16. Inicio

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Disfruten el capítulo.

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Tenía quince minutos esperando el transporte que la acercaría a la universidad. Para desgracia suya, la zona en donde se ubicaba la casa de su amiga carecía del servicio debido que muchos utilizaban auto propio para trasladarse a sus ocupaciones. Así que necesitaba caminar unas cuantas calles hasta la avenida principal para tomarlo.

Estaba la otra opción, Valentina le había propuesto llevarla a la universidad todas las mañanas, aunque eso implicará llegar tarde a su trabajo. Aquella información produjo que Kara se negara rotundamente. Lo que menos deseaba era ocasionar algún tipo de problema o generar un cambio a la rutina diaria de su amiga.

Y hasta que siguiera viviendo en esa casa tendría que levantarse más temprano de lo usual para poder llegar a tiempo.

Inquieta por la demora, envío un par de mensajes a un compañero de su clase pidiéndole que le apartará un asiento en la parte media del salón.

Mientras lo hacía, ignoraba lo que ocurría a su alrededor. Sospechosamente un auto negro de cristales tintados iba acercándose con lentitud frente al paradero. El semáforo se encontraba en rojo y la mujer dentro parecía interesada en lo que sucedía en aquel sitio.

—Deten el auto.

—Si, señora —se orilló a escasos metros. Ella le pidió a su chofer que llamara a la joven acatando la orden de inmediato.

La rubia tenía puesta la vista en la calle, observando en que momento se le ocurriría pasar el bus. Ya no podía seguir pagando taxi si es que quería ahorrar para alquilar otro departamento. Pero viendo la situación, si no lo hacía la maestra no le dejaría pasar a su clase y eso afectaría su calificación semestral.

—Demonios. Estoy en problemas —susurró agobiada levantando la mano al primer taxi que veía venir.

—Disculpe señorita —el chófer del auto se acercó al paradero.

—¿Si? —lo vió de reojo. El taxi ya estaba por llegar.

—La señora de aquel auto desea hablar con usted.

—¿Cuál señora? —seguía sin prestar atención.

Adentro del auto, la mujer observaba por el retrovisor. Observó su reloj entendiendo que se estaba haciendo tarde si no se apresuraban allá afuera. No le quedó más remedio que descender también.

—Kara —habló con firmeza y suficientemente alto para que la joven volviera la vista a su dirección. 

—Se… señora Victoria —se sorprendió verla.

—Acompañeme —el hombre la encaminó hasta el auto.

—Buenos días —abrazó con fuerza su bolso, mientras intentaba soportar los latidos de su corazón. La castaña tenía una cara de pocos amigos y los brazos cruzados. Cualquiera que estuviera pasando diría que la joven estaba recibiendo un regaño.

—¿Qué haces aquí? Ya deberías estar en la universidad —sentenció.

—Ah, eso. Estoy esperando un transporte y se que voy demasiado tarde, no es necesario que me lo recuerde —verificó que el taxi siguiera detenido—. Si me disculpa, ya tengo que irme —Victoria observó al sujeto que conducía y no le agrado para nada su aspecto.

—Espera —la detuvo de su andar—. Sube —señaló con la vista su propio auto.

—Oh, no, no, Señora Victoria. No es necesario. Usted de seguro tiene cosas por hacer y...

Te habré olvidado (chicaxchica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora