ᴅɪᴇᴄɪsɪᴇᴛᴇ

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[NO ES DE TU INCUMBENCIA]

Bajé para hacer un caldo de pollo, bueno así es como lo llaman en mi país natal. Decidí hacer el caldo ya que mi madre me había dejado el pollo en la cocina. Puse a hervir todo, faltaba poco para que quedara listo la comida y volví a subir para ver cómo seguía Hyunjin.

Toque levemente con mis nudillos la puerta y escuche un "adelente" y entré.

—Como sigues— me asome por la puerta. Hyunjin había tenido un pequeño resfriado. Solo tiene poco moco pero si tiene un poco de fiebre.

Me acerqué a él y toqué su frente, su cuello. Estaba hirviendo.

—Hyunjin— el me volteó a ver. —Estas hirviendo— bufé. —Bien... haré lo siguiente Hyunjin, solo si me lo permites— lo miré y el me estaba mirando.

—Bien, has lo que tengas que hacer.

—Bien... te sacaré la remera que te acabo de dar para ponerte pañuelos en tu abdomen, espalda, frente y cuello— me mordí el labio inferior.

—Lorraine, esto ya es mucho, no tienes que. Yo siempre te trato mal y a ti no te importa, acaso, ¿te importo?— me miró.

Suspire, no sabía que hacer. Y era cierto, tal vez me importaba Hyunjin pero es lo mínimo que puedo hacer por el, aunque me trate mal yo siempre lo he querido y siempre como mi "cuñado" por que a mi mejor amiga la trataba como mi hermana pero ya no está aquí...

Al estar con Hyunjin sentía que me derretía, ¿por que?, por que el provoca algo dentro de mi, me vuelve loca cuando estoy cerca de él y aunque el se comporte de tal manera conmigo, eso no cambia mi manera a la que yo lo trato a él.

Con permiso de Hyunjin, le quite la remera dejando ver su marcado abdomen y wow, si que este chico hace ejercicio.

—Bien, iré por pañuelos, un bote de agua fría on hielos para así expandirlo en tu cuerpo— sonreí y fui en busca de aquellos pañuelos que se encontraban en la habitación de mis padres.

—No, en este no— abrí otro cajón. —Este tampoco— y abrí el último. —¡Bingo!, te encontré— saqué unos cuantos pañuelos, baje a la cocina y en un traste puse agua fría y le agregué hielos para que así estuviera aún más fría.

Subí a mi cuarto ya con todo listo para curar a Hwang.

Hyunjin estaba acostado boca a arriba, estaba viendo mi techo y en ese habían fotos pegadas de mi junto con mi anterior novio. Kim Taehyung. Así se llamaba, nos separamos por inconvenientes personales pero nada del otro mundo.

—¿Quien es el?— pregunto Hwang señalando aquella foto en donde Taehyung besaba mi cachete.

—¿Ah el?— voltee a ver la foto señalada por el dedo índice de Hwang. —El es mi ex novio, es un buen chico. Supongo que sigue en Francia— sonreí al recordar aquellos hermosos momentos que había apreciado junto a él.

—¿Novio?.— frunció su ceño. —No sabia que habías tenido un novio, no tienes cara de haber tenido alguna relación, pareces inocente, ¿sabes?— volteó a verme y yo me encontré con su mirada.

Esa mirada, aquella mirada me traía echo un garabato. Sus labios estaban más rojos de lo normal, su lunar bajo su ojo y sus ojos rasgados estaban mirándome, pero un fuerte trueno hizo que saliera de aquella burbuja y para nuestra suerte se había ido la luz, Fantástico.

No me destruyas » hyunjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora