Estuve otra semana en el hospital pero no importó teniendo a Heeseung a mi lado día y noche. La prensa se había enterado hace un par de días donde se encontraba Heeseung y no se ha movido de allí a la espera de llenarlo de preguntas y todo lo que hacen ellos. No es como si él no estuviera acostumbrado a eso, pero no quería responder nada que lo pudiera incomodar.
Jisoo, Sunmi y algunos chicos más de la fundación me visitaron durante las horas en que se podía recibir visitas. Me llenaron de globos y chocolates. Me hicieron reír con las anécdotas que me había perdido y me desearon que me recuperará pronto. Lo que no sabían era que con sólo su visita ya me encontraba mejor.
Hajoon y Haneul volvieron a visitarme y Wonsik me me mandó saludos, él no podía dejar la casa Lee bajo ninguna circunstancia.
Y así entre papá, Heeseung, Haneul y todos los chicos que me visitaron me di cuenta que ahora tenía una familia y aunque no tenían ningún deber conmigo, a excepción de mi papá, ellos estaban para mí aún en los peores momentos. Nunca me había sentido tan agradecida.
Y aunque estaba en el hospital y no había tomado aire, ni visto el sol, podía decir que era completamente feliz. No necesitaba ninguna cosa más en mi vida, porque sentía que ya lo tenía todo.
- Mira lo que tengo - dijo Heeseung agitando una hoja.
- Una hoja - dije riendo.
- No cualquier hoja - se acomodó a mi lado y comenzó a leer. - aquí dice que tu fecha de nacimiento es el diez de septiembre. Lo que quiere decir que ya no estamos de cumpleaños el mismo día. Eso es triste - abrí la boca con asombro y luego reí.
- Podemos estar de cumpleaños el mismo día, eso da igual Heeseung. Será más divertido celebrarlo juntos. Olvida el diez, solo estaré el quince y eso nada lo cambiará ¿bueno? - el asintió con una sonrisa de medio lado y me dio un pequeño beso en la mejilla.
- Esta todo listo, podemos irnos a casa - dijo papá entrando a la habitación. Pegué un pequeño grito de emoción.
- Eso es genial, deseo con toda mi alma respirar aire puro. Ahora si me disculpan caballeros, necesito cambiarme de ropa. - Mi padre salió inmediatamente y Heeseung se quedó allí. ¿Me había escuchado?
- ¿Qué no vas a cambiarte de ropa? - asentí con obviedad y dirigiendo mi mirada a la puerta. - Es que tal vez necesitarás ayuda - me sonrojé y le di un golpe en el hombro.
- Sal ahora Heeseung.
Él salió riendo y comencé a prepararme.
A pesar de todo no quería olvidar estos días. Escuche una vez que siempre hay que buscar el lado bueno de las cosas y ¿qué puedo rescatar de esto? Primero, la vida es muy valiosa para dejarla ir así como así. Uno nunca está solo, por más que intentes creer eso hay gente a tu alrededor, aunque no están en los momentos que tú deseas, si están en el momento justo, en el momento que crees que ya nadie vendrá.
Segundo, siempre hay que agradecer las cosas que se tienen, y no me refiero a lo material. Los valores, los sentimientos, todo lo bueno que hay dentro. Lo más valioso que una persona puede tener. Porque, yo no tenía nada, con suerte tenía una cama, y mucha suerte comparado con otras personas y, aunque era pobre, nunca me sentí carente de alma, nunca me sentiré así, porque aprendí que con eso es suficiente para vivir día a día.
Y tercero, que todo puede suceder en el momento menos esperado. Si la fe está contigo, nada es imposible.
(...)
Cuando estuve lista y Heeseung disfrazado de... alguien (no quería que lo acosaran con preguntas) nos subimos al auto que traía Heeseung. Un auto que nunca había visto antes.
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Beautiful Exception (Enhypen Heeseung)
RastgeleLa vida para Park Sunhee nunca fue fácil. Con un padre despreocupado por todo y más lo relacionado con ella, se crió prácticamente sola. Su madre había fallecido cuando nació y solo quedó con su padre quien se dedicaba a beber hasta perder la concie...