completo... pero no sería mala idea.

No Lorraine sácate esa tontería de la cabeza.

Narradora

La madre de Lorraine había invitado a Hwang Hyunjin a jugar bolos con ellas pero, Lorraine obvio no se iba a quedar callada y le preguntó que si podía invitar a un amigo. Ese amigo era Lee Félix, suponía que lo iba a encontrar en la librería ya que no tenía su número de celular.

—¿Madre, puedo invitar a un amigo?— suplico la muchacha.
—Claro, pero quiero que también convivan con Hyunjin, Lorraine— la chica asintió y fue en busca de su amigo pecoso.

Salió como un rayo corrió lo más rápido que pudo en busca de su amigo. Antes de pasar el semáforo se detuvo a paso lento ya que era tiempo de que pasaran los coches. Estaba un poco desesperada pues, no quería dejar a su madre ahí jugando bolos con Hwang pero, algo le llamo la atención, del otro lado se encontraba el muchacho parado con sus manos en los bolsillos de su pantalón de mezclilla color negro, su camiseta blanca un poco desabrochada y este pasando su mano en su cabello sedoso color amarillento y largo. Acaso, ¿Se tiñó el cabello?.

La chica, en cámara lenta vio como la mirada de él se enfocó directamente a los ojos de la peli negra, su mirada, esa mirada hermosa penetrante, le había llegado a la muchacha. Su corazón empezó a latir a mil por hora al ver que el chico se acercaba lentamente y le daba el aire de la Rosa de Guadalupe, así se lo imaginó. Su respiración se fue cortando al ver que lo tenía frente a ella mirándola con una mueca de desagrado hasta que esta reaccionó gracias a que alguien chocó sin querer con ella.

—Oh, lo siento— el muchacho hizo reverencia.
—Oh... no te preocupes— se disculpó la muchacha.

—Veo que llevas prisa— alzó las cejas poniendo su lengua en la parte inferior de su cachete.
—Ahh... ehhh si— puso su mano en su frente en forma de pensamiento. —Si.. voy, voy por un amigo— desvío su mirada.

—¿Quieres que te acompañe?— preguntó Hyunjin.

La muchacha lo volteo a ver y abrió sus ojos como plato, pues no se esperaba esa reacción de parte de Hyunjin. Dudo un poco pero al final termino asintiendo. Saco su móvil y le envío un mensaje a su madre diciéndole que se había encontrado a Hyunjin en el trayecto, que si la podía esperar unos cuantos minutos ya que la retraso y ella le dijo que si, que no se preocupara.

Guardó su móvil y le sonrió al muchacho, lo jalo de la muñeca y corrió, el iba tras de ella mientras le preguntaba que estaba pasando, ella no respondió en todo el trayecto hacia la biblioteca, hasta que por fin llegaron.

—¿Se puedo saber que hacemos aquí?— preguntó el muchacho subiendo y bajando su pecho con una aceleración extrema.

—Vengo por un amigo— echó su cabeza para atrás apretando sus ojos para luego volver a su postura normal.

Lorraine estaba por entrar pero Hyunjin la detuvo agarrando su muñeca.

—Espera... ¿Lo conozco?— pregunto Hyunjin, su respuesta solo fue alzando los hombros y haciendo una mueca.

No me destruyas » hyunjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora