||ADAPTACIÓN SIN FINES DE LUCRO||
Primer libro de la trilogía [Amdqp]
Vmin💜
+18
Top¡ Taehyung🐯
Bottom! Jimin🐥
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A la mañana siguiente, me despierto en los brazos de Tae con la sensación de que han pasado días. Me siento sedoso y desaliñado por el llanto, una sensación que había olvidado desde la última vez que la tuve después que mi madre murió. Mis ojos se sienten hinchados, las pestañas pegadas con sal y lagañas, y mi cabeza está confusa. Me siento como un caracol suave y encogido cuya cáscara ha sido quitada. Pero en lugar de levantarme de la cama para ducharme, me obligo a cerrar los ojos y no enloquecer.
Nombro los sonidos que puedo escuchar. Aves. ¿Son los pájaros diferentes en el invierno? Ojalá supiera algo sobre las aves. El viento sopla a través de los pinos justo al otro lado de la casa. Un sonido que podría ser nieve, pero no puedo definir. El zumbido del generador. La respiración de Tae. Luego paso a los olores. Mi nariz está un poco tapada por llorar y dormir, pero todo huele a la casa de Tae. Hogareño.
Sin embargo, antes de desmenuzar los olores individuales, Tae se mueve a mi lado y tengo que abrir los ojos para mirarlo. Es tan hermoso que todavía no puedo creer que puedo alcanzarle y tocarlo si quisiera. No entiendo cómo me siento. No es diferente a ayer, pero todo hacambiado. No sé qué tipo de amor hay entre nosotros. El hombre acostado a mi lado... todas sus... cosas. No pertenencias, sino pensamientos, sentimientos, historia. No sé qué se supone que debo hacer con eso. ¿Soy responsable de él y él del mío? ¿Implica el amor una promesa de algún tipo? Estas son cosas que siento que debería saber, pero simplemente... no.
—Hola —dice Tae, y me siento un poco raro por mirarlo mientras duerme.
—Hola. —Hay tantas cosas que quiero decirle, pero no estoy seguro de cómo empezar—. Um —digo yo—. ¿Crees que está nevando?
—Sí —dice Tae después de escuchar un momento—. Creo que se supone que hoy vamos a conseguir varios centímetros. —Miro distraídamente la ventana durante un minuto a pesar de que la persiana está cerrada—. Jimin. —La cálida mano de Tae cae sobre mi hombro. Me doy cuenta que todavía estoy usando mi ropa de ayer, aunque Tae debe haberse desnudado en algún momento de la noche porque está en ropa interior—. Anoche —continúa—. Quise decir lo que dije. —Parece un poco ansioso, como si yo le fuera a decir que no recuerdo nada, pero me mira fijamente.
—Yo también —digo, pero tengo que apartar la mirada. No sé por qué me siento tan avergonzado, pero lo hago. Juego con el borde de la manta, diciéndome a mí mismo que si amas a alguien, probablemente deberías ser capaz de mantener su mirada.
—¿Puedes mirarme, por favor? —dice Tae, con ternura, con ternura pero con la insinuación de una orden.
Lo miro, mi corazón acelerado.
—Te amo —dice, y de alguna manera no suena como una granada de lenguaje fundido de la forma en que siempre lo hace cuando escucho que otras personas se lo arrojan casualmente. Te amo, cuando cuelgan el teléfono; Te amo, cuando se están yendo por la puerta. Te amo, mientras corren a clase, y ya le están enviando mensajes de texto a otra persona.