ᴛʀᴇɪɴᴛᴀ ʏ sɪᴇᴛᴇ

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Los ojos de Hyunjin trataban de contener las lágrimas, Jeongin pudo notar cómo su Hyung retrocedía y ponía su mano en su boca ya que estaba demasiado sorprendido, el vaso de cerveza que cargaba la mano derecha de Hyunjin había caído al suelo haciendo que esta se regase por completo. Las lágrimas no se podían contener y salieron una por una, invadiendo el lindo rostro de Hyunjin. No podía soportar más así que se dirigió a paso demasiado rápido a la mesa en donde estaba sentados hace un par de minutos, agarró sus cosas con suma brusquedad, las llaves de su auto, su chamarra y las llaves de su casa.

—¡Hyung a donde vas!— grito Jeongin, pero el mayor no pudo llegar a escuchar por los gritos de la gente, la música, el ruido.

Lorraine paro el beso al ver de reojo a Hyunjin, como tomaba sus cosas y salía con brusquedad de aquel restaurante, así que apartó rápidamente sus brazos del pecho de Chan y bajo del escenario ignorando todas las miradas y los gritos de emoción de las personas presentes.

Al menos no los vio hace un par de horas. Pensó Jeongin.

Hyunjin se dirigió a su carro lo más rápido posible, con las lágrimas ya recorriendo sus pómulos, mientras sorbía la nariz. Por alguna razón me dolía, o no, por tres razones. Entro a su auto con demasiada brusquedad aventando todo al asiento del copiloto, suspiro tratando de controlar su ira, sus emociones que navegaban por su mente y su estómago.

Mata a esas mariposas. Recordó la vez que su madre fallecida le había dicho.

Si, sus padres fallecieron hace un año, y Hyunjin lo único que quería era ocultarlo, diciendo que solo estaban en un viaje de simples negocios y que raramente los iban a visitar. Y eso no es todo, si no que fue un simple suicidio de aquellos dos padres, nunca se supo el por qué pero si supieron que abandonaron a dos simples adolescentes. Por eso el día que fue Lorraine a la casa del chico, de le hizo muy raro no ver a los señores Hwang rondar por ahí.

Le empezó a dar un ataque de ansiedad a Hyunjin,, su respiración se agitaba, odiaba recordar aquel momento en cual les avisaron que sus padres habían fallecido.

—Carajo— musitó entre los dientes mientras llevaba sus manos a su rostro para tapar a este y dejar salir todo lo que estaba sintiendo en ese preciso momento.

Sollozos salían de la boca de Hyunjin mientras se maldecía a él mismo peo todo lo que había causado y estaba pensando; El karma de verdad existe, o tal vez no, o tal vez si, pero Hyunjin estaba mas que roto. La muerte de sus padres yendo a un evento de negocios en Rusia, la muerte de su novia Kyung, aún sigue Yeji, su hermana, ya no se llevan como antes y eso le preocupa demasiado a él ya que es lo único que le queda y estos últimos meses Yeji llega demasiado tarde a la casa literalmente borracha y eso rompe más a Hyunjin. Despues se hizo amigo de Lorraine, o eso es lo que creía pero su relación iba demasiado bien, la confianza que tenían ya era de amigos. La cita que el le había preparado a ella le llevó toda la mañana y tarde, después ella de esfumó por el bosque a hablar con ese tal australiano, lo dejó plantado ahí por una hora y media y el decidió irse por que si ella se comporta asi mejor no quiere nada.

Hyunjin dio un salto debido a que tocaron demasiado fuerte la ventana de su auto. El cabello lo traía alborotado, todo su rostro empapado debido a las lágrimas. Cuando volteo a ver de quien se trataba... era Lorraine quien estaba ahí.

Puede que se haya acostado con alguien quien no llevan más de un día de conocidos, pudo haberse enamorado o sentir mariposas por aquella persona, pudo haber conocido a un gran chico en medio de la carretera, pudo haber cantado en el escenario con esa persona, pero Hyunjin. Nunca podía sacarse a Hyunjin de su cabeza, a ella le importa, de alguna u otra manera necesita estar a su lado.

No me destruyas » hyunjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora