Anoche volví a soñar con mi papá y no he podido sonreír desde que desperté. Yo creo que los sueños siempre dicen algo más allá de lo que vemos. Mi papá venía a la casa de Heeseung a verme. Estaba cubierto de sangre y herido, no lograba entender lo que me decía. Recuerdo que yo solo gritaba mientras él se intentaba acercar a mí mientra lo único que podía hacer era alejarme. Desperté con la respiración agitada y los ojos con lágrimas. Incluso al recordar se me formaba un dolor molesto en el pecho.
Dejé de pensar en mi papá y en los sueños para seguir lavando los platos que habían quedado del almuerzo, cuando sentí unas manos en mis caderas que me hicieron pegar un grito que fue interrumpido con una mano que ahora estaba en mi boca.
- No grites que pensarán que te estoy haciendo algo indebido - la voz de Heeseung en mi oído no sirvió para nada, ya que si antes estaba asustada, ahora estaba erizada completamente y con mis piernas repentinamente débiles, sentía que no soportaría mi propio peso. Lentamente sacó su palma de mi boca y fue rápidamente reemplazada por sus labios. Tomó lentamente, y cuando digo lentamente me refiero a sensualmete lento, mi labio inferior. Luego su lengua, SU LENGUA, intentaba entrar a mi boca y yo sin saber que hacer, le abrí para darle el paso. Nuestras lenguas estaban juntas, nuestros labios casi fusionados y mis manos por todos lados de su cuerpo mientras él no se quedaba atrás. Me sentí una total demente.
- Sunhee... - susurró Heeseung jadeando mientras su aliento agitado chocaba con mis labios - no logro mantener mis manos alejadas de ti Sunhee, así que será mejor que te separes de mí que yo no podré - me ruboricé como un tomate y juntando todas mis fuerzas y más, me saparé de él. Ahora estábamos a una distancia prudente.
- Lo siento - susurré.
- ¿Qué sientes?
- Ehm... este... hacer que estés así como... sin control.
- ¿Hablas enserio? Amo que me hagas perder el control bebé, pero estamos en la cocina, en mi casa, con mis padres, con Haneul, con todos y no quiero que nos vean demostrando cariño... de esa forma - asentí conteniendo una risa divertida. Aunque que nos hubieran pillado besándonos y... tocándonos no hubiera sido muy cómodo. Además se supone que Heeseung y Jisoo están juntos.
- Ahora acércate un poco más a mí - me atrajó a él pero está vez solo me abrazó. - Tengo algo para ti.
Del bolsillo de sus pantalones sacó un aparato. Con unos auriculares.
- Esto es un IPod - dijo levantando el aparato a la altura de mis ojos.
- Un IPod... bien... ¿Y eso qué es?
- Esto tiene todas las canciones que ha sacado mi grupo hasta ahora - tomó mi mano derecha y allí puso el aparato. - Cuando me necesites y no esté para ti físicamente, escucha alguna canción para que sepas que estoy contigo y que todo estará bien, ¿correcto? - tomó mi cara entre sus manos y besó mi frente.
Quería llorar ahí mismo. Heeseung me había dado el mejor regalo que pude imaginar alguna vez. Las flores y los chocolates no tenían comparación con esto. Quería besarlo pero no sabía si hacerlo.
- Quiero besarte - le dije mirándolo a los ojos. Él no dijo nada, solo se acercó a mí y devoró mi boca. - Anoche te necesité - dije sobre su pecho.
- ¿Pasó algo? - preguntó alarmado.
- No, sólo... soñé con mi papá. Él estaba ensangrentado y venía a aquí para hablar conmigo. Era tan terrorífico que lo único que quería era alejarme de él - boté aire. - Desperté en plena madrugada agitada y llorando, lo único que quería era una abrazo y no podía despertar a Haneul.
- Oh pequeña, son sólo sueños ¿bueno? Me hubiera gustado poder estar ahí y consolarte. ¿Es la primera vez que sueñas algo así?
- Sí... aunque con papá estoy soñando muy seguido.
- ¿Crees que se deba a algo?
- No lo sé Heeseung... - el frotó mi espalda en forma de consuelo.
- Tal vez necesitas un descanso porque trabajas mucho y como yo soy un buen jefe te daré la tarde libre, ¿qué dices? - sugirió sonriente.
- Aceptaría si eso significa pasar la tarde con el jefe - le sonreí pícaramente.
- Me parece bien, cumpliré con lo que me pide. Soy el mejor jefe que puede tener ¿no? - Solté una pequeña risa y asentí.
- El mejor que puedo tener.
- ¿Te gustaría el cine?
- ¿El cine? - pregunté emocionada. - Nunca he ido, sólo lo he visto por fuera.
- Entonces tendré el placer de ver tu cara cuando veas la pantalla gigante. Nos vamos ahora mismo - tomó mi mano y me sacó de la cocina rápidamente.
Con cada día que pasaba había más razones para que mi corazón latiera únicamente por él.
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Beautiful Exception (Enhypen Heeseung)
RandomLa vida para Park Sunhee nunca fue fácil. Con un padre despreocupado por todo y más lo relacionado con ella, se crió prácticamente sola. Su madre había fallecido cuando nació y solo quedó con su padre quien se dedicaba a beber hasta perder la concie...