CONCLUIDA || ❝ Lorraine Lassare es una chica cuyo sufre mucho en casa ya que su padre la maltrata, en la escuela hay un chico llamado Hwang Hyunjin quien no la soporta y se comporta de tal manera con ella aun sin saber que ella sufre mucho en casa...
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Unas ganas inmensas de vomitar se hicieron presente tanto cómo en su garganta, cómo en su paladar. Abrió los ojos como pudo, lo único que recuerda era que estaba con Hyunjin en un cuarto, a obscuras y simplemente se desmayaron los dos al mismo tiempo.
Empezó a abrir los ojos mientras intentaba mover sus piernas que estaban entumidas, una vez haber logrado aquellas dos cosas, barrió su vista en toda la habitación en la que se encontraban.
Encontraban, ya que Hyunjin estaba frente a ella con su cabeza posicionada en la pared, estaba despierto.
—¿Como te sientes?— preguntó el chico en cuanto vió que ella abrió los ojos.
Asintió varias veces sin decir nada, el chico volvió a preguntar pero ella no le dio respuesta de a alguna, volteo su rostro y vomitó, no agua, ni ácido, sino sangre. Justamente cómo lo había hecho Yeji un mes atrás.
—Me ha pasado lo mismo, no se por que, pero ¿estas bien?— volvió a preguntar, su mirada mostraba preocupación en ella.
—Tranquilo, me encuentro bien, ¿tu?, cómo te sientes— apoyó su cien en la pata del asiento de cuero que tenía a un lado.
—Por el momento bien...quedan dos horas para que ella vuelva así que por ahora no hay de que preocuparnos, no podemos salir ya qué hay guardias afuera— la miró pero ella no se limitaba a verlo. —Créeme que en cuento se fueron ya que intente escabullirme para buscar una salida pero no resultó como lo había planeado, me dieron una paliza— hizo una mueca de dolor al tratar de sentarse correctamente.
Soltó un gemido ya que al ejercer fuerza para poder acomodarse, le causó molestia en su abdomen. La chica al escuchar aquello rápidamente posicionó su mirada en él quien cerraba sus ojos con fuerza.
—¿Estás bien?— preguntó preocupada.
—No puedo mentirte, no me siento tan bien, me duele el abdomen como no tienes idea— aún con los ojos cerrados hizo una mueca.
—Te ayudaría en este instante pero estamos amarrados...aunque...
Volteo por todo el cuarto para ver si había algo con que quitarse las esposas, se levantó y buscó por todo el cuarto, hasta que encontró un clip en el suelo, como pudo lo acomodó creando solamente un pequeño y ligero palillo y con eso lo introdujo en la entrada de las esposas consiguiendo así poder sacárselas.
—¡Hyunjin lo he logrado!— se volteo hacia él, estaba feliz así que también se las sacó a él.
—Apóyate en mi, te ayudaré a levantarte y te sentarás en el sillón de cuero, ¿si?— Hwang asintió.
El peli-negro volvió a soltar otro gemido, esta vez un poco más grave.
Con dificultad le ayudó a levantarse, los dos ya traían una camisa holgada larga, pero no traían pantalones. Ayudó a Hyunjin a sentarse en el sillón de cuero, le pidió que no soltara algún tipo de jadeo o gemido, le iba a revisar el abdomen.