Capítulo 24

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Los niños y todas las personas que trabajaban en la fundación de Jisoo se habían convertido en mi familia. Había sido un mes que nunca podría olvidar. Conocí a niños que vivieron lo mismo que yo viví por lo que lograba entenderlos más que nadie. Quería que ellos salieran adelante como yo lo hice, que llenarán su corazón de amor, como yo tenía el mío gracias a ellos. Me sentía diferente ahora que trabajaba en esto. Hasta lograba entender la actitud siempre serena y paz de Jisoo. La labor que hace y que hago ahora, es algo completamente hermoso y que quiero hacer toda mi vida. Incluso dejé las clases. No quería ser "más culta" para ser alguien mejor. Ya me sentía completa, aunque, claro, falta algo.

- ¿Qué pasa Sunhee? Es viernes, día de juegos y sorpresas, amas este día - me animó Sunmi. Ella era una niña de diez años y la más cercana que tenía. Vivía con su madre que trabajaba el día completo para darle lo mejor a ella. Sunmi venía a pasar el día a la fundación, era como su pequeña escuela. Se parecía mucho a mí tanto físicamente como su forma de pensar. A ella le encanta Enhypen, amaba a Heeseung tanto como yo.

- No pasa nada Sunmi, solo recuerdo... cosas - hoy era mi cumpleaños. Pero solo Heeseung lo sabía, aunque no sé si lo recuerde. - Ve a jugar con los demás, me quedaré un momento aquí - había tenido tiempo para pensar en Heeseung y de cierta forma era bueno. Ahora sentada en el jardín lleno de naturaleza sentía que necesitaba recordar.

- ¿Sabes? Hoy es el cumpleaños de Heeseung y me gustaría poder desearle un feliz cumpleaños y decirle que me encantan las canciones de su grupo y claro, él. Pero no puedo. Y no estaré triste por eso. Así que no estés triste, simplemente no lo estés. Todos aquí estamos para apoyarnos y no dejarnos pensar en cosas malas - a veces me impresionaba el nivel de madure, de Sunmi y a veces quería decirle que conocía a Heeseung. Pero al decirle sabía que sus esperanzas de conocerlo se multiplicarían. El problema era que yo hace hace más de un mes que no se nada de él mas que por las noticias y también moría por desearle un feliz cumpleaños. Como dije, mucho en común.

Saqué de mi bolsillo el IPod y me puse los auriculares en cada oreja. No me importaba que canción sonará ni de lo que tratara. Todas eran mis canciones y nunca olvidaría que una vez Heeseung me obsequio cada una de ellas.

- Feliz cumpleaños - susurre mientras el cielo se tornaba anaranjado. Había un hermoso atardecer. - Mi deseo de cumpleaños es estar contigo.

Luego de escuchar unas cinco canciones y aguantando las ganas de derramar lágrimas con cada palabra que decían en mi oído, me levanté a participar con los niños. Después de todo por eso estaba allí, no para pensar en mi casi cuento de hadas.

Entré al salón de juegos cuando sentí la voz de Jisoo llamándome.

- ¡Sunhee ven un momento, te busca un chico! - todos los que se encontraban allí empezaron a molestarme. ¿Un chico? ¿Hajoon venía a verme? No lo veía hace mucho tiempo.

Me acerqué a Jisoo y ella se acercó a mi oído.

- Es Heeseung. Está en mi oficina para que nadie lo vea. Por favor, habla con él, sea lo que sea que tenga que decirte - sentí como olvidé respirar y como me atoraba con mi propia saliva.

Jisoo me dio una sonrisa cálida y me dejó.

Temblando me acerque a su oficina. Heeseung estaba al otro lado. No sabía cómo se encontraba ¿triste? ¿molesto? ¿alegre de verme? "Solo entra" me dije. Y para acabar con la agonía no lo pensé más y abrí. Él se giró hacia la puerta apenas crucé el umbral. Cerré la puerta tras de mí y me quedé allí, sin moverme ni un centímetro más.

- Hola - dije al ver que no decía nada.

- Hola - respondió inmediatamente.

Estaba nervioso igual que yo, no paraba de frotarse las manos.

- Entonces... ¿Qué haces... - carraspeé -... aquí?

- Recordé que hoy es tu cumpleaños. Esa vez... en mi auto. Dijimos que hoy cumpliríamos años juntos y...

- Lo recuerdo - dije.

- Bien. Entonces... feliz cumpleaños.

- Feliz cumpleaños a ti también, aunque ya todo el mundo te lo debe haber dicho - la incomodidad en ambos era increíble. Lo había extrañado tanto, soñado el momento en que lo volvería a ver y ahí estaba sin saber que hacer, ni mirarlo a los ojos podía. - Entonces, ¿sólo viniste a desearme un feliz cumpleaños?

- No. No. Claro que no. Yo... ¿Cómo estás?

- Pues, como ves, bien. Trabajar aquí con los niños es lo mejor que me ha pasado... en la vida - vi como tragó con dificultad y luego subí mis ojos a los suyos, me estaba mirando. Nuestro primer contacto visual desde...

- Eso es genial. Entonces no extrañas nada.

- Heeseung...

- No, lo siento. Lo siento. Sólo... escucha, no sé a qué vine. Sólo pensé que... ni siquiera sé si pensé algo. Estaba todo el mundo en mi casa, llevándome regalos que no quería y fingía estar feliz con ellos. Pero no. Claro que no. Porque lo que yo quería nos estaba allí. Lo que yo deseaba no llegaría a no ser que yo fuera... por ella - mis pulmones dejaron de funcionar junto con mi corazón. - Sé que no tienes intenciones de verme o siquiera escucharme. Respeto tu decisión, pero...

- Te extraño Heeseung - dije interrumpiendolo. Necesitaba hacerle saber que lo que más quería era verlo y escucharlo. - Te extraño como pensé que lo haría. Aquí tengo todo sabes, pero me falta  algo y mi corazón tiene tu lugar reservado. Sé que yo dejé de luchar y también sé que era lo lo mejor para ti. Pero que sea lo mejor no significa que te voy a dejar de amar. Te amo cada día más y está mal, está mal porque... - me callé. Heeseung estaba tan cerca de mí que podía sentir su respiración contra mi cara y su nariz junto a la mía.

- No puede ser lo mejor para mí, Sunhee. Porque te necesito para seguir adelante. Eres mi musa inspiradora - soltó una risa y mi cuerpo se estremeció por completo. - Simplemente ya eres parte de mí y no quiero sentir que te perdí. Vuelve conmigo por favor.

- Pero tu madre...

- No importa. Ella no te conoce y espero que lo haga y se dé cuenta que está equivocada. No puedo sentir que me faltas. Te necesito igual que tú a mí. No tiene sentido que sigamos así y lo sabes - hacer contacto visual con Heeseung era una de las cosas que más extrañaba. Amaba sus pequeños ojos y el brillo que emanaban. Y amaba sus labios que ahora estaban a centímetros de los míos.

- Fuí una tonta. Creí que hacía lo mejor y no lo era. No sabes cuánto te he extrañado - sonrió. Volví a ver su sonrisa luego de mucho tiempo, pero la dejé de ver cuando sus labios estaban sobre los míos.

Era el mejor beso que nos habíamos dado. Lento, sin ninguna prisa. Recorriendo cada rincón que no habíamos probado por días. Dios, cuánto lo amaba.

- ¿Tienes que irte ya? - susurré.

- Para nada. No es como si tuviera un montón de gente en mi casa celebrando mi cumpleaños. En realidad, nada que me interesa está allá - sonreímos y acomode mi cabeza en su hombro. Sentí como su mano acariciaba mi cabello. Como la última vez que estuvimos juntos. - Podrías presentarme a tus nuevos amigos, quiero conocerlos.

- ¿Enserio? - lo miré emocionada. - Me gustaría también. Hay una chica que te ama - recordé a Sunmi e imaginé su cara de felicidad, mi pecho se infló.

- ¿No eres tú?

- No. Digo, si te amo. Pero hay una gran fan allí dentro.

- Genial, amo a las fans. Y amo a una chica que no es mi fan pero claro, ella es mi hermosa excepción - sonreí hacia mis adentros. Si era su fan, lo admiraba.

- Después de ver tus vídeos día y noche, creo que si soy tu fan Heeseung. Amo cada canción de tu grupo y al chico... - me interrumpió con sus labios sobre los míos.

- Cállate. Siempre serás mi excepción, ¿bueno? Amo que lo seas - asentí sonrojada y tomé su mano para llevarlo a conocer a los chicos que me habían hecho compañía todo este tiempo. Sólo faltaba Haneul y tendría a toda mi gente favorita en el mismo sitio.

Beautiful Exception (Enhypen Heeseung) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora