23. Necesidad.

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Disfruten el capítulo.

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En la facultad habían iniciado los exámenes y como la rubia aún no lograba reunir el dinero suficiente para comprarse una laptop y algunos libros que necesitaba, debía asistir a la biblioteca después del trabajo.

Valentina no estaba de acuerdo en que su amiga se quedara tan noche en la universidad porque eso implicaba que debía tomar el transporte sola. Pese a las insistencias, Kara no dió su brazo a torcer. Su respuesta fue definitiva y mientras no pudiera conseguirse algunos libros para estudiar en casa, no habría forma de hacerla cambiar de parecer.

—Mañana sábado, ¿Podemos ir a la biblioteca y estudiar juntas? —expresó Valentina animada.

—Si, por supuesto. Aunque irán algunos compañeros de clase, espero no te moleste.

—No, claro que no. Entre más seamos podremos resolver dudas.

Permanecieron un rato en la sala, comparando los temas que vieron en clase y preparando lo necesario para que al día siguiente fueran a la biblioteca a estudiar.

Valentina fue la primera en subir a descansar. Kara demoró más tiempo porque no tenía tanto sueño y quería leer un rato el libro que pidió prestado días atrás.

Su celular timbró en un mensaje, notando el número que apareció en la pantalla. Se trataba de Marcos, su novio.

Marcos: Hola, bonita.

Kara: Hola.

Marcos: Oye, mañana después de estudiar ¿Te gustaría salir a dar una vuelta conmigo?

Kara: Está bien.

El joven se alegró. Tenía la intención de seguir conversando con la rubia pero ella intervino, argumentando que ya iba a dormir.

Marcos: Está bien. Dejaré que vayas a descansar. Mañana te veo en la biblioteca.

Incómoda, buscó la forma de poder hacerle una petición.

Kara: Marco, podrías mañana… no sé. Tratar de no ser tan atento conmigo.

No recibió respuesta en mensaje, más una llamada surgió al instante.

—¿A qué te refieres? ¿Ocurre algo? —su voz sonó serio.

—No, no —Era más difícil de lo que creía, pensó—. Es que… tu sabes que no tenemos mucho de estar saliendo, posiblemente algunos ya sepan de nosotros y algunos no —Como Valentina—, dejemos que pase el periodo de exámenes. No quisiera verme rodeada en cuestionamientos mientras tanto.

—¡Oh! Era eso. ¡Por supuesto, bonita! Descuida. Nadie nos molestara. Seré cauteloso. Dulces sueños.

—Tú igual —finalizó la llamada. Dejó fluir un suspiro agotada. En parte por el cansancio acumulado de la semana y también por lo que recientemente había hecho.

Tener un novio.

Oficialmente llevaba una semana en relación con su compañero de la facultad, Marcos. Después de la primera invitación al cine, el joven prosiguió a relacionarse más con Kara. Sus invitaciones se hicieron frecuentes hasta llegar el día en que le pidió que se convirtiera en su novia.

La respuesta de Kara fue casi automática, no se detuvo siquiera a pensar en la decisión que estaba por tomar. Pero lo hizo, si bien porque él siempre demostró ser un joven caballeroso y tranquilo —o eso se dijo para engañarse—, entonces bien podría darle una oportunidad.

Para amar y olvidar…

Aunque por extraño que sonara, seguía sin sentir esa chispa que le hubiera gustado encontrar con él. Un calorcito de emociones que le produjera apenas tenerlo cerca o que incluso en sus pensamientos la dejara soñando con lo bonito de tenerlo en su vida.

Te habré olvidado (chicaxchica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora