No me destruyas » hyunjin

ᴛʀᴇɪɴᴛᴀ

[...]

Se encontraba en su cama atónita, aún no podía creer lo que su padre había hecho, y más si estaba ella presente. Escuchar gemir a su madre desde la otra habitación, no era para nada cómodo, su padre estaba forzando a su esposa a tener sexo con el, pero eso no era lo único incómodo que ella sentía, también la había tocado sin su consentimiento, no la había latigado, no le había pegado ni mucho menos maltratado. Había tocado a su propia hija.

Sus lágrimas no paraban de salir de su rostro, ahora a ella le daba vergüenza mostrar su cuerpo, haber sida tocada por su padre, pero lo que ella deseaba era poder salir de ahí, se sentía agobiada por todo, pero no podía, no podía salir de ese infierno, su padre las tenía amenazadas y se se les ocurría abrir la boca, decir lo que sea, ellas iban a pagar las consecuencias y de una manera horrible.

Sorbió su nariz y con la extremidades de su sudadera secó sus lágrimas, se sentó en su cama y se puso sus zapatos, tenia ganas de salir de ahí.

Tomó su celular, se puso una gorra, checo la hora, 7:30 p.m. Si regresaba antes de las diez, tenía posibilidad de liberarse de un gran castigo. Tratando de no hacer algún mínimo ruido salió de su habitación.

—A las diez tienes que regresar Lorraine— musitó para ella misma mientras regresaba una última mirada hacia el pasillo el cual solo estaba iluminado por una luz.

Abrió la puerta y salió de su casa.

El clima en Corea era bipolar, en la tarde había estado lloviendo y ahora, ahora había bochorno, el viento cálido chocaba contra su rostro y eso hizo que una sonrisa se dibujara en su rostro, por un momento se había olvidado de todos sus problemas y aparte de lo que había pasado unas horas antes con su padre.

—¡Oh lo siento!— se disculpó ya que había chocado con una pareja.

—¿Lorraine? ¿Enserio eres tu?— dijo el chico con el que había chocado, ella solo frunció el ceño.

¿Acaso lo conocía?

—Eunwoo...

Musitó al ver el rostro de aquel chico conocido y... con el estaba Yeji. Yeji miró de pies a cabeza a Lorraine y jalo al chico de su brazo, era un momento incómodo para los tres adolescentes que estaban presentes.

—Lo siento, tengo que irme, tengo una cosa pendiente por hacer— dijo ella, hizo una pequeña reverencia a la pareja, Yeji rodó los ojos y Eunwoo se había quedado en shock por haber encontrado a su vieja amiga.

Eunwoo había sido amigo de Lorraine desde su infancia, tuvieron problemas personales, entre ellos dos, habían tenido una fuerte discusión haciendo que esa amistad terminara de una mala manera. Se empezaron a odiar desde los diez años, ellos se conocían desde la cuna pero no quisieron volver a buscar uno al otro, ¿por que? Por qué sabían que la amistad ya no iba a ser la misma de antes, ya no iban a sentir la misma confianza que tenían, así que mejor lo dejaron así, cada quien por su lado, que el tiempo fluya y haga lo que tenga que hacer.