No me destruyas » hyunjin

ᴄᴜᴀʀᴇɴᴛᴀ ʏ ᴅᴏs

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Decidí no ir tan rápido ya que si no pensarías otra cosa de mi, y no quiero que haya mal entendidos. Así que me dirigí al gran y enorme sótano que tenía la escuela especialmente para que cuando los de horario extendido terminaran sus actividades como el soccer, voleibol, danza y entre más, se ducharan, así que me dirigí hacia allí ya que vi que tú ibas hacia ese lugar.

Baje cuidadosamente las escaleras que conducían hacia el sótano, podía escuchar como una regadera estaba trabajando, suponía que te estabas duchando.

Cuando por fin llegue el vapor se hizo presente cada vez que me acercaba, eran por allí de veinte regaderas, veinte para hombres y veinte para mujeres, obviamente situados en diferentes lugares.

Abrí la puerta del gran cuarto de ducha de hombres, podía escuchar como caían las gotas de la regadera con más claridad, suponía que te estabas duchando, Hyunjin.

Así que mejor opte por salir e inspeccionar más a fondo el pasillo ya que estaba demasiado enorme el lugar. Así que fui al fondo para explorar, vaya sorpresa que me lleve. Hay una mesa de billar, una hamaca, y muchas mesas para que coman, wow, como era posible que nunca había venido a este lugar, y de había una bocina prendida con música, The Beatles, era el grupo que estaba sonando, ¿nada mal eh?

Un fuerte estruendo se escuchó del otro lado, en donde toman las duchas. Fruncí mi ceño y me dirigí ahí, había demasiado vapor así que no podía distinguir quien estaba ahí.

—¿Hola? ¿Hay alguien aquí?— lo único que pude visualizar fue una silueta cerca de los casilleros ahí dentro.

—Hyunjin deja de estar jugando con esto por favor y sal de una vez— trague en seco, mis manos sudaban.

Me costó respirar ya que alguien me había jalado por atrás tapando la mitad de mi rostro, como si estuvieran secuestrando a alguien. Me adentraron a un cuarteto pequeño, quien diablos era y qué diablos le pasaba.

—Mmmm— me quejaba para que me soltara, así que decidí morderle el dedo, aquel chico soltó un jadeo por el mordisco.

—¡Auh! ¡Que mierda te pasa!— musito exclamando.

Oh diablos, eras tú Hyunjin, por que me arrastraste a este lugar.

—Mierda eres tu.
—¡Si, soy yo! ¿Que diablos haces acá? ¿¡No debes de estar en tu casa!?.
Hablábamos demasiado bajo ya que quien fuera que estaba allá afuera, nos iba a escuchar y no es lo que queremos.

—Se supone pero recibí unas fotos tuyas donde estabas pintando hace unas horas y quería ver si estabas bien.

Hyunjin bufó y echó su cabello para atrás, su cabello estaba húmedo, nos sentamos en el suelo y tratamos de no hacer demasiado ruido, musitábamos las cosas para los dos.

—Pues ya lo viste, estoy bien, vine acá por que me manche todo de pintura y estaba demasiado sudado así que decidí tomar una ducha aquí en la escuela...

—Aguarda un segundo...— lo señale con mi dedo, no era posible. —Entonces... si tú me jalaste por atrás, ¿quien mierda era el que estaba en la ducha de los hombres? ¿Eras tu?.

Hyunjin alzó una ceja, se suponía que él era el único que estaba ahí, y ella... pero nunca supo de alguien más.

—Pues me duché en las regaderas de las chicas por que el de los hombres no servían.

—Pero como es posi...
—Shhh— Hyunjin le indicó que no hiciera ruido pues había escuchado voces provenientes de afuera.

Hyunjin se levantó con sumo cuidado y asomó un poco su cabeza para ver de quién eran aquellas voces que provenían de afuera. Pudo notar a tres personas, vestidas de negro y con la cabeza cubierta, parecían personas delincuentes con ese tipo de máscara en la cabeza. Tragó saliva por que tenía su garganta demasiado seca.